Ángel, un niño que vive en la calle Brezo de Ciudad Real, recibió ayer una sorpresa por parte de la Policía Local, con motivo de su octavo cumpleaños. Los agentes hicieron sonar las sirenas en su honor y le felicitaron, además de darle ánimos para seguir aguantando en casa durante los largos días de confinamiento.
Su madre agradece desde estas páginas el gesto de la Policía Local, y su labor durante la crisis sanitaria. “Por seguir estando ahí, en todos los momentos: los difíciles que estamos viviendo y también en este día para avivar la ilusión de un niño”, señala.