Jesús Millán Muñoz.- Bargas de Toledo está conformando un museo de escultura al aire libre, en plazas y calles. De tal manera, que se está cambiando la fisonomía. Hasta dónde sé y conozco es un proyecto abierto, que todavía no está terminado.
Según mis informaciones existen diversos museos de escultura al aire libre, entre otros el de la Castellana en Madrid que ahora se denomina Museo de Arte Público de Madrid, el de Alcalá de Henares, el de Leganés, El Bosque de Oma, Parque de Urdaibai, Museo de Genalguacil, Málaga, Museo Vostell de Malpartida, Parque Escultórico Puerto del Rosario, Fuerteventura, Museo de Escultura al Aire Libre de Cáceres, Illa do Cobo de Esculturas de Pontevedra, Museo de Arte Contemporáneo al Aire Libre Andalucía en Aracena, “Solo Houses” en Matarraña, Teruel, el CDAN, en Huesca, NMAC, en Véjer de la Frontera, Cádiz, Chillida Léku, en Gipuzckoa, Museo al aire Libre en la Senda del Tajo, de Toledo, Museo de Escultura al Aire Libre de Berrutti en la Cabrera y Valdemanco, etc.
Hasta donde conozco, este museo de Bargas está formado por una veintena de obras, de esculturas al aire libre. Puede que para muchas personas, este hecho, no tenga suficiente importancia. Entre otros motivos, porque no será entendido el concepto, ni las obras, siendo importantes, pueden ser que no sean de grandes escultores internacionales.
Pero tenemos que tener otra perspectiva sobre esta realidad. Quizás, en las ciudades que no son los grandes centros artísticos del mundo, es decir, que no son Berlín, Londres, París, Nueva York, San Francisco, Pekín, etc., tenemos que empezar a valorar obras, que en cierto modo son similares, son o están dentro del estilo internacional, pero por autores plásticos, que son considerados en el ranking nacional o mundial de segunda fila o de quinta. Pero si, por un momento, olvidamos el juego de las grandes casas de subastas, de las grandes galerías y marchantes internacionales, de los grandes museos de arte y de arte contemporáneo y de escultura del mundo.
Si, nos olvidamos de todo ello, y nos muestran una “gran escultura”, de un gran artista mundial, pero no conocemos su nombre, y otra escultura de un autor plástico considerado de segunda o de quinta en el ranking mundial, nos daremos cuenta, que si está realizada con similares materiales, por lo general, son muy parecidas y similares, en formas, en significados, y salvo especialistas y expertos no las distinguirían…
Dicho de otro modo, casi todas las grandes catedrales góticas se parecen. Y, no todas fueron realizadas por los mismos autores, la mayoría tardaron un siglo o dos o más en terminarse. Pues algo, similar, pasa con el arte de cada tiempo, dentro de diversidad de tendencias, como existen cientos de miles de autores plásticos, pues existen diez o doce o una treintena de conformaciones plásticas que en ellas, trabajan docenas de miles de artistas. Por consecuencia, aunque no quieran oírlo, los resultados son similares, solo cambia la firma y todo lo que va aparejado a ella, salvo alguna obra excepcional, alguna obra maestra que trascenderá los siglos..
Por consecuencia, cada ciudad o localidad o entidad territorial, con mesura y medida, pero sin pausa, podría unirse a esta iniciativa. Habitamos miles de ciudades, pueblos, aldeas, barrios de ciudades. En todas o en casi todas, existen espacios públicos, rotondas, plazas, bulevares, calles, etc. Todas las ciudades y pueblos, con tranquilidad, podrían ir creando pequeños museos de escultura al aire libre, incluso de pinturas al aire libre. Formando y conformando un nuevo paisaje. El arte eleva de alguna manera la percepción y la mirada, eleva el conocimiento, libera de algún modo al ser humano de la negrura, aunque una escultura no termine de entenderse, ni de comprenderse, ni de ser, ni de estar totalmente por gran parte de la población. No cabe duda, que es un elemento de alegría, de claridad, de luz, de belleza, de veracidad…
Cualquier pueblo o barrio de gran ciudad o aldea puede ir poco a poco, haciendo una especie de museo de escultura al aire libre, valiéndose de concursos, si no anuales, si cada dos o tres o cinco años, cuándo tengan un dinero para dicha realidad, y después, la escultura ganadora, y alguna más que los autores donen gratuitamente, que muchas veces ocurre, o algunas compradas, en pocos años realizar dicha posibilidad o dicha entidad o dicho proyecto. Incluso valiéndose de autores de la comarca, o de la provincia o de la región…
Se han encontrado Venus prehistóricas, esculturas de hace treinta y cuarenta milenios. Es decir, la escultura, no es un hecho que acabamos de inventar o descubrir, sino que está con la humanidad, desde hace miles de años. Han cambiado los estilos, posiblemente, las razones de su uso o de su realización, los lugares en los que se han situado, las interpretaciones y los mensajes. Pero es obvio, que la escultura es una realidad humana, con múltiples significaciones, que están con nosotros desde hace milenios.
Basándonos en esto, para elevar diríamos la categoría estética de cualquier ciudad, barrio, aldea, pueblo, comarca podríamos seriamente, los regidores actuales de todas esas conformaciones entitativas administrativas, con la ayuda también de instituciones privadas, en cada pequeño lugar de esta Piel de Toro, también de la Mancha, proponerse y proponernos empezar a construir, a tener la voluntad, teniendo en cuenta, lo que ya disponen de un museo de escultura al aire libre.
Es más, ciudades de tamaño medio, digamos entre treinta y cincuenta mil habitantes, posiblemente, ya tienen una veintena de esculturas al aire libre. Por lo cual, sumando a ellas, una docena más, ya tendrían una especie de museo al aire libre de esculturas. Solo hay que tener la voluntad de hacerlo, de enviar ese mensaje, de presentar este marketing de esta manera… ¡Señores y señoras de Almagro, de Ciudad Real, de Puertollano, de Manzanares, de Valdepeñas, de Alarcón, de Albacete, de Cuenca, de Guadalajara, de y de…, se quieren enterar del tema!