1. Me dice un amigo médico que se encuentran, él y sus compañeros de actividad y de profesión en hospitales y centros de salud, combatiendo la pandemia de coronavirus igual y de forma parecida con las armas utilizadas por un médico del siglo XIX.
Sólo con la cuarentena y poco más. Faltos de protección y de tratamientos. Tanto progreso para acabar invocando al doctor Semmelweis y sus abluciones manuales, antes de los reconocimientos médicos y quirúrgicos de la Viena del siglo XIX.
2. El confinamiento tiene una contrapartida importante. Y es que, finalizado el periodo de reclusión, en algunos individuos ha surgido una imparable e inconfundible agorafobia. Casi como James Stewart en La ventana indiscreta, que concibe el mundo desde esa ventana, donde ve pasar la muerte vecina. Esto es un impulso psicopatológico de los individuos que, recluidos largo tiempo, experimentan un rechazo contrario que los lleva a rehuir los espacios públicos, en sentido inverso a los padecimiento de la claustrofobia. Tanto tiempo encerrado acaba concluyendo con un rechazo a salir y con un temor a hacerlo. Una suerte del conde de Montecristo.
3. La práctica del encierro o clausura que dicta la cuarentena determina una suerte de germen de individualismo imparable. Tanto moverse en la limitación del espacio individual nos acaba convirtiendo en seres antisociales y hoscos. No diré en ciudadanos antisociales, porque esa expresión es un puro oxímoron. El ciudadano se construye sobre la ciudad, la civitas y sus relaciones colectivas. Por lo que no se puede construir y aseverar la relación de ciudadanos individualistas. O se es ciudadano, o se es individualista. Pero no ambas cosas al mismo tiempo.
4. Otro aspecto que se suscita en el ejercicio del confinamiento es la apoteosis del autoritarismo, como escribía días pasados Cesar Rendueles. En una atenta observación, constataba el elevado número de multas realizadas en estos días por infringir la cuarentena, que a todas luces resultaban desproporcionadas. La otra dimensión del control impuesto, por la coerción y la sanción, era la puerta abierta a tipos de controles orientales, a través de localizadores del GPS del móvil. Todos localizados al salir de casa y prestos a ser sancionados. Una suerte de democracia a distancia y con control remoto.
5. Junto a las efusiones diversas y de todo tipo, la otra apoteosis destacable es la de la escritura autorreferencial y presuntamente meditativa. Raro es el medio escrito –físico o digital– que no presuma de tener entre sus colaboraciones al autor de algún diario de la pandemia y del agobio consecuente, siguiendo la estela del mítico Daniel Defoe y su Diario del año de la peste. Con la salvedad de que Defoe cuenta a toro y epidemia pasada y estas piezas están producidas al calor del contagio. He constatado, entre otros, aquí en Miciudadreal el Diario de pandemia de Manuel Valero;Diario viral de Iñigo Domínguez en El País; en el mismo medio la rescatada Maruja Torres vuela con Vieja, amortizada y en casa y una suerte de 13 Rue del percebe, llamada La casa de los Peláez de Antonio Orejudo; Diario alegre de un encierro triste en Hombre de Palo de Enrique Silvay hasta un suelto de José Luís Loarce en La Tribunanavega como eso, como Diario de un náufrago.
6. La otra metáfora de estos días de confinamiento es la medicalización social, en la estela de lo escrito hace cuarenta años por Iván Illich y la llamada Sociedad medicalizada. Que venia a cotejar que a medida que mejoraba la dotación sanitaria de las sociedades–el gasto sanitario, por entendernos todos–, aumentaban el número de pacientes y de enfermos. Terrible paradoja que puede tener lecturas enfrentadas y rara vez convergentes. Donde el papel jugado por la acusación de ‘los recortes previos del adversario político’ han tratado de desviar la atención de una gestión harto discutible y sorprendido por el alud de contagios no diagnosticados. Hay quien ha constatado que esa medicalización informativa, que arrebata los telediarios y las emisoras de radio, se ha producido sobre el vacío dejado por el otro gran mito de las esferas contemporáneas, como es la información deportiva. En ausencia de retos deportivos, quedan la sucesión imparable de datos médicos y sus no menos importantes proezas. Aunque no sean realidades intercambiables, y menos en estas circunstancias. Lo que si se ha desvelado es la falsa economía del deporte: una semana de parón de acontecimientos y todo se va al carajo. Tanto como para hacer ERTES de los grandes clubes de fútbol.
7. La idea desplegada por de Umberto Eco y otros autores más, como Furio Colombo, en el trabajo escrito en 1973, llamado La nueva Edad Media, daba cuenta de un hecho significativo: la polaridad del pensamiento medieval. Frente a la complejidad de cualquier momento histórico, en momentos de crisis como el que vivimos, se opta por la simplificación de lo binario, como nueva Suma Teológica. Lo bueno frente a lo malo, lo benigno y lo maligno, lo deseable y lo indeseable, la salud y la enfermedad, lo positivo y lo negativo, el calor y el frio. Una simplificación que hace que todo lo veamos –no según el color del cristal por el que miramos– de forma polarizada y maniquea. Ahora la divisoria social es la de bendecir o culpabilizar la gestión gubernamental, y ello suscita tremendos enfrentamientos, que hacen política de la salud, incluso del dolor como ya había aventurado Pablo Iglesias, vicepresidente de gobierno y atento oyente al ruido del proscenio. Textos lo de 1973 que describen la fragilidad actualizada del presente universal, que por muy tecnificado que se encuentre no impide la aparición de gestos, grietas y restos del primitivismo dormido que súbitamente despierta, llora y grita. Y se pregunta en binario.
8. Y ello, la posición binaria ilumina el presente digitalizado. Incluso nos lleva a preguntarnos ¿qué sería de nosotros sin la digitalización actual? No sólo por la pesadilla de un encierro analógico, sólo con libros y música, frente a la ola visual de redes, grupos de WhatsApp y blogosfera. Lo ha hecho y lo ha dicho el presidente Sánchez, en la enésima comparecencia interminable y escasamente aclaratoria –y muy poco digital–. Comparecencias –en prime time– que no sólo suplen el hastío de la prórroga futbolística, sino que imitan un modelo sudamericano de nefasto recuerdo, como Aló Presidente. Preguntas seleccionadas, sin opción de repreguntar que concluyen olvidando la primera de las preguntas formuladas, al haber empezado por la segunda y haber realizado un largo viaje aforístico e hipocorístico. Circunstancia que dan cuenta de la primacía de la Ciencia y la Técnica, según propias declaraciones reiteradas: ‘Seguimos los consejos y conclusiones de asesores, científicos y técnicos’. En sentido contrario a los manifestado por la presidenta del Congreso Maritxell Batet en su artículo del pasado 31 de marzo Política en tiempo de crisis. Donde fija la primacía y la prevalencia de la Política frente a la Ciencia y la Técnica, en sentido inverso en lo declarado por Sánchez en sus idolatradas comparecencias.
9. El tramo final de la Economía por venir, presenta unos síntomas de alta preocupación y de gran dificultad. Es tanto lo destruido en sólo trece días, desde el 13 de marzo al 26, del tejido productivo que cuesta imaginar la recuperación y el relanzamiento. Por ello se habla de un nuevo Plan Marshall europeo o de unos españoles Pactos de La Moncloa, para restañar heridas y para recuperar el aliento. Suscitar coincidencias y unanimidades no parece sencillo cuando la política precedente –practicada por el gobierno y sus apoyos coaligados– ha sido casi de tierra quemada, trazando líneas rojas y líneas de fuego de difícil superación. Pero lo que parece seguro es que sin esa unidad no hay remonta económica, tan seguro ello como que la operación de dirigir el rumbo con 120 escaños del Parlamento es tarea digna de Sísifo.
10. Frente al estatismo impuesto por el confinamiento, llama la atención su contraria previa: el enorme nomadismo que dicta la globalización. Días antes de la cuarentena, viajé por estaciones y aeropuertos –era final de febrero– y comprobé cómo la condición contemporánea precrisis era pura movilidad del nómada, frente a la somnolencia actual del ciudadano sedentario, acorralado por la pandemia, acosado por elcontagio y asustado. Esa visión metafórica del sedentarismo lento y asustado resplandece en la colas de acceso a las farmacias y supermercados: ciudadanos entregados a la espera. Antes la aglomeración acelerada de los ciudadanos y las colas de individuos se producían en los accesos de las autopistas en vísperas del puente, y en la entrada de los espectáculos, hoy desaparecidos.
José Rivero
Divagario
Muy bueno.
Me ha gustado el artículo. Señalar que se está combatiendo con armas de otro siglo. En general la medicina está en pañales. Vemos una barbaridad cuando antiguamente para quitar un dolor de cabeza trepanaban el cráneo. Hoy es la misma barbaridad. Tienes un bulto en un brazo y te lo cortan. Las sanciones, imagino que justas hasta que no hay toque de bolsillo la gente no aprende. También entiendo que los recortes fueron necesarios en ese pozo sin fondo que debe ser la sanidad. Con ellos o sin ellos hubiera pasado lo mismo. Y cierto es que los actuales ineptos que nos gobiernan han hecho una cortina de humo con el tema recortes. Es el peor gobierno posible para salir de esto. Nunca sabremos si con otro gobierno hubiera pasado otra cosa mejor o peor pero son los que están y ya no hablo de su gestión ahora, sino de cómo se gestó este bodrio que tenemos de gobernantes. En definitiva una cosa sin vida como es un virus que no se puede matar, si combatir, ha puesto en jaque al mundo. La medicina sigue estando en pañales, avanzando pero en pañales. Dentro de 50 años pensaran igualmente que barbaridades hacia la medicina.
¿El peor gobierno posible…? Este gobierno es al que le ha tocado gestionar el mayor marrón de la democracia de lejos. Un verdadero drama. Es una situación tan complicada que si algo tengo claro es que durante esta brutal crisis Casado, Arrimadas, Abascal , sus familias y parroquianos de todos los pelajes le están dando gracias al Altísimo por no ser ellos los que gobiernan. Y, a sensu contrario, los de PSOE y Unidos POdemos , la mayoría de ellos, se están arrepintiendo hasta de haberse presentado a las elecciones.
La imaginación es libre, hermano. Libre eres de imaginar que con Casado nos habríamos ahorrado tantas muertes. Los españoles gustamos de jugar a los contrafactuales. Pero yo tengo la casi seguridad de que los muertos serían los mismos o más. Con Felipe González, Aznar, Zp o Rajoy.
Recuerden la «bonita» gestión que se hizo con el 11M, Prestige, yak 42, metro de Valencia.
España es un referente internacional de lo que no se debe hacer.
Y eso solo tiene un culpable y es el Gobierno.
Los hechos y el escandaloso número de fallecimientos no los vas a ocultar.
La política sectaria del gobierno se ha impuesto desde enero a la salud de los españoles.
Y esta es la realidad.
Cómo gestor la izquierda, no tiene parangón, ya sea socialmente, económicamente sanitariamente, educativamente… Ha quedado demostrado a lo largo de la historia democrática de este pais, donde salvo contadas excepciones, lo ha hecho infinitamente peor. Y todo ello como consecuencia de su ideología, sectarismo, odio… Ha sorteado las crisis a duras penas. Durante sus mandatos, el país se ha mantenido relativamente bien, y ha sobrevivido, como consecuencia de la inercia de gobiernos anteriores. Ya, Felipe González cuando dejó de gobernar, dejó al país tiritando. Que decir, del nefasto Zapatero, que salió huyendo, incapaz de terminar la legislatura, habiendo dejado al país en la miseria más absoluta. Y aun cuando la crisis fue mundial resulta que el más perjudicado fue España. Es exactamente lo mismo que ha ocurrido ahora, donde una crisis sanitaria mundial, donde teníamos los precedentes de países a los que les afecto antes (China, Italia) y su evolución, con mayor conocimiento sobre la misma, por el tiempo transcurrido desde el inicio, por las advertencias de las autoridades sanitarias…
Resulta que de partir como farolillo rojo, nos ponemos a la cabeza mundial en el número de contagios totales, muertos, contagios entre sanitarios, en carencia de medios de protección, de test… Resumiendo: como el culo.
Llamarte facha, tratar de censurarte y matarte civilmente….
Si denuncias lo que has dicho porque lo hemos experimentado y es real.
Es el fascismo rojo…de siempre.
Y aquí se multiplican los ejemplos exponencialmente.
AM has cambiado correo? Apareces como un cuadrado verde y como un triángulo azul invertido. Eres el mismo o te están copiando?
Soy yo con distintos correos.
Me salen los dos y no presto atención a cual elijo.
Pero soy yo.
El troleo viene con hacerse pasar por mí copiando mi nombre.
Soy el objetivo principal.
Consecuencias de la libertad.
En Venezuela ya hubiera sido eliminado.
Porque no me cabe duda de que son lo que siempre han sido.
El comunismo es una doctrina criminal.
Ok ya estaba perdido
Buenas reflexiones.
Y un apunte mas: La foto de la cola en el Mercadona pone los pelos de punta. De nada vale estar confinados en casa si luego nos amontonamos sin respetar muy celosamente la distancia de seguridad cuando bajamos a comprar. Todos, absolutamente todos los de la foto, están haciendo inútil su estancia en casa.
Eso ha sido desgraciadamente un foco de contagios.
Yo pasé mucho miedo al ir a la compra los primeros días.
Veía además a muchos abuelos sin protección…
Pero claro las mascarillas y los guantes para el gobierno en esos días no eran importantes…
Ahora si.
Ni siquiera se han molestado en decirnos cómo podemos hacernos las mascarillas en casa.
A mí me las hizo mi suegra, a la que quiero mucho. Una de las mujeres más inteligentes y capaces que conozco.
Mi madre otra.
Qué generación.
Los primeros días, con toda la incertidumbre de una situación desconocida, creo que se dieron escenas que llegaban al pánico en algunos supermercados, al menos aquí en Madrid donde estoy.
Por suerte creo que esa fase ha pasado, aunque se siguen viendo actitudes que hay que seguir corrigiendo. Dicen también que es nuestra forma de ser mediterránea, mas cercana y sociable…
Cambios que habrá que ir interiorizando.
Cuide y disfrute de su suegra, son un tesoro. Si me puede hacer llegar una de esas mascarillas… 😉
Yo también estoy en Madrid.
Busque filtros de café en el supermercado, el Corte inglés los tiene. Luego grapas y gomas elásticas.
Cuido de mis suegros, los tengo enfrente y como si fueran mis padres.
Yo creo que la foto es de los primerisimos días ya que ahora no pasa eso. Según veo lo que ocurre aqui
Pepe, tienes que publicar un ensayo de todo esto.
Ojo con las mascarillas caseras.
No hay otra cosa.
Evita que salgan partículas al toser. Todas no pero la mayoría.
O impiden que nos entren de otros.
Menos es nada, y nada es lo más peligroso.
No hay otra cosa.
Guantes y mascarillas cada vez que se salga.
Corre por ahí un video donde se ve la inutilidad de las mascarillas caseras. Es mejor que nada pero no protegen ni para uno ni para los demás. Mira a ver que puedes colocar en medio, alguna otra capa
Yo utilizo FILTROS DE CAFÉ no servilletas ni papel higiénico.
Tú no te preocupes hombre, a bicho malo nunca le pasa nada.
En todo caso por favor quedate en tu cueva, tu lo único que puedes hacer es expandir el Covifachi36.
He aquí el fascismo.
Al coronavirus, el autoritarismo cotilla, los policías de balcón a los que alude César Rendueles y los propagadores de coronabulos e intoxicadores compulsivos , nuevos elementos muy en boga , ahora, esta página es un claro exponente, hay que unir Radio Patio ( consejos para fabricar mascarillas y homenajes a las suegras). Pobres suegras, sacadas a colación sin otorgar su licencia.
Si huyes de la realidad te conviertes en un imbécil.
Sencillamente.
Qué pasa por hablar bien de mi suegra.
Te jode??
CUANDO EL GOBIERNO NOS HA DICHO COMO FABRICAR MASCARILLAS EN CASA????
PORQUE AHORA HAY QUE PONERSELAS…
ANTES NO.
ATAJO DE SINVERGÜENZAS.
Edipo es el perfecto ejemplo como lo era Hobbes…
DEL FASCISMO DE LA IMBECILIDAD.
O la envidia y la maldad de toda la vida en los rojos.
Si es el mismo
Los catetos de radio macuto, jeje.
Tal vez la crisis del ‘coronavirus’ puede constituir un punto y aparte en el modo de afrontar la globalización de mercados y comunicaciones. Estamos comprobando que la interconexión no trae por sí sola la solidaridad o la humanidad…..
…y sin necesidad de ideologías.
La realidad nos permite abrazar nuestra fragilidad y eso nos hace más fuertes y humanos.
Pinchó afortunadamente la burbuja del individualismo narcisista.
Es original, no copio.