Manuel Valero.– No es casual que la guitarrista de Puertollano, Silvia Nogales, viniera a tocar a su pueblo natal en los preaperitivos del Winter Festival, donde ofreció un magnifico concierto en el salón del Museo García Rodero.
Tal evento, además, del contenido estrictamente musical fue de algún modo, un punto de confluencia entre dos paisanas que van por el mundo mostrando su arte: Cristina, que no necesita presentación, y Silvia, una guitarrista contumaz, delicada y vanguardista por el ensamblaje que hace entre la guitarra y otras disciplinas artísticas, convivieron simbólicamente durante un par de horas bajo el mismo techo, una en la casa de la otra.
Silvia Nogales, como Cristina, pertenece a esa diáspora de la que esta ciudad debe sentirse orgullosa. Aunque la guitarrista no tenga (aún) la proyección en su arte que García Rodero en el suyo, sí se esfuerza en encontrar un hueco entre los grandes del minoritario cupo de la guitarra clásica. Afincada desde hace años en Barcelona no le faltan proyectos e invitaciones para tocar, las últimas de Argentina y Chile, además de un disco que se grabará este verano bajo el sello IBS Artist y saldrá al mercado el próximo diciembre. Basta echar un vistazo al curriculum de Silvia. El Ministerio de Cultura le ha seleccionado varias de sus propuestas dentro del programa MusaE.
Como queda dicho, destaca en Silvia no solo su arrojo por maridar Literatura y Guitarra –Las seis doncellas (Juan Ramón Jiménez), Don Quijote entre la voz y el deseo que descubre la querencia musical de Cervantes, o Las cuevas de Altamira, una interesante combinación de guitarra plástica-sino su atrevimiento en la ejecución de partituras contemporáneas y en la música de cámara junto al saxofonista, David Hernando Vitores.
Es solo una pincelada de la trayectoria de esta puertollanera requerida en festivales de España, Europa y Latinoamérica. Según los críticos Silvia Nogales ”es una guitarrista de tremenda sensibilidad y sutileza, de bello sonido y versátil”
Con este recorrido – ha actuado en infinidad de ciudades en marcos acogedores-cuesta trabajo creer que sólo haya tocado una vez en Puertollano, lo cual es de agradecer, pese a todo. El mundillo artístico es así y a veces no basta el talento y la valía sino la diplomacia y el saber moverse en los ámbitos que puedan promocionar una carrera como la de Silvia. Tal vez sea esa la razón por la que unos tanto y otros tan poco.
Convendría no perder de vista a nuestra gente talentosa y como en el caso de Silvia, en el mundo de la guitarra clásica. No sé si la Diputación, o la Consejería de Cultura, o el propio Ayuntamiento de Puertollano u otras instituciones o empresas como Repsol o las fundaciones autóctonas de ahorro, Eurocaja Rural, Globalcaja, le seguirán la pista pero merecería la pena contribuir desde la política cultural o del mecenazgo a consolidar la trayectoria de nuestra paisana en una disciplina difícil pero agradecida en su puesta en escena.
Lo contrario sería desaprovechar el talento de jóvenes artistas que a su modo nos representan allá por donde van, en este caso a Puertollano y por extensión a toda la región. Puertollano ciudad tan denostada en ocasiones en las redes a propósito de cualquier tema tiene una nómina de paisanos/as ilustres que destacan en sus materias pero a veces invisibles a pesar de su trabajo y su talento. Obviamente todo artista que se precie debe confiar en su propia valía conseguida a base de esfuerzo y perseverancia y desde luego demostrarlo donde tiene que hacerlo: en un escenario. Pero también es cierto que por una razón u otra, algunos no encuentran el impulso de las instituciones. No se trata de la denostada subvención para vivir del cuento, casi siempre contaminada, sino de que las políticas culturales o los apoyos de mecenazgo de empresas e instituciones empujen un poco a los artistas jóvenes cuyos currículos los avalan por sí solos, como es el caso de Silvia.
Es una delicia poder escuchar a esta guitarrista diferente.
Hay que acercar la práctica del mecenazgo a los ciudadanos aunque en España tenemos una Ley mejor de lo que la gente cree, y que con sus limitaciones se ha adaptado bastante bien a los nuevos tiempos……