Juan Alfonso Ruiz Molina. Consejero de Hacienda y Administraciones Públicas.- En numerosas ocasiones somos los que contamos con una mayor edad los que tenemos mucho que aprender de los más pequeños, ya que con su mezcla de desparpajo e inocencia son capaces de trasladar una idea con la mayor clarividencia.
Es el caso de Claudia, la alumna del colegio Clemente Palencia de Talavera de la Reina que se ha alzado con el premio de la VIII edición del concurso de dibujo escolar sobre el teléfono de emergencias 1-1-2. Ella ha sabido resumir y reflejar con un dibujo y una frase explicativa, que serían la envidia de cualquier publicista profesional, cuál es la labor que desarrolla el 1-1-2 en la gestión y resolución de una emergencia.
Y es que, tal como Claudia dice, cuando hablamos de una situación de urgencia y emergencia, todos los caminos conducen al 1-1-2. En este servicio, que desde hace cerca de dos décadas viene prestando el Gobierno de Castilla-La Mancha, nos proporcionan, de forma diligente y eficaz, el recurso de intervención que puede prestarnos la ayuda que en esos momentos necesitamos.
Desde el envío de una ambulancia porque hemos sufrido un incidente doméstico a la solicitud de intervención de la Guardia Civil cuando hemos presenciado un accidente de tráfico o a la activación de una agrupación de Protección Civil para contribuir a las labores de búsqueda de una persona desaparecida. Todas estas actuaciones son gestionadas en cualquier época del año y a cualquier hora del día por unos profesionales, que, ante situaciones muy complicadas al otro lado del teléfono, actúan con la mayor rapidez y sin perder la calma para ofrecer la respuesta que mejor contribuya a solucionar el incidente que ha dado lugar a esa llamada.
Una labor fundamental por la que hoy, fecha en la que se conmemora el Día Europeo del Teléfono Único de Emergencias, les traslado, en nombre de la ciudadanía castellano-manchega, nuestro enorme agradecimiento por darnos la tranquilidad de estar siempre que lo requerimos. A ellos y a todos los que integran los recursos de intervención como son el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, las fuerzas y cuerpos de seguridad, los bomberos, los bomberos forestales, los agentes medioambientales, los voluntarios de Protección Civil y los de Cruz Roja.
La ciudanía reconoce año tras año la profesionalidad del trabajo que realizan, otorgando notas sobresalientes en las encuestas de satisfacción al servicio de emergencias 1-1-2, que son, en definitiva, la prueba del trabajo bien hecho.
Al éxito de su labor también podemos contribuir cada uno de los castellano-manchegos, simplemente, haciendo un buen uso del teléfono de emergencias, porque cualquier llamada que no sea realmente consecuencia de una urgencia supone un tiempo perdido para atender aquella que realmente sí lo es y en la que, en demasiadas ocasiones, lo que está en juego es la integridad de las personas o de los bienes.
Las cifras reflejan un uso cada vez más responsable por parte de la ciudadanía, que desde el Gobierno regional seguiremos fomentando con campañas de divulgación sobre este número, especialmente entre los más pequeños.
Y, fundamentalmente, en lo que se centrarán nuestros esfuerzos es en dotar, como lo venimos haciendo desde 2015, de los mejores recursos a este servicio público, que por la transcendencia de las situaciones a las que da respuesta bien podríamos considerar fundamental.