Santos G. Monroy.– Las antorchas proyectan en los rostros el resplandor de una tabla barroca. La luz divide los perfiles como en una miniatura del siglo XIV. El humo y las mascarillas neutralizan los gestos en un rictus de esfinge con el punto alucinado de las escenas de El Bosco. Los trece representantes de los vecinos de Puertollano, rodeados de estrictas medidas de seguridad, han arrimado el fuego a las ollas del Santo Voto en una jornada de luto histórica para la ciudad minera.
El voto a la Virgen de Gracia ha vuelto a conjurar al pueblo contra el mal, ya no solo en forma de paro y recesión sino como el jinete cadavérico que se enseñorea en las cantigas, cabalgando en la madrugada para colarse en las casas con su reloj de arena. Esta atmósfera de lienzo tenebrista, el contraste entre la luz y la oscuridad, ha marcado esta noche el encendido de un Santo Voto reducido a su paradigma: el duelo colectivo, la súplica por almas y cuerpos ante una epidemia inexorable, el homenaje a las víctimas, la unión vecinal, el consuelo ante la desolación que ha sorprendido a una sociedad confiada en su orgullo tecnológico pero arrastrada al terror primario de su fragilidad biológica.
Las túnicas de los caballeros y damas del Voto han dibujado una escena que pudiera pasar por drama histórico, que es justo lo que la tragedia ha deparado a Puertollano: el mismo dramatismo de aquellos vecinos diezmados por la peste negra que en 1348 alzaron sus manos al cielo. Quizá entonces pudieran contar mejor a las víctimas. Puertollano aún desconoce el número de personas desaparecidas por la pandemia de COVID-19 en un irónico sucedáneo informativo de oscuridad medieval.
La alcaldesa, en representación del pueblo de Puertollano, ha recordado a los fallecidos, ha enviado palabras de consuelo a sus familias y ha referido la capacidad de sacrificio, también digna de cantares de gesta y de fantásticas caballerías, de quienes han luchado contra el virus en primera línea.
No ha habido más palabras sino el silencio y el fuego. Representantes de estos esforzados paladines, ataviados con uniformes, túnicas, trajes, camisas, o equipos de protección según su rol, desde los profesionales sanitarios hasta los trabajadores de servicios esenciales en cualquier ámbito de actividad, han portado las antorchas que han prendido las ollas del druida del barro, Virgilio Vizcaíno, depositarias de un guiso de 160 raciones que será repartido este jueves entre los más desfavorecidos.
Han portado las llamas la alcaldesa Isabel Rodríguez; la médica Eva Gloria Fernández Cofrades: Inmaculada Espinosa Justo, enfermera supervisora; Antonio Fernández, jefe de la Policía Local; Ana Muñoz, viceconsejera de Cultura; Luis Vidal Félix Juárez y Piedad Espinosa, representantes del sector de limpieza; María Trujillo, en representación de las damas y caballeros del Santo Voto; María José Hervás, directora de la residencia de la Fundación Fuente Agria; Jesús Jarque, pedagogo del Colegio Ramón y Cajal; Jorge Navarro, en representación de los voluntarios de Protección Civil; y María Ignacia Carrasco, integrante del voluntariado social del Ayuntamiento.
También han enarbolado antorchas el comerciante del Mercado Municipal Ramón Oviedo y el transportista Fidel. Tras el acto, representantes de CoronaMakers Puertollano han regalado a la alcaldesa una reproducción de las ollas realizada con impresión 3D.
El guiso, elaborado por la empresa local Just Food Natural, y el pan, donado por Carrión, serán repartidos este jueves, como ofrenda solidaria, entre los trabajadores sanitarios, la residencia de las Hermanas de la Cruz, las personas sin hogar y las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Poco antes de las 23.00 horas, tras el prolongado silencio de los asistentes, se ha dispersado la comitiva, cada uno tras el pálpito de soledad y asombro de su mascarilla. Puertollano duerme en su ensoñación medieval. En esta noche amenazada por la epidemia, en las calles cruzadas por algún embozado solitario, en los muros de las iglesias de crespones negros o en las cuestas cimbreantes bajo los cerros cualquiera pudiera creer, de nuevo, en maleficios, demonios y dragones.
Emotivo e inquietante. El claroscuro llevado al extremo……
Gracias por recordarlo charles,agradecérselo a tu gobierno es lo que debes hacer.
pero si a partir de las 23:00 horas no pude estar nadie en la calle, estos señores/as que hacían a esa hora ahí? No se entiende que esta prohibido?
Están los que deben estar y a la hora que hay que estar.
Ya está bien que en Puertollano estén estos trolls que solo ponen palos a las ruedas.
Si no te gusta el Santo Voto, o crees que es ilegal. Vas y denuncias.
Hoy más que nunca «VIVA EL SANTO VOTO»
Hecho de menos en las fotos a ciertos/as colectivos e instituciones…. pero menos es nada.
Vergonzosas imagenes, solo gente afin sin cargo publico. Quien tomo la decision de quien podia asistir y quien no? El voto era del pueblo no de un sector de la poblacion.
Excelente cronica
La Estadea Güestia a Santa Compaña de Puertollano en pleno.
Me parece vergonzoso. Y mas con lo que esta pasando que no se haga honor a la virgen como se debiera. Creo que con las debidas medidas de seguridad se hubiera podido celebrar como siempre. Digo yo
Sin las vallas llenas de bolsas y los abuelos colándose con toda la jeta y llevándose la olla express a que se la llenen de comida, esto no es lo mismo, ni es Santo ni es Voto.