Comunicado.- CCOO valora el esfuerzo y la llegada de EPIs al sistema sanitario de CLM, pero le preocupa la descoordinación y la desinformación con que se ha realizado su distribución y advierte que el material recibido sigue siendo insuficiente.
Todas las personas que trabajan en los centros y servicios sanitarios de la región han estado y están muy expuestos al virus. Hoy menos que ayer, sí. Pero es imprescindible completar lo que aún falta y establecer mecanismos que garanticen un suministro suficiente y la reposición, con la regularidad requerida, de los equipos de protección y del resto de material sanitario necesario para afrontar la pandemia.
También es necesario disponer de manera preventiva de los test diagnósticos del COVID-19 para los profesionales sanitarios, ya que no detectar los casos de profesionales infectados a tiempo es un riesgo tanto para los pacientes como para la propia labor asistencial.
Y garantizando, tanto en elementos de protección, en material sanitario y en test diagnósticos, tanto la cantidad necesaria y su reposición como la eficacia de los mismos.
La falta de material ha sido y es especialmente preocupante en los servicios de urgencia, medicina interna y unidades de cuidados intensivos, pero también en el transporte sanitarios, en los centros de atención primaria, en las residencias de tercera edad y en los servicios de ayuda a domicilio, que son precisamente donde se concentran los grupos de población en los que el contagio por coronavirus puede revestir mayor gravedad.
Es evidente que han fallado las medidas preventivas, no solo por la falta de medios adecuados también por falta de previsión; y lo evidencia que en los últimos días un tercio de los casos nuevos de personas afectadas por el coronavirus han sido profesionales sanitarios, más los muchos otros que se encuentran en aislamiento preventivo a la espera de confirmación. El riesgo que conlleva el mantenimiento de esta situación es evidente: podríamos quedarnos sin la columna que sustenta la sanidad pública, sus profesionales.
Tanto la consejería de Sanidad como el Ministerio de Sanidad han informado en repetidas ocasiones de la llegada de EPIs a los centros de trabajo, sin que los anuncios se hicieran realidad, generando así una incertidumbre que contribuye a aumentar más, si cabe, el estrés laboral y emocional del personal.
Hoy sí se ha notado. Al fin. Aunque nadie sabe muy bien qué ha llegado a cada centro y en qué cantidad. Así que también se ha notado hoy la descoordinación y la desinformación que arrastramos durante toda la crisis sanitaria y que dificulta aún más su superación.
El apagón informativo al que someten muchas de nuestras gerencias (Guadalajara, Mancha Centro, Puertollano, Talavera, Cuenca…) a los representantes de los trabajadores (RLT) solo contribuye a profundizar aún más en la sensación de improvisación con la que se van tomando las decisiones por parte del Sescam.
Es necesaria una mayor participación de las RLT en las decisiones sobre las estrategias a seguir, tanto en lo referente a la prevención como en la reorganización de equipos y servicios. Contar con nuestros profesionales contribuiría a mejorar la gestión.
Somos conscientes de que estamos en un momento de aunar esfuerzos, pero una vez superada y vencida la pandemia, será el momento de evaluar y revisar las políticas sociales y su financiación, reforzando los servicios públicos de salud, que hoy más que nunca se proclaman como esenciales y pilares fundamentales de una sociedad justa, equitativa y solidaria. Será responsabilidad de los gobiernos, centrales y autonómicos, abordar las medidas necesarias para reforzar el sistema nacional de salud, apostando por un servicio público fuerte, de gestión directa que tenga capacidad de atender la actividad ordinaria pero también pueda responder a necesidades excepcionales como la que estamos viviendo.