El Área de Educación de Izquierda Unida de Castilla La Mancha, ante el inicio del próximo curso escolar, ha instado a la Consejería de Educación ha organizar «del mejor modo posible» el comienzo de las actividades lectivas presenciales, y «previendo las posibles contingencias que puedan producirse como una situación de vuelta a los centros educativos parcial o semipresencial». Además, han abogado por reducir la ratio escolar y por desarrollar políticas que «reviertan los recortes y aseguren una financiación suficiente».
En un comunicado, IU ha destacado que frente a la pandemia del COVID-19, la planificación, organización, dotación de personal docente y de administración y servicios, y de los recursos materiales necesarios, son «criterios indispensables» para el inicio del próximo curso escolar.
A juicio de la organización, las instrucciones enviadas por la Consejería en el mes de junio a los centros educativos para una planificación profunda y rigurosa del inicio del próximo curso escolar «no aportan ninguna novedad en cuanto a los recursos humanos y materiales que los centros educativos van a necesitar para garantizar el derecho a la educación de todo el alumnado, la compensación de las desigualdades y el apoyo al alumnado más desfavorecido».
En el mes de septiembre, si las condiciones sanitarias lo permiten, la apertura de los centros escolares «exigirá previamente la dotación de las medidas de protección para garantizar la seguridad de todo el alumnado, de todo el personal docente y no docente, recursos para el cumplimiento de las medidas de separación y distancia entre personas, la flexibilización de las entradas y salidas, la adaptación de los comedores escolares y de las rutas de transporte escolar a los protocolos que se establezcan», ha apuntado IU.
La formación también ve «imprescindible» reducir la ratio escolar para garantizar la seguridad sanitaria en las aulas de forma presencial, aumentar la dotación de las plantillas de profesorado y del personal de administración y servicios, incorporar personal sanitario, y ampliar o readaptar los espacios físicos comunes.
En las etapas educativas de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato la ratio del alumnado por grupo debería reducirse, según Izquierda Unida, en Educación Infantil, entre 5-10 alumnos; en Educación Primaria, entre 10-15 alumnos; en Secundaria, entre 15-20 alumnos; en Bachillerato, 20 alumnos; en FP, entre 15-20 alumnos en clases teóricas; en talleres, la ratio debería reducirse a grupos de 10-15 alumnos.
También defiende la necesidad de «definir y concretar las nuevas necesidades de profesorado de los centros públicos para que puedan contemplarse en la oferta de vacantes para el profesorado interino antes del inicio del curso 2020-2021», y apuesta por «acabar con la precariedad y dotar de estabilidad a las plantillas resentidas por los recortes sucesivos de años atrás», cubriendo las plazas del personal docente producidas por bajas médicas y jubilaciones.
Finalmente, pide planificar y articular previamente los programas de refuerzo para tener previsto cómo implementarlos desde el inicio de curso y que en los centros públicos que presenten necesidades de apoyo educativo muy superiores a los centros ordinarios se aumente el profesorado de PT, de AL, profesorado para desdobles, educadores y trabajadores sociales, y mediadores interculturales.
