Ecologistas en Acción ha denunciado ante la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible de Toledo los «graves daños» que a la fauna protegida están provocando las obras del aeródromo privado de Chozas de Canales.
Miembros de la asociación han podido observar cómo, «aprovechando el mes de agosto, el titular del proyecto ha comenzado las obras de esta instalación que se ubicaría al noroeste del municipio toledano. Se habla de que estaría pensada para complementar o sustituir al aeropuerto de Casarrubios del Monte, caso de que éste se ampliara y dedicara a vuelos comerciales».
Las obras se desarrollan sobre una superficie aproximada de 30 hectáreas, equivalente a la extensión de unos 30 campos de futbol, y están destinadas a la construcción de una pista de aterrizaje de 900 metros de largo y 30 de ancho, así como al levantamiento de una torre de control, naves y hangares.
En esta primera fase de las obras, señalan los ecologistas en nota de prensa, se está procediendo a los desmontes y nivelaciones del terreno con maquinaria pesada, lo que está provocando molestias y daños en la abundante fauna protegida del lugar.
La zona de afección del proyecto «es hábitat y zona de presencia estable de al menos 7 especies protegidas» que en varios casos están todavía en fase de reproducción. «Encontramos una especie en peligro de extinción, el águila imperial ibérica; y seis catalogadas como vulnerables, la avutarda, el sisón, el cernícalo primilla, el aguilucho cenizo, el aguilucho pálido y el aguilucho lagunero», añaden.
«Los daños y las graves perturbaciones en la fauna se sustancian en la destrucción de los hábitats, arrasados por la maquinaria pesada, y en la expulsión de las aves y sus pollos y volantones a zonas alejadas e inseguras. Existe además un riesgo evidente de que se dañen las colonias y puntos de cría de forma irreversible», advierte la asociación.
Por todo ello, Ecologistas en Acción se ha dirigido a la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible al objeto de que de forma urgente paralice las obras por la perturbación grave que están sufriendo las especies protegidas. Medida que tiene amparo legal en el artículo 69 de la vigente ley 9/1999 de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha y que se puede aplicar sin restricciones incluso a obras autorizadas.
Asimismo, la asociación ha puesto a trabajar a su equipo jurídico para revisar todo el expediente de autorización y evaluación ambiental del proyecto que de forma sorprendente, dados los valores ambientales de la zona y el impacto del proyecto, recibió declaración de impacto ambiental favorable en 2011 y autorización reciente del ayuntamiento.