El Grupo Municipal Socialista lamenta las medias verdades y la falsa acusación vertida por responsables de la Escuela Infantil y el propio alcalde contra una concejal del PSOE.
Raquel Aranda explica que con fecha 29 de agosto recibió una visita solo durante 5 minutos en casa de sus padres y posteriormente su familiar empezó a tener síntomas de la COVID-19. El lunes 31 de agosto este familiar se pone en contacto con el centro de salud, lo aíslan y le dan cita para la PCR. El martes 1 de septiembre hubo una reunión de coordinación en la Escuela Infantil en la que se les informó que la empresa no iba a hacer pruebas PCR porque eran muy caras. El miércoles 2 al familiar de Raquel le hacen la prueba y el jueves 3 le dan los resultados. El jueves día 3, a mediodía, Raquel es informada por su hermano de que ha dado positivo y en ese mismo momento, la trabajadora lo pone en conocimiento de la directora de la Escuela la cual dice de esperar a que se pongan en contacto los rastreadores.
Esa es la razón por la que el viernes 4 de septiembre va a trabajar al no haber recibido ninguna directriz por parte de la empresa ni la dirección de no asistir al puesto de trabajo. Ese mismo viernes, junto a su compañera de aula mantiene una reunión con puertas y ventanas abiertas para que corra el aire y ese mismo día, a las 14:45 se comunica a las trabajadoras por parte del ayuntamiento el cierre de las escuelas por las medidas de confinamiento adoptadas en la localidad hasta nueva orden.
El lunes 7, Raquel recibió la llamada del rastreador, el cual la citó para prueba PCR y le indicó el inicio del confinamiento disculpándose por la tardanza. Lo lamentable, es que ese mismo día Raquel salió de casa dos minutos a mover su coche de calle y fue la concejala responsable de la Escuela Infantil la que se acercó a ella y pudo verla y hablar con ella.
El martes le realizan la PCR donde coincide con la progenitora de otra de las trabajadoras de la Guardería, y el miércoles les informan que su resultado es positivo.
Es lamentable que la directora en cuestión sabiendo esto y que la COVID-19 es un virus que puede afectar a cualquiera, y el propio alcalde, estén usando medias verdades para acusar a esta trabajadora, que coincide que es concejal socialista, para dañar su propia imagen y la del Partido Socialista. El alcalde miente cuando dice que ha habido que confinar a todas las trabajadoras. Solo una única cuidadora pudo tener más contacto directo con ella, y además ya se había decidido cerrar la escuela infantil por las medidas restrictivas impuestas por Sanidad.
Lo que no hemos visto por ningún lado es escuchar ni al alcalde ni a la directora de la Escuela Infantil decir que realmente hay presiones para despedir a Raquel Aranda, ni tampoco hablar del acoso laboral, por cuestiones políticas, que está sufriendo.
Las declaraciones de hoy del alcalde y el comunicado que, cobardemente se está distribuyendo por WhatsApp demuestran las malas intenciones a las que hay que añadir el intento de maquillar su honor ofreciendo a las 7 u 8 familias presentes en la reunión la realización de las pruebas PCR. Ya podía haber ofrecido el alcalde esa posibilidad a las trabajadoras del centro en la reunión que mantuvieron el 31 de agosto tras la negativa de la empresa Arasti Barca, empresa gestora de la Escuela Infantil, a realizarlas.
En nuestra opinión se está criminalizando una acción cuando no solo tenía las instrucciones del rastreador médico, sino que además, sabiendo la mala relación laboral con la empresa gestora, fue la propia directora del centro la que la disuadió de su idea original de quedarse el viernes en casa y que esperara a recibir las instrucciones de los rastreadores.
Dañar la imagen de las personas que han dado positivo en COVID-19 solo porque no tienen tus ideas políticas, demuestran la catadura moral de quien las realiza.
La concejal socialista quiere dejar claro que esta misma tarde ha puesto denuncia vía on line por difamaciones y calumnias. Desde la Guardia Civil recomiendan que se corte la cadena de distribución del mensaje de WhatsApp para así poder llegar antes al autor o autora del comunicado.