Jesús Millán Muñoz.- Es un libro, es un libro de artista, un libro único, un libro objeto, es un Quijote, titulado “El Quijote-Soliloquios, Vic-Mar de Ciudad Real”, Que contiene las dos partes del Quijote, con 244 hojas, de 65 por 50 cms. En cartulina, pintadas por los dos lados, con textos pegados del Quijote, realizados desde el 15 de abril de 1996, y la última hoja, con fecha del 28 de diciembre del 2004.
Además de dos tapas un poco mayores, para cada parte del Quijote. Se encuentra en donación en la colección de la biblioteca del Museo del Quijote de Ciudad Real. Autor de las pinturas JMM.
– Este libro o libro de artista, libro objeto y libro único, casi con doscientas cincuenta hojas, pintadas por los dos lados, en cartulina, en tamaño 65 por 50 cms, constituye en la categoría de libros, uno de los treinta libros más grandes en tamaño de todas las categorías y tiempos y temáticas, sin contar los libros de mapas. Véase en otros artículos, que sobre este tema se han publicado. Y en la categoría de Quijotes, es uno de los nueve o diez más grandes en tamaño de todos los tiempos y épocas.
Es, cierto que está formado por textos del Quijote, pegados en las hojas, y el resto de la superficie del papel o de la cartulina, está pintada, hoja tras hoja, firmada cada una abajo, pintada cada página tras página.
Es verdad, que la categoría de “ser uno de los más grandes en tamaño” del mundo, en la categoría del Quijote, no es una característica esencial, pero en un tiempo que tanto se valoran los ranking y marcas e hitos en todos los sentidos, si creo que esto merece un caso particular a estudiar y analizar. Hasta dónde este modesto escribiente de artículos sabe y conoce, de la decena de libros del Quijote, más grandes en tamaño del mundo, todos están o deben estar en los vientres de los museos o fundaciones o colecciones particulares o públicas de la Piel de Toro, y todos menos uno, en la Mancha.
En dos efemérides que han existido en este siglo, sobre el Quijote, la del 2005 y la del 2015, por eventos o recordatorios que todos conocen, que yo sepa esta obra que comentamos, no se ha expuesto, ni se ha exhibido, ni se ha indicado que existe. Ocasión que podría haber sido, buena y conveniente, para que al menos, la mitad de estos Quijotes tan grandes que existen por estos territorios quijostescos y sanchescos de la Mancha, de haberse exhibido en alguna exposición itinerante. Cierto es, que algunos de esos Quijotes están expuestos, dos que yo sepa, en el Museo Cervantino de El Toboso. Exposición itinerante de al menos de la mitad de esos Quijotes, podrían hacerse por la Mancha o por España, ocasión y sugerencia que puede ser recogida por tantas entidades culturales que existen entre el suelo y el cielo de estas tierras…
– Además este Quijote, es un libro-mural, es decir, si se expusiese entre metacrilato, ya que está pintada por los dos lados, tendría el tamaño semejante o similar al Juicio Final de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Si se le aplicase las teorías de los Manifiestos Artísticos de JMM, es decir, por ejemplo, cambiarse de lugar las hojas en el cuadro mural total, se podrían formar millones de combinaciones posibles, millones de cuadros posibles, con las mismas teselas-hojas-pinturas. Y, no podemos desarrollar o explicar otros manifiestos artísticos y estéticos que supra hemos mencionado…
No es lo esencial en este libro, que copia más bien, los códices medievales, es decir, libros únicos, escritos por amanuenses, en este caso, son hojas pegadas o fotocopiadas del Quijote, y pintados el resto de cada página. Esta obra se parece más a esos códices, más a esa categorización, y esa ha sido siempre la intención del autor de las pinturas de este libro y de este ejemplar de este Quijote y, del resto de la producción en esta categoría de este “pintante-pensante”. Pero, como en el siglo veinte se inventó el concepto de “libro de artista”, pues, es más fácil, o eso creía, se entendiese por los coetáneos con esa categorización. Pero la realidad, es que esta obra, hasta dónde conozco, duerme el sueño de los justos y va cayendo el tiempo, formando sedimentos, cada vez de más olvidos…
– Este libro intenta aunar e hibridar y crear sinergias entre la literatura y el arte plástico y el arte plástico actual y la filosofía y la metafísica, por tanto, no es una ilustración al uso, como miles se han hecho, existe un catálogo de imágenes de ilustraciones del Quijote, si no recuerdo mal, realizada hace unos años, donde se incluyen docenas de miles de imágenes de ilustraciones del Quijote y sobre el Quijote hasta principios del siglo veinte.
Sino que esta obra, intenta una especie de “recreación”, es decir, no ilustrar la escenas concretas del Quijote, sino buscar nuevas “reinterpretaciones, nuevos significados, nuevos contenidos, nuevas formas, nuevas imágenes, nuevos símbolos, nuevos significados…”. Es decir, no recreo las escenas de la “liberación de los cautivos”, en sentido estricto, sino en esa hoja o en posteriores, “se plantea con frases o palabras y colores y formas e imágenes el problema de la libertad, de la identidad del ser humano, de la humanidad en multitud de parámetros”. Como muchas veces, he indicado, copiando a Joyce hablando del Ulises, he realizado esta obra, este Quijote, y otros, para que los críticos puedan obtener leche y esencias e interpretaciones, deducciones e inducciones durante varios siglos…
Existe, lo que se denomina Red de Ciudades Cervantinas, pienso que es un enorme acierto, esta iniciativa, ya creo que lo forman unas veinte ciudades. Una de ellas es Ciudad Real, debido esencialmente, al Museo y Biblioteca Cervantina, que existe en estos lares-lugar, y desde luego a la preocupación e incentivo de los que durante años ha intentado montar y crear y difundir el Quijote y realizar este museo y todas las iniciativas complementarias y paralelas. Supongo que han intervenido muchas personas. Cosa que hay que darles la enhorabuena.
Pero también, hay que indicarles, que disponer en sus depósitos de un Quijote, como el que estamos comentando, y que hasta donde conoce este escribiente, nunca se ha expuesto, y que al menos, merecería una exposición permanente en ese museo, en una pequeña vitrina, es también un pequeño error y dejadez y olvido. Porque una vez pensé, que si algún alto responsable de algún gran museo de Europa o Estados Unidos o China o Rusia cayese por estas tierras, de sed y de sol, no va a venir buscando para ver Picassos o Modiglianis o Mirós, que ya tendrán en sus museos y fundaciones varias docenas, sino que van buscando “ver algo diferente de lo que ellos no tienen”.
Y, este libro puede entrar perfectamente en esa perspectiva, aunque sea realizado por un autor, que su firma y nombre, no tiene laureles, es una pena, que no se exponga, y esta obra, doscientas hojas de pinturas, un libro único en el mundo, duerma el sueño de la siesta eterna de la Mancha.
Dejando este guante en forma de sugerencia de colores, terminamos este modesto artículo. Paz y bien y salud que tanto necesitamos…