El decreto sobre medidas de prevención necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 una vez superada la fase III del Plan para la transición hacia una nueva normalidad elaborado por el Gobierno de Castilla-La Mancha recoge que las comitivas fúnebres en C-LM podrán contar con 50 personas y las celebraciones de bodas pueden ocupar el 75% de aforo.
Así, los velatorios podrán realizarse en todo tipo de instalaciones, públicas o privadas, debidamente habilitadas con un límite máximo, en cada momento, de 50 en espacios al aire libre o de 25 personas en espacios cerrados, sean o no convivientes.
La participación en la comitiva fúnebre de la persona fallecida se restringe a un máximo de cincuenta personas, entre familiares y allegados, además del ministro de culto o persona asimilada.
BODAS
En el caso que las ceremonias nupciales o celebraciones religiosas o civiles se lleven a cabo en lugares de culto, espacios o instalaciones públicas o privadas deberán aplicarse las reglas de aforo y las medidas de higiene y prevención para cada uno de estos lugares.
Las celebraciones que pudiesen tener lugar tras la ceremonia en establecimientos y locales de hostelería y restauración se ajustarán a las condiciones y al aforo previsto para dichos establecimientos y locales.
En el caso de que la ceremonia, o su celebración posterior que implique algún tipo de servicio de hostelería y restauración, se lleve a cabo en otro tipo de espacio o instalación, pública o privada, no contemplado en este decreto, se deberá respetar un máximo del setenta y cinco por ciento de su aforo y, en todo caso, un máximo de doscientas cincuenta personas en espacios al aire libre o de ciento cincuenta personas en espacios cerrados.
A muchos de los padres de los niños que deberían haber realizado su Primera Comunión los meses de Mayo y Junio, también nos gustaría poder celebrarla una vez terminado el estado de alarma, pero aunque se ha intentado que desde el Obispado (escribiendo mails, hablando con el Sr. Vicario, hablando desde las parroquías que querían empezar a celebrar comuniones), se de vía libre a las Parroquias para poder llevarlas a cabo en misas normales cumpliendo la normativa sobre aforo establecido con los niños sentados en el banco con su familia, y limitando el número de niños que pudieran hacer la comunión un mismo día, no lo hemos conseguido. No entendemos por qué se pueden celebrar bodas, bautizos, funerales, nombramiento de Diáconos, pero no podemos celebrar la Primera Comunión de nuestros hijos tal y como nos gustaría, antes de la vuelta al colegio y antes de las vacaciones, por miedo a futuros rebrotes.
Aunque en la celebración de las Primeras Comuniones, lo importante es el acto en el que nuestros hijos reciben a Cristo, hay mucho más alrededor de las mismas que también se está viendo afectados por esta decisión.
Desde estas líneas, esperamos que el Sr. Obispo pudiera cambiar de opinión y permitir que las Parroquias y familias que así lo deseemos, podamos celebrar la Primera Comunión de nuestros hijos en estos meses de verano, sin tener que esperar a Septiembre.