Como una cadena de enlaces que es, la preocupación de la Diputación de Ciudad Real por sus pueblos redunda sin duda en la calidad de vida de los vecinos de toda la provincia.
Desde la aparición del COVID-19, esta ha sido la filosofía de José Manuel Caballero y toda la Corporación, pues a día de hoy, cuando se van a cumplir dos meses y medio desde la declaración del estado de alarma, se han alcanzado ya los 56 millones de euros puestos a disposición de los ayuntamientos tanto para atender sus necesidades de tesorería como para actuaciones concretas de lucha contra el virus, así como reactivación económica a través de planes de obras.
La atención con la que la Institución trabaja para las corporaciones locales, ha hecho posible que las realidades de cada uno de los municipios hayan tenido respuesta en 5 actuaciones con un único objetivo: garantizar la liquidez de los consistorios y, por consiguiente, la situación diaria de sus habitantes. Las diferentes actuaciones y el contacto permanente con los alcaldes y alcaldesas, han hecho de la comunión Diputación-Ayuntamientos un ejemplo de distribución efectiva de los fondos públicos.
Con la idea de que cada euro sea útil, la Institución provincial ha desarrollado toda una ingeniería de reparto que se refleja en los siguientes planes: Plan de Apoyo Extraordinario para gastos ocasionados por el COVID-19, por importe de 2 millones, adelantos de las recaudaciones de marzo y abril y nueva inyección ahora en mayo por un importe total de 41,7 millones de €. A lo que hay que sumar el Plan de Obras que se ha puesto en marcha para que los ayuntamientos reactiven la economía local, por importe de 8,8 millones de euros, así como otros 4 millones más para ayudas nominativas. El total, un montante de 56 millones de euros distribuidos equitativamente y para diferentes líneas de actuación.
Es su deber, no su mérito