El Gobierno de Castilla-La Mancha y una decena de ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real han suscrito un convenio que permite que 1.331 alumnos y alumnas de Educación Infantil y Primaria sigan disfrutando del servicio de comedor durante este verano.
El 75% de estos escolares, 1.004, disfrutan de una beca que subvenciona la totalidad del coste del menú, mientras que los otros 327 reciben una ayuda que cubre la mitad del precio de la comida.
La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, ha agradecido la predisposición de los consistorios para mantener abierto este servicio durante el verano y de tal forma que “se asegura que estos niños y niñas en su mayoría de familias desfavorecidas puedan disfrutar de al menos una comida al día”.
Las diez localidades que han firmado este acuerdo con la Consejería de Educación, Cultura y Deportes son Alcázar de San Juan, Almagro, Campo de Criptana, Herencia, Miguelturra, Pedro Muñoz, Puertollano, Santa Cruz de Mudela, Tomelloso y Villanueva de los Infantes.
Olmedo ha recalcado que el servicio ha de convivir con la nueva realidad del COVID-19, “de ahí que se hayan tomado una serie de medidas para garantizar la seguridad del alumnado y del personal que este verano disfrute del mismo”.
El reparto de las comidas se realizará de un modo similar al establecido durante el Estado de Alarma. Habrá dos modalidades, una presencial en los catorce centros educativos que prestan el servicio y otra en que las familias podrán recoger el menú en un punto de entrega determinado de antemano.
Durante el Estado de Alarma, el Ejecutivo de Emiliano García-Page puso en marcha un servicio de entrega de alimento por puntos, con el que se atendió a más de seis mil comensales. La medida, aplaudida a nivel nacional y que sirvió de ejemplo para otras comunidades autónomas, llegó a casi doscientos municipios gracias al trabajo coordinado entre los ayuntamientos y la Administración regional.