Francia, como siempre

Siendo Ramón Jáuregui Delegado del Gobierno en el País Vasco encargó la traducción al francés del Estatuto de Guernica y lo envió a los alcaldes del PSF animándolos a realizar un simple ejercicio: comparar las competencias del País Vasco aquende los Pirineos con las de allende. De poco sirvió la iniciativa.

Las élites francesas –con excepciones, por supuesto- se han caracterizado por pretender conquistar el mundo sin apenas despeinarse y elevar a categoría épica episodios menores.

Ante su imposibilidad para forjar un gran imperio permanente, dedicaron su esfuerzo e ingenio a vilipendiar al de los vecinos pirenaicos y apoderarse de él a la intrigante manera: algo acorde con la galbana y el frenesí verborreico de los pavoneados salones de París.

Convencieron al mundo de que la toma de la Bastilla había sido un hecho heroico. En realidad, en la prisión-fortaleza los encarcelados podían contarse con los dedos de la mano derecha y algunos prestados de la izquierda -o viceversa- y la resistencia fue prácticamente nula.

La historia de Francia está llena de imposturas y demasiadas traiciones, como su alianza con el imperio otomano a pesar de que Solimán estuviera a punto de entrar en Viena en 1.529; un trienio después, Carlos V marcharía con urgencia en defensa de la capital austriaca; al enterarse, Solimán se retiró evitando el enfrentamiento. Hay que recordar que el monarca francés era apodado el Cristianísimo, es decir, un adalid de la defensa de la Cristiandad. Sin embargo, estuvo dispuesto a permitir que los turcos arrasaran Europa si con ello conseguía destruir al Imperio Español. Por supuesto, tampoco participaría en Lepanto.

En la II Guerra Mundial, la colaboración con el nazismo fue la práctica dominante. El papel de la resistencia armada, construida a partir del Partido Comunista, fue residual salvo en la mitología cinematográfica. La habilidad de De Gaulle, junto a la magnanimidad estadounidense y de la URSS, permitió que un Estado afín al nazismo fuera elevado a la categoría de aliado vencedor y ocupara uno de los puestos permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

La Francia del centralismo patológico. La que impuso a golpe de guillotina, primero, y de represión, después, la unificación idiomática en torno a una lengua minoritaria en la época revolucionaria -la hablada en la Ile de France-…….

Merece la pena hacer hincapié en el hecho de que en la I Guerra Mundial las tropas francesas tenían dificultad para entenderse entre sí y las órdenes de sus mandos debido a la diversidad idiomática aún viva a pesar de la enseñanza pública obligatoria; porque hay que recordar que la escolaridad obligatoria tuvo una misión clave: erradicar las peculiaridades regionales e imponer en un tiempo mínimo la homogeneización cultural mediante la erradicación de las otras lenguas, llamadas despectivamente patois.

La Francia de la Revolución, que convirtió Haití en tierra devastada por el sistema empleado en el cultivo y recolección de la caña de azúcar, donde hoy es casi imposible cultivar nada por la acidificación del suelo, gracias a esa idea ilustrada del progreso a cualquier precio que impuso una productividad demencial.

La Francia que descolonizó sus posesiones africanas tras exigir una compensación económica por las infraestructuras realizadas en la época colonial y estableció como moneda una variedad del franco francés controlada desde París hasta hoy: el CFA

Estas élites francesas, que prohibieron el uso oficial del catalán en 1.700, se han permitido recibir a Puigdemont desenrollando una alfombra roja a su paso por Perpiñán.

Francia, siempre dispuesta a aliarse o dar cobijo a cualquier interesado en destruir a su vecino del sur. Estuvo atenta a los movimientos de Ibarretxe, al igual que Alemania o el RU. Dio refugio al terrorismo etarra, negando una realidad que no le interesaba aceptar; ella sabrá por qué.

Francia, al igual que Alemania, los Países Bajos o el RU y sus satélites nórdicos, nunca serán aliados fiables de España. A nadie le debería extrañar.

La geopolítica es un concepto relativamente moderno; su ejercicio, muy antiguo.

España sólo les sirve si se niega a sí misma o acepta desaparecer, bien inmolándose; bien, saltando por los aires con la colaboración necesaria de sus gobiernos “democráticos”.

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz

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7 COMENTARIOS

  1. Estoy de acuerdo contigo Marcelino, pero he de reconocer que envidio de Francia, la fortaleza de su Estado.

    El modelo de Estado centralista es lo mejor que trajeron los Borbones.

    Y ese modelo no es incompatible con el reconocimiento de las regiones, pero tienen claro que primero es lo general y luego lo local.

    El Estado es fuerte si su tecnocracia es fuerte, y aquí hasta la Abogacía del Estado se ha convertido como en las dictaduras en Abogacía del Gobierno.

  2. Ahora mismo no hay que echar la culpa a Francia de nada cuando nosotros solitos hemos votado lo que se ha votado, y todo el mundo sabía lo que iba a suceder con los dirigentes actuales de esos conglomerados y pseudo partidos(de la patética oposición mejor ni hablo). No vamos a escandalizarnos cuando ya campan a sus anchas señores que intentaron partir una nación sin importarles nada ni nadie, cuando se negocia no sé qué con señores que solo quieren saber en qué carrillo te dan la torta del procés», cuando se quiere cambiar el CP a la carta, cuando se extorsiona al resto de España para darles hasta lo que no han pedido negándonos a los demás las migajas, cuando se elige fiscala generala a una exministra fiscala, jueza y parte, en fin, es que sobran comentarios por perogrullescos. saludos.

  3. Francia no es una nación, es una idea que ha sido acogida de modo acrítico más allá de las fronteras físicas donde dicen los mapas que se ubica. Como nación Francia sigue su propia estela de intervencionismo en los antiguos países colonizados, estados fallidos todos ellos para permitir que sus élites extractivas continúen lucrándose. Dentro de Europa, las fronteras francesas no quedaron configuradas hasta después de 1945, y las tensiones territoriales en el noreste estaban y siguen estando presentes. Que resulta incomprensible que la tierra de la fraternidad e igualdad pueda amparar a terroristas y golpistas varios forma parte de su tradición, no precisamente la revolucionaria sino la mercantilista de prestar y cobrar a posteriori con intereses. Esa técnica puede fallar alguna vez, véase con Irán, pero es un riesgo asumible como parte de un negocio que sabe venderse muy bien.
    No creo que Francia quiera mal al vecino del sur; sencillamente en su tradición está que nadie a su alrededor rivalice. En el siglo XIX España dejó de ser rival y apareció Alemania, y en esas estábamos hasta la constitución de la UE y organismos precedesores, con el chauvinismo siempre presente.
    Otra cosa es que los que habitamos al sur de los Pirineos seamos carne de diván de psiquiatra.

  4. Efectivamente Don Marcelino

    La pregunta es si éso lo ha hecho Francia sola o la han acompañado estados que luego se nos presentan cómo inseparables de nuestras esencias patrias.

    ¿Quien ha acompañado a Francia en meternos el dedo en el ojo, antes y después de lo de Paris y la misa? .. por desgracia, y se lo diece un católico, me parece que los intereses de Roma (los temporales) no van de la mano de los nuestros.

    Sólo así se entiende que no tengamos esos separatismos apoyados por lo mas granado del clero, y que el proximo presidente de la conferencia espiscopal sea lo mas parecido a un Zapatero que se pueda encontrar entre nuestro obispado.O que el arzobispo de Madrid se las tenga tiesas con Ortega Smith por el tema de la valla de Melilla/Ceuta.

    Y que por desgracia no sea una novedad.

    La ventaja de Francia es que es un enemigo fácilmente reconocible, incluso entre nuestros ilustrados patrios durante la lucha contra el francés estuvieron claras cuales eran sus prioridades.

    La desventaja de Roma es que escribir lo que acabo de escribir es doloroso, y difícil de reconocer. Pero no hacerlo no cambirá los hechos.

    Y los hechos son que nuestros intereses desde poco mas allá del XV no son los mismos, y de que los intereses de Francia y Roma (recuerdo que los interese no cambian con los regímenes, por ejemplos los de Rusia fuerosn/son los msimos con zares, comunistas y Putin) van de la mano en cuanto se trata de ciscarse en los muestros.

    Un cordial saludo

  5. Marcelino necesito que me des consejo. Mira lo que me pasó: supuestamente me dió un brote psicótico.Una noche iba andando por la calle y me paró la policía local, los guardias me dijeron que yo no estaba bien y llamaron a una ambulancia. En el hospital, tras descartar en los analisis que tomé drogas me llevaron a la parte de psquiatría donde estuve una semana ingresado y de alli me trasladaron a un centro psquiatrico en el que estuve un mes; en ambos lugares me medicaron con psicofármacos. Y ahora, el psiquiatra no quiere quitarme la medicación, medicación que me tiene agotado todo el tiempo y me impide leer y concentrarme. Llevo una vida de zoombie, antes de lo que me ocurrio de tropezarme con esos uniformados masones sentía amor incondicional, vitalidad y con mucha comprensión del universo tras leer a Rhonda Byrne ahora en cambio tengo fatiga tras la inyección que me dan y depresión. La farmafia me está dando antipsicóticos, estoy destruido mentalmente

  6. Marcelino yo confió en ti, se que puedes salvarme con consejos. Te pido disculpas por lo pesado que he sido, necesito que me des otra oportunidad de ser amigo tuyo, espero que mi estado actual cause en ti algo de compasión, estoy muerto en vida con los antipsicóticos que me inyectan a la fuerza. Estos psicofarmacos son un veneno que te deja anulado y deteriora la salud neurológica y física bastante.

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