Elisabeth Porrero Vozmediano.- Amado Storni nos dice que escribe versos para escapar de la muerte. Escribir y leer son, sin duda alguna, unas hermosas formas de vivir un poco más. “Después de defender al verso como a un hombre/ y de ondear la crédula orfandad del solitario/ sé que escribo para espantar el miedo, /para esquivar la muerte.”
Esta estrofa corresponde al poema “Volveré a los libros”, de la última parte, llamada Poesía, de su poemario “En el diván de Jacques Lacán.” Con esta obra Amado Storni (Jaime Fernández) ha ganado el I Certamen Nacional de Poesía “Valentín Villalón”, organizado por el Ayuntamiento de Aldea del Rey, en colaboración con la Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real y el Grupo de Comunicación Oretania.
En esta labor de escribir y, en este libro, Amado nos habla de des(amor) “porque amar/ es pedir asilo al fracaso.” O medita sobre esas veces en que la persona amada parece que no deja de huirnos “Los caminos por los que te busco/son los atajos por los que me huyes.” Los sentimientos, cuando se añora a alguien, se mezclan en una inmensa amalgama: “¡Cuánto cabe en el corazón/ de quien todo lo ha perdido”.
Sin embargo, el poeta siempre tiene la vocación de ver el amor como un milagro y Amado, con su magistral pluma, así nos lo hace presente, en varios poemas de este libro. “Amar duele/ aunque será el amor/lo que nos salve.”
Inesperadamente, un pequeño detalle, hace brotar el sentimiento y el tiempo se detiene: “el pequeño lunar de su mejilla, / una inusitada peca/que ha enseñado a hablar a los mudos/ y ha dejado ciegos/ a los que creían/ haberlo visto todo.”
Las escenas de amor, vividas hace tiempo, siempre se quedan en algún rincón de la memoria y del alma y así nos los describe este autor en el bellísimo poema “Tú no lo sabes”, cuyos versos finales son “Por eso/ en esta noche que no me cicatriza nunca/ te escribo este poema/que adormece mi pregunta/ en el silencio de tu respuesta: / ¿Qué estarás haciendo en este momento?”
Hay otras cosas, en cambio, que se nos mueren mientras vivimos. Por eso, en el apartado “Muerte”, Amado reflexiona: “La elegía de esa muerte caprichosa/que es la nuestra/porque todos llevamos/ un difunto encima.”
El autor relaciona esas muertes con la ausencia de la persona amada o con la posibilidad de no haberla conocido nunca: “De no haberte conocido, / ¿Qué parte de mi alma se habría quedado estéril, /estéril para siempre?”
“El diván de Jacques Lacán” es una obra escrita con una lírica muy trabajada, que brilla en unas sorprendentes metáforas y paradojas.
Muerte, soledad, poesía, des(amor), tiempo y el interior de uno mismo son los bloques en los que Amado Storni ha dividido esta obra y que no son sino los factores que nos constituyen, que están dentro de nosotros. Y leyendo lo que el poeta nos dice sobre ellos podemos, efectivamente, como él deja escrito, “esquivar a la muerte”.
¿Para cuándo una literatura que toque temas como la justicia social, por ejemplo?