El joven acusado de estafar más de 60.000 euros a una mujer de 46 años en Puertollano, mientras que fingía mantener una relación sentimental con ella, ha negado que le hiciera creer que eran pareja y la cantidad que la presunta perjudicada reclama. Unos argumentos que han centrado su declaración en el juicio que se ha celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real y que ha quedado visto para sentencia.
El acusado, que en el momento de los hechos contaba con unos 24 años de edad, ha desvinculado a su madre, también acusada, como cómplice de un delito que tanto para la Fiscalía como para la acusación particular ha sido calificado como de estafa agravado por ser una cantidad superior a los 50.000 euros, según recoge Europa Press.
«Mi madre solo la vio una vez o dos y no sabía nada, ni estaba presente», ha afirmado después de contar como se conocieron a finales de septiembre de 2017 en Urgencias del Hospital de Puertollano, mientras estaban él con su mujer y ella con su marido.
«No ha habido ningún vínculo ni sentimiento, ni le he hecho creer que éramos pareja. Éramos solo amigos», ha asegurado en reiteradas ocasiones ante la Sala a la que ha explicado cómo la presunta perjudicada sabía que él tenía esposa e hijos.
Sobre el dinero reclamado, el acusado solo ha admitido un préstamo de 12.000 euros y que ella pidió un crédito para poder dárselo. «Le devolví parte, durante siete u ocho meses le fui dando 300 euros», ha asegurado, a lo que ha añadido que nunca la denunciante le sacó una tarjeta a su nombre, ni que le pagara gasolina en estaciones de Servicio de Manzanares, lugar donde vive la familia del acusado.
También ha negado que supiera que la mujer vendiera joyas o pertenencias para entregarles nuevas cantidades o que le comprara un coche que el acusado puso finalmente a su nombre y menos que le pagara fianzas.
Ha aprovechado su turno a la última palabra para alegar que la presunta perjudicada tenia diversas adiciones y como ha sufrido varias «denuncias falsas» de quebrantamiento de la orden de alejamiento que tiene respecto a ella. «Tiene un alto nivel intelectual para hacer creer a una persona lo que ella quiera», ha afirmado, añadiendo que ha estado varias veces detenido «por los puntazos que le dan».
De su lado, la madre, también acusada, ha admitido que su hijo le presento a la denunciante como una amiga, que la vio en un par de ocasiones y que no sabía nada del préstamo de 12.000 euros hasta que la llamó un día para reclamárselo. «No tengo necesidad de pedir dinero, y cuando me llamó solicité un crédito para poder devolvérselo pero me lo denegaron», ha afirmado en su declaración.
Ha negado igualmente que su hijo y la denunciante fueran pareja, «me la presentó como amiga», ha indicado, para añadir que nunca ha estado en su casa de Manzanares.
«ME ENGATUSÓ. SABE QUE SOY UNA PERSONA VULNERABLE»
La denunciante y presunta perjudicada ha presentado una historia muy diferente. Ha corroborado la existencia de la relación sentimental y que él era consciente de las enfermedades que sufre ella y que es «una persona vulnerable».
«Me engatusaba», ha asegurado a la Sala explicando cómo el acusado le presentaba situaciones «muy críticas» de dinero. «Todo eran penas y catástrofes en su vida y decía que yo era la única que le quería y le podía ayudar», ha añadido, para agregar que le llegó a decir que si no le daba el dinero iba ir a la cárcel. «Ahí empezaba mi sentimiento de culpa ya que me acusaba de que le echaba la negra», ha concluido.
En varias ocasiones ha repetido que le dijo que iban a vivir juntos en Manzanares y que ella le entregó varias cantidades de dinero en efectivo, realizó compra-ventas, tarjetas de crédito e incluso que vendió joyas y pertenencias para entregarle a él el dinero conseguido. Todo hasta sumar los más de 60.000 euros que reclama.
«Confiaba porque estaba enamorada de él y creía que era mi pareja y si no te fías de tu pareja ¿de quién te vas a fiar?», ha alegado como motivación para retirar la primera denuncia que interpuso en el mes de octubre de 2017.
Ha asegurado que ella estaba separada y él le dijo que no estaba con nadie cuando se conocieron. «Sólo me dijo que se le habían muerto dos hijos», ha indicado, añadiendo que la madre sabía todo, que fue presentada como su novia y que incluso durmió en varias ocasiones en casa de esta.
Sobre la situación en la que se ha quedado tras lo sucedido ha manifestado la ruina económica en la que se encuentra y que incluso ha tenido que recurrir a Cáritas, que la está ayudando con comida.
EL FISCAL MANTIENE LA PETICIÓN DE PENA
Tras las declaraciones, la fiscal, Carmen López, se ha mantenido en su petición de pena de tres años para cada uno de los acusados aunque ha hecho una modificación en la calificación del delito que ha pasado de ser una estafa continuada a una estafa agravada por la cantidad estafada que es superior a los 50.000 euros.
Ha considerado que han quedado acreditados los hechos, que la declaración de la perjudicada está «corroborada y justificada», y ha afirmado que ha quedado confirmado que le hicieron creer la existencia de la relación amorosa y que este es el «engaño fundamental de la estafa» ya que en base a ese supuesto amor se hicieron efectivas las diferentes entregas de dinero la pareja y por extensión a la familia.
«Ha sido toda una maniobra fundamentada que hacer creer a la perjudicada que eran pareja y que existía una situación de penuria en la que ambos acusados estaban plenamente de acuerdo», ha añadido.
Finalmente, ha hecho referencia al informe forense sobre la situación mental de la denunciante. «Concluye que no tenia alteradas sus capacidades, pero si le hacen una persona especialmente vulnerable».
Por su pare la acusación particular se ha adherido al escrito de calificaciones de la Fiscalía pero eleva sus peticiones de prisión hasta los seis años para cada uno de los acusados, considerando así que los acusados son merecedores de una pena larga porque es «repudiable» como se ha usado a su defendida «como marioneta o un animal sin sentimientos».
Ha alegado que su clienta ha quedado en tal situación económica y anímica que la jueza de instrucción le nombró a una abogada de oficio para que se ejerciera su derecho de defensa «debidamente». «Ha pasado de ser una persona que vivía dignamente a una piltrafa que tiene que ir a Cáritas para comer», ha añadido.
Ha calificado el testimonio de la denunciante como totalmente creíble, sincero y sin contradicciones y ha definido al acusado como «un estafador de los sentimientos» que ha movido los hilos de una persona sin importarle el resultado. «Desde que estas dos personas entraron en su vida esta se ha convertido en un infierno y se ha agravado su enfermedad».
LIBRE ABSOLUCIÓN
Por su parte, ambas defensas han mantenido su petición de la libre absolución de ambos acusados. Respecto a la madre, su abogada ha alegado que no ha habido ningún tipo de engaño, ni ánimo de lucro, ni prueba de donde se ha gastado el dinero ni con quien. «Sin prueba de cargo que relacione a mi defendida como que ha estafado no se le puede condenar por esta delito y debe regir la presunción de inocencia», ha concluido.
Argumentos parecidos ha mantenido el abogado del joven, Miguel López, para quien no ha quedado acreditados los hechos. Lo único demostrado, ha explicado, es que la presunta perjudicada ha obtenido prestamos pero no se ha podido corroborar que su defendido fuera el destinatario del dinero.
Ha considerado que durante el juicio se ha intentado «victimizar a la denunciante» pero ha asegurado que se ha podido ver que «no era tan víctima» porque lo tenía todo «preparado y calculado» con muchas grabaciones que no ha querido aportar al Tribunal. Unas grabaciones que en su opinión podrían aclarar muchas cosas.