Comprar en tiempos de coronavirus

Marta Retamosa Ferreiro.- Días de paseos por el pasillo, de vernos por videoconferencia, de pijama y balcones (quién lo tenga) y sobre todo de preocupación. Sí, son los tiempos que nos están tocando vivir. Que tendrán fin. Y me pregunto, ¿hemos cambiado tanto? Y sobre todo, ¿Qué vamos a cambiar cuando todo esto acabe?

De los primeros días del coronavirus, se me vienen a la mente imágenes de personas acarreando grandes cantidades de papel higiénico. Pudimos ver con nuestros ojos como en las grandes superficies, las estanterías estaban vacías de este producto. ¡Qué desolador¡. Pero, ¿por qué? Los expertos en psicología hablan de motivos irracionales, de un miedo atroz a quedarse sin ese producto que todo el mundo compra. Sería una especie de síndrome de FOMO (abreviatura en inglés que corresponde a fear of missing out, o temor a perderse algo en su traducción al castellano). Independientemente de este motivo, he oído opiniones para todos los gustos, como que es útil para hacerse mascarillas o que nos hace sentirnos seguros ver grandes cantidades de papel higiénico en nuestras casas.

Estoy convencida que cuidarnos, estéticamente hablando, nos ayuda a encontrarnos mejor en estos días. Por ello, mientras esperamos a que abran nuestros peluqueros, otro de los productos más vendidos está siendo el tinte del pelo. Tengo amigas que, sin haber dado un tinte en su vida, han pasado a ser unas peluqueras improvisadas para ayudar a sus madres, abuelas y tías (y a hombres por supuesto).

Sigamos con la harina. ¿Cuántas recetas estamos aprendiendo a hacer con este ingrediente?. Tan simple y tan útil a la vez. Yo tengo una teoría: creo que antes no sabíamos que éramos capaces de cocinar tan bien como hemos podido comprobar que podemos hacerlo. Por ello, la harina y las especias para cocinar están siendo otrosde los productos más demandados.

Y por supuesto, productos para realizar la tan necesaria desinfección, como son las lejías, bicarbonatos (para la frutas, verduras y ropa) y soluciones higienizantes, objeto de grandes deseos por su escasez.

Pero, ¿qué me decís de las compras online? ¿Han bajado? ¡Para nada! De hecho, han sufrido un incremento bestial. Porcentajes que, en algunos casos, rondan el 300% de incremento. Y los gigantes distribuidores de productos online no se han quedado atrás. Estas grandes compañías están sin stock de ciertos videojuegos, productos electrónicos como los asistentes de voz y música. Para pensar sobre aquello que nos entretiene y nos hace felices en nuestros hogares. Mientras tanto, en muchos hogares se están volviendo a desempolvar CDs y DVDs relegados al olvido por otros entretenimientos más actuales. Finalmente debo admitir que en esta reflexión quiero llevar al lector a hacer un listado mental de las cosas que han comprado en estos días. Al fin y al cabo, son las que nos están haciendo felices como consumidores que somos. Quiero pensar que nuestros hábitos volverán a cambiar, pero siempre a mejor. Que hemos aprendido a valorar las cosas simples y que, en muchas ocasiones, podríamos vivir con menos. Espero. ¡Mucha fuerza!

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Asociación de Divulgación Científica y Pensamiento Crítico de Ciudad Real
Ciencia Real