Comunicado.- Haciéndose eco del clamor unánime de los docentes, ANPE Castilla-la Mancha denuncia la gran carga burocrática que el profesorado viene realizando estas semanas de confinamiento y exige a la Administración educativa que disminuya las tareas burocráticas y administrativas que los docentes tienen que realizar a diario y que han aumentado en exceso durante este último trimestre del curso.
La situación de crisis ocasionada por el brote de COVID-19 ha provocado la suspensión de la actividad educativa presencial, que ha obligado a los docentes a continuar con su labor en unas condiciones laborales, sociales y personales excepcionales, que han supuesto un esfuerzo extra para atender y dar respuesta a todos sus alumnos y alumnas durante este último trimestre del curso escolar.
Durante estos dos meses, la administración educativa ha ido estableciendo una serie de decretos, órdenes y resoluciones con un sinfín de instrucciones que el profesorado ha ido recibiendo a lo largo de este tiempo y que además, en algunos casos, han tenido que interpretar y concretar para poner en práctica
Instrucciones, adicionales a las existentes, que afectan a las programaciones didácticas, a los procesos de evaluación, promoción y titulación del alumnado. Los docentes han tenido que cambiar por completo sus programaciones, adaptando la metodología y las actividades para garantizar la continuidad del curso; así como ajustar los criterios de evaluación, de calificación y de recuperación de todo el alumnado; o elaborar informes individualizados para cada alumno y alumna, entre otras tareas.
Este exceso de burocracia, unido al enorme esfuerzo que los docentes están haciendo para garantizar la continuidad de la actividad lectiva durante el Estado de Alarma, atendiendo, en muchos casos, a los alumnos a lo largo de todo el día para adaptarse a los diferentes horarios de las familias, está llevando a la mayoría del profesorado a una exigencia psicológica y emocional que podría tener consecuencias sobre su estado de salud.
Por ello, ANPE denuncia que la administración educativa está obviando esta difícil situación, sobrecargando aún más a los docentes, dificultando su labor y su propia conciliación familiar; un hecho que está obligando, en muchos casos, a que los profesores y profesoras tengan que dedicar muchas más horas laborales de las que les corresponden.
El profesorado solo quiere atender lo mejor posible a su alumnado, y no malgastar el tiempo en redactar infinidad de documentos, algunos de ellos innecesarios en esta difícil situación.
Por todo ello, ANPE exige a la Consejería de Educación que publique unas nuevas instrucciones que reduzcan al mínimo indispensable el volumen de tareas burocráticas que los docentes y las docentes tengan que afrontar durante este último trimestre; unas nuevas órdenes de organización y funcionamiento de los centros educativos que contemplen las nuevas circunstancias de cara al curso siguiente; y que dote de más profesorado y más personal administrativo a todos los centros educativos; todo ello para afrontar con garantías el, a priori, complicado curso escolar 2020-2021.