La Sala Rekalde de Bilbao ha inaugurado este viernes una exposición retrospectiva temática de la fotógrafa Cristina García Rodero a través de 60 fotografías que tienen como denominador común el protagonismo de la boca humana en situaciones o retratos.
Titulada, ‘Con la boca abierta’, la exposición, que permanecerá abierta hasta el 17 de mayo, muestra por primera vez en Bilbao el trabajo de la artista, considerada una de las creadoras fundamentales en la fotografía contemporánea actual española, recoge Europa Press.
Las más de 60 fotografías seleccionadas recorren los cuarenta años de trayectoria profesional de la fotógrafa manchega, desde que en 1979 realizara la primera foto de este conjunto y hasta la actualidad. Las instantáneas elegidas muestran poses y retratos de personajes variopintos o escenas tomadas en situaciones públicas o cotidianas de grupo.
Las imágenes seleccionadas entre las más de treinta mil instantáneas que componen este extenso trabajo plasman la importancia de la boca en la obra de García Rodero y también para expresar los sentimientos y emociones del ser humano y en diversidad de situaciones.
La composición artística de la fotógrafa refleja imágenes de todo tipo, desde el llanto del bebé, a la mueca o el lamento por la muerte, de la sonrisa a la carcajada, del dolor al placer, de la sorpresa al horror, de sensualidad y sexualidad, de la inocencia a la provocación, de la ternura a la violencia, de la oración al grito colectivo.
SIN VULGARIDAD
En ese sentido, la propia autora ha explicado sobre su trabajo que en sus fotografías se sitúa «ante lugares y personas que le emocionan y le intrigan. No hay nada casual en lo que ofrezco porque busco un instante que se aleje de la vulgaridad, una fotografía única».
Igualmente ha indicado que, como fotógrafa, «va donde haga falta e intento que en ningún momento se me pase nada que pueda resultar interesante, lo que me obliga a estar alerta en cada instante y supone llenarse de lo que percibes, resistir físicamente y emocionarte con lo que ves», ha señalado la artista.
El recorrido de la exposición exhibida en la sala bilbaína repasa los diferentes estados de ánimo del ser humano en un viaje donde «se aprecia su interés por las individualidades y su necesidad de aproximarse a la gente, buscando siempre una relación cercana con las personas», ha indicado durante la presentación la diputada foral de Cultura, Lorea Bilbao.
Esta exposición temática con la boca como protagonista se exhibió por primera vez en 2014 en el Centro Tomás y Valiente (CEART) de Fuenlabrada, Madrid, donde su responsable, Juan Carlos Moya Zafra, afirmó que «la cantidad de tomas que Rodero realiza en sus reportajes es tan extensa que, tarde o temprano, en sus negativos, aparecen personajes bostezando, gritando, riendo a carcajadas o transformados por muecas de dolor».
Desde su punto de vista, lo que Rodero pretende con ese hilo conductor es «llevarnos a dar un paseo por 40 años de carrera, desde los rincones cercanos hasta los más alejados del globo, que incluyen festivales o concentraciones de masas como las Love Parade de Alemania».
La muestra se inicia con una imagen de un nacimiento que da su primera bocanada de aire, y que otorga principio a todo, para luego recorrer los más profundos sentimientos humanos en un recorrido donde se aprecia el interés de la autora por las individualidades y su necesidad de aproximarse a la gente, intentando siempre una relación cercana con las personas», afirma Moya Zafra.
En las fotografías hay espacio también para «buscar la intimidad en sitios públicos, algo que logra superando todas las dificultades en busca de lograr lo que la propia Rodero ha descrito como «fotografiar la vida misma».
Junto a la exposición, la sala ha organizado actividades complementarias como visitas y talleres, todas gratuitas y algunas con inscripción previa que incluyen recorridos comentados y actividades para grupos escolares y en varios idiomas.
TRAYECTORIA
Cristina García Rodero (Puertollano, 1949) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid (1972), y se inició en la fotografía en los ámbitos universitarios, compaginando su actividad fotográfica con la docencia como profesora de fotografía en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid.
Sin abandonar nunca la docencia, ha investigado y fotografiado en fines de semana y vacaciones celebraciones populares, y tradiciones religiosas y paganas, principalmente en España, pero también en la Europa mediterránea.
El resultado de esa labor lo ha recogido en su libro «España oculta» (1989), ganador, entre otros galardones, del Premio al libro del año en el Festival de Fotografía de Arlés, y el otorgado por la Fundación Eugene Smith de Nueva York.
En 1993 obtuvo el World Press Photo en la categoría de arte, en 1996 el Nacional de fotografía del Ministerio de Cultura y ese año también, se alzó con el Fórum Iberoamericano de Fotografía de la Habana. También se le han otorgado el Premio FotoPres de la Fundación la Caixa (1997), el Bartolomé Ros, a la mejor trayectoria profesional española en fotografía de Madrid, en el marco de PhotoEspaña (2000) y el Premio Godó de Fotoperiodismo (2000).
Igualmente ha recibido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2005), la de Oro al Mérito en el Trabajo (2014) y el más reciente, el Premio PHotoEspaña en reconocimiento al conjunto de toda su obra (2017). Al año siguiente, en 2018, abrió sus puertas el Museo Cristina García Rodero en su localidad natal Puertollano, en Ciudad Real.