Bomberos castellanomanchegos que prestan servicio a lo largo de toda la región han compartido el testimonio de su día a día desde que el coronavirus se convirtiera en pandemia, coincidiendo en su relato a Europa Press en que las situaciones a las que se están enfrentando superan en ocasiones la rutina a las que estaban acostumbrados.
Pedro Cifuentes, bombero conquense que trabaja en un parque madrileño, ha confesado que esta viviendo escenas «nunca vistas» en el ejercicio de su trabajo. En los últimos días ha tenido que colaborar en el traslado de cadáveres desde el hospital de campaña montado en Ifema, y si bien el trabajo suyo y de sus compañeros le hace «sentir orgulloso», hay recuerdos que no va a olvidar.
Así, el otro día tuvo que rescatar a una anciana que llevaba 48 horas conviviendo con el cadáver de su marido, «y no pudo haber sido atendida antes porque hasta las funerarias están desbordadas».
«Allá donde vamos salen a aplaudirnos. Entienden que nuestra labor es importante, más que la de políticos y más que la de futbolistas. Esto no deberíamos perderlo», ha afirmado, metiendo en el mismo saco a todo el personal de servicios sociales, sanitarios y de seguridad.
Uno de los aspectos en los que ha puesto más énfasis es en cómo está afectando a los más mayores esta crisis sanitaria, «gente que ha vivido una guerra, que ha vivido una posguerra, que ha levantado España tras la transición y que ahora son a los que más golpea el coroanvirus».
Con todo, ha querido hacer un llamamiento a toda la sociedad, «para que se entienda lo que son los servicios públicos». «Estamos entregando todo a cambio de nada».
«MI CONFINAMIENTO ES EN LA CALLE»
La cuarentena de Miguel Estévez, oficial jefe de Servicios del Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios (CEIS) de Guadalajara, es estos días a la inversa que el de cualquier otro ciudadano. «Lo que es un confinamiento para la ciudadanía en general, para mí es a contrario». Estévez pasa ahora mucho menos rato en su domicilio porque el servicio de Bomberos tiene más frentes que nunca abiertos y es uno de los servicios esenciales que tiene que estar las 24 horas operativos, y si cabe, ahora más que nunca.
«Prácticamente, mi confinamiento está en la calle», ha apuntado a Europa Press. Ve poco a su familia pero es algo que asume bien desde el primer momento porque «el oficio es el que es», ha afirmado tras informar que su mujer también es policía nacional, por lo que entiende mejor su trabajo.
Las rutinas de Estévez como del resto de los bomberos del CEIS han cambiado tanto de puertas a dentro como de puertas afuera. A nivel interno, ahora han tenido que desarrollar un procedimiento específico solo para el personal de guardia en los parques e incrementar las tareas de higienización y desinfección con el fin de evitar contagios masivos.
De puertas afuera, en el CEIS se ha reducido aproximadamente un 70% la emergencia ordinaria con respecto al día a día desde la aprobación del estado de alarma al haberse reducido el movimiento de personas y mercancías; también han disminuido por tanto los accidentes laborales e industriales y los de tráfico, así como las incidencias en vía pública.
MENOS SERVICIOS, MÁS PRECAUCIONES
Mientras, Jesús Muñoz, cabo del Parque Municipal de Bomberos de Toledo, ha mandado un mensaje de tranquilidad a la población, asegurando que el servicio se presta «con total normalidad» y que los bomberos toledanos cuentan con un protocolo establecido para evitar los contagios en sus salidas.
Muñoz ha reconocido que la cantidad de servicios que prestan habitualmente ha disminuido «por la menor movilidad de la gente», aunque sí continúan haciendo servicios como apertura de puertas a personas mayores, actuaciones que «sí han aumentado porcentualmente».
Este cabo del parque toledano ha explicado que desde que comenzó la epidemia se han dictado órdenes para tomar precauciones respecto a los contagios. «En eso estamos extremando mucho las medidas, porque entendemos que al ser un servicio esencial no podemos dejar de prestarlo y cualquier contagio puede tener mucha repercusión».
«Nosotros como colectivo estamos empujando con toda la fuerza y el ánimo para que se salga adelante. El ánimo está fuerte», ha añadido.
SOBREESFUERZO EN CUENCA
Desde el servicio provincial de Bomberos de Cuenca, el delegado de CCOO Mariano Polo ha informado a Europa Press que desde que se decretó la alerta sanitaria se están ajustando a la situación, tanto de turnos como en personal, ya que por enfermedad de familiares han tenido que estar algunos efectivos en cuarentena. «Se está haciendo un poco de sobreesfuerzo en esta situación, pero arrimando el hombro, que es lo que toca», ha declarado.
Al mismo tiempo, ha asegurado que antes de que se declarara la emergencia nacional en todo el país se celebró un comité de salud laboral de Diputación, donde se estableció ya una normativa «para crear unos turnos que fueran eficientes y evitar el contagio entre los compañeros».
En relación a los equipos de protección, Polo ha explicado que han tenido que ser «muy meticulosos con el tema de que todos los trabajadores tengan unos epis adaptados a la nueva situación».
«Es verdad que somos tolerantes en todo momento con lo que está ocurriendo, en el sentido de que no actuamos si no hay un equipo que garantice la seguridad total del trabajador», ha indicado el bombero.
«UN SERVICIO ESENCIAL»
En Albacete, el director del Parque de Bomberos, Ismael Pérez, ha relatado a Europa Press que antes de que se decretase el Estado de Alarma «se intentó garantizar la prestación del servicio, «como servicio esencial que es», y para ello, las medidas que se tomaron fueron con el objeto de «evitar el contagio del propio personal».
Actualmente, el Parque de Bombero de Albacete tiene establecidos turnos «mínimos» y cuenta con trabajadores que permanecen en sus casas «de manera localizable» con los que se cuenta para que pueden asumir un riesgo «que no es muy alto» como el de la colaboración de desinfección de espacios donde no están llegando las empresas de limpieza municipal «por distintos motivos», ha argumentado Ismael.
Por otro lado, ha explicado que un ocho por ciento de la plantilla está en su casa sin trabajar por cuarentena ya que «están en contacto con gente que sí que tiene el coronavirus pero ellos todavía no saben si están o no contagiados».
En relación a las salidas de emergencia que están realizando, Ismael explica que «afortunadamente han bajado un poco» en relación a los incendios, mientras que en las solicitudes de rescate de personas que están atrapadas en casa o personas mayores está habiendo «un goteo un poco mayor de lo normal».
AL SERVICIO DE LAS AUTORIDADES
La incorporación de alguna labor nueva y reducción de las salidas por los motivos habituales son los principales cambios observados por Rafael Moraleda, bombero en el parque de Ciudad Real, en el desarrollo de su trabajo desde que se decretó el estado de alarma por la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.
En declaraciones a Europa Press este bombero ha explicado como desde este martes el cuerpo al que pertenece se ha puesto a disposición de los municipios para realizar labores de desinfección tras recibir una circular de la dirección a todos los jefes de parque.
Conocedor de situaciones límite, ha trabajado en varias catástrofes naturales en diferentes países, ha destacado lo difícil de afrontar lo que se está viviendo ya que en otro tipo de situaciones el riesgo lo «tienes en cierta manera controlado porque sabes que tu función es esa, estás preparado para ello y sabes que no vas a tener más riesgos exteriores que los de la propia intervención».
En cambio en el caso actual el problema es la incertidumbre que crea el hecho de que «virus no se ve, sales a la calle y ya no solo dependes de que tú tomes las medidas de precaución».