Jesús Millán Muñoz.– Me ha llegado la información de que el Ministerio de Sanidad, no sé si es verdad, ha abierto un canal pidiendo ideas y sugerencias para combatir esta epidemia.
Lo primero que debo indicar es que no soy un especialista, ni experto, por tanto, mucho de lo que escriba, ya se habrá indicado, otras, que no tengan sentido. Pero en esa intención de colaborar con buena voluntad, me atrevo a realizar este artículo, y quizás indicar algunas sugerencias, ya algunas están en los medios de comunicación, y, por tanto, si es cierta la premisa, alguien pueda recogerla, ya que no sé a quién hay que dirigirla, solo puedo publicarla en medios digitales.
En segundo lugar, este virus, tiene cuatro grandes áreas o parámetros, es un virus o pandemia biológica o de salud. Segundo, es una pandemia económica, con consecuencias imprevisibles. Tercero y cuarto, es una pandemia social y política, con resultados también imprevisibles.
Por lo cual, hay que intentar “combinar y equilibrar” que las consecuencias a y en todos los niveles sean “las menores en males”. Porque somos muy vulnerables, con mucha incertidumbre. Filosóficamente, los humanos occidentales se creían dioses del mundo, y si hubiesen leído la Biblia, que más o menos indica, “somos una caña de hierba frente al viento”.
Tercero. Estimo que una comisión de especialistas y expertos, deben analizar, el por qué Japón, Israel, Corea del Sur y algún otro país ha tenido tan poca incidencia. Qué han hecho y qué no han hecho, y qué podríamos copiar nosotros en nuestro momento actual. Y también, para la segunda fase, que “todo el mundo habla que vendrá después del verano”.
Cuarto. Las fábricas nacionales, por intermediación del Estado, fabriquen masivamente el material necesario, para hoy y para mañana, todo el material sanitario a nivel masivo, para que no vuelva a suceder lo mismo, la carencia y la falta. Ahora y, o mañana.
España es una sociedad y país y Estado, que suponemos tiene los suficientes recursos, para realizar masivamente, todo lo necesario.
-Quinto. La población con, las máximas medidas de seguridad, pueda salir a la calle, de forma atemperada y procesada en el tiempo. Por lo cual, la población que salga a la calle, llevará mascarillas, obligatoriamente. De momento, quizás, no las más perfectas, pero en un tiempo corto de tiempo las mejores.
Las personas que trabajan en sectores sociales, primero sanitarios, y residenciales, después en todas las profesiones. Que tengan la oportunidad de llevar las mejores mascarillas y, los medios necesarios. Aplicables a todas las actividades sociales progresivamente también.
Sexto. Las personas que vivan en familias, que no estén solas, que existan otros miembros de la familia. Aconsejar en sus senos familiares lleven mascarillas.
Cierto es que los niños será muy difícil que los padres o tutores puedan aplicar esta medida. Pero si una parte de la población lo consigue podría dar buenos resultados.
Séptimo. Producir mascarillas, suficientes, para niños, y también mascarillas para bebés. Es absolutamente necesario que nos demos cuenta, que si una familia, que por lo general solo tienen un hijo o dos, lo perdiesen, sería un mal tan grave, con consecuencias sociopolíticas enormes en los votos para décadas… ¡Esto es urgente resolverlo!
No podemos entender y comprender, que un país-sociedad que está entre las veinte más industrializadas, no tenga la sociedad y el Estado la fuerza y el poder, a y en todos los niveles, para fabricar masivamente los elementos esenciales de defensa contra esta pandemia.
Octavo. Y, de paso, que los poderes diversos que constituyen la sociedad, y el Estado, bien harían en reflexionar seriamente, que los planes de emergencia y de guerra, los actualicen, también en las realidades NBQ, y después, se podrían haber adaptado en esta situación de pandemia. U otras, que pueden aparecer. No entramos en los orígenes, las causas, y, sean por un motivo o por otro, pueden que existan fuerzas internacionales, que ya que ha surgido esta realidad, “quieran llevar el agua y los vientos hacia otras metas”.
Noveno. En principio y de forma voluntaria, se cree un programa de aplicación de los datos de las personas. Sistemas similares a los que se han empleado en algunos países asiáticos, a través del móvil, las personas a nivel individual, y en principio voluntario, se comprometen subir y plasmar los datos que se les indiquen, temperaturas, etc.
En un segundo momento, otros datos, para intentar, en los casos positivos, apreciar y valorar, con quienes se han relacionado. Y por tanto, aplicar todas las medidas, técnicas que se dispongan, para de ese modo, intentar frenar el crecimiento.
Décimo. Creo que en nuestra sociedad, se han cometido tres graves errores: a) se ha infravalorado a sectores sociales, que realizaban sus actividades con humildad, pero necesarias en la sociedad. Y que, quizás ahora, nos demos cuenta, que son esenciales para el funcionamiento de la sociedad y el Estado.
b) Estimo, a nadie se quiere ofender, que ha entrado el virus de la obtención de beneficios, materialismo sin medida, con distintos nombres. Y las otras personas, no son personas, o clientes, sino “medios para obtener fines”, a veces, económicos, a veces, otros combinados. Es decir, todos los sectores sociales, tienen derechos a sus ganancias, pero hasta una cierta medida. No pondré ejemplos, porque parece que la sociedad ha caído en la irracionalidad y en la locura. Los beneficios variables por objetivos en muchos sectores, estimo que es una de las razones de desajustes sociales graves…
c) Aunque no guste, hay que plantearse si ha “sido racional la selección de los recursos humanos a y en todos los niveles”. Pienso, que esta cuestión es esencial. Porque en situaciones graves, hay que tener en todos los puestos, a las mejores personas, con capacidad, talento, mérito y lo demás, y no por otros factores. Porque para llevar un papel de una mesa a otra, puede que valga todo el mundo, pero para “buscar nuevas soluciones no”. Hay que plantearse, dentro de la legalidad, la libertad de pensamiento y de conciencia, y si a muchas personas se les ha dejado en la cuneta de la historia, por simplemente ejercer su derecho de librepensamiento, dentro de la legalidad y moralidad vigente. Y, son esas personas, que en diversidad de cargos y cargas, son las que tienen capacidad de “ofrecer sus opiniones”, y por tanto, dar soluciones, pequeñas o grandes…
Hay que plantearse, si no se ha respetado, el principio, lo diré “la vía vaticanista o soviética”. Estimo que el catolicismo ha perdurado tanto tiempo, por muchas razones naturales y sobrenaturales. Pero en general, salvo en algunos tiempos, “las personas van ascendiendo en grados de poder y de responsabilidad, pasando de un escalón a otro, pasando por los escalera de la edad”.
Es decir, pasando por intermedios. Que una persona, sea en un sistema democrático o no, aplicado a niveles intermedios o altos o medios, pase de poco a mucho. Es un error gravísimo, a la larga, porque se ocuparan puestos por esas personas, y si es mucha proporción, durante décadas. No es lo mismo que un puesto equis, sea alto o medio o bajo, lo ocupe una persona durante diez años que durante treinta.
Onceavo. Podríamos indicar otras razones y motivos y causas. Pero quizás, estén dentro e insertadas en estas. Es esencial el material mejor y se fabrique lo antes posible, masivamente, aquí en nuestra sociedad, y parte, venga de fuera. Esta es la solución esencial, bajo mi modesto entender y comprender… “que personal de servicios sociales o sociosanitarios y, gran parte de la población, lleven mascarillas, que según dicen con ellas no contagien a los demás, aunque sea el primer paso, pero si pueden ser contagiados por los demás”. De ser cierta esta realidad, es dramática, si lo pensamos seriamente.
Doceavo. Darse cuenta, que a Estados mayores, en demografía, recursos humanos, recursos naturales, recursos sociales, puede defender y defenderse mejor ante las vicisitudes de la vida y de la sociedad y de la naturaleza.
Que a Estados mayores, en todos los parámetros existe más soberanía real, individual y colectiva. La unidad es la fuerza. ¿Aprenderemos esta lección aquí en la Península Ibérica?
Treceavo. De pasada, plantearse, si los individuos, colectivos, grupos, en general, hemos aceptado una ética, lo más correcta posible, y una moral práctica, lo más adecuada posible. O, por el contrario hemos caído en un relativismo, materialismo, hedonismo, escepticismo moral. Y cada uno, se salta las leyes morales, universales y mínimas, cuándo quiere y cómo quiere, solo se restringe, por la legalidad vigente, en general, basada en grandes principios.
¡Paz y pan y bien y salud…! ¡Todo lo escrito con sumo respeto a todos y a toda Autoridad, sin ánimo de ofender a nada, ni a nadie!