Comunicado.- En Cáritas Diocesana de Ciudad Real seguimos atendiendo a las personas sin hogar a través de los recursos del programa de inclusión, que abarcan cinco centros en nuestra provincia, dos en Ciudad Real capital, uno en Alcázar de San Juan, otro en Daimiel y otro en Puertollano.
En estos momentos de emergencia sanitaria es vital para nosotros seguir al lado de las personas más vulnerables y que más nos necesitan. Por eso hemos decidido, pese al estado de alarma no cerrar nuestros centros porque agravaríamos aún más la situación que ya vive el país. Como bien reza nuestra campaña La Caridad No Cierra. Por todo ello, y a pesar que la pandemia nos llegó en plena restructuración habiendo señalado el cierre de uno de nuestros centros, CAI Virgen de Gracia en Puertollano. Hemos seguido nuestra propia identidad en esta crisis sanitaria y se ha suspendido el cierre durante el tiempo que sea necesario.
Entre las medidas que hemos tomado destaca la prevención, al extremar las medidas de seguridad e higiene durante el confinamiento. Guardando las distancias establecidas, haciendo turnos en los talleres y comedores para evitar la aglomeración de personas, anular las citas previas, suprimir las citas médicas que sean rutinarias e higienizando muy a menudo los habitáculos. Además, de no permitir las visitas a nuestros centros, ni la salida de los residentes.
Se han establecido también turnos mínimos para los trabajadores de forma que pasan menos tiempo en el centro para preservar la seguridad de todos. En definitiva, se ha adecuado el servicio siguiendo las normas de convivencia y confinamiento que nos marcan los organismos oficiales. Realizando un trabajo conjunto de coordinación entre los servicios sociales locales, la Consejería de Bienestar Social y Sanidad.