La naturaleza nos enseña que la salud y el mantenimiento de los ecosistemas dependen de la presencia equilibrada de las distintas especies autóctonas, y que la desaparición de alguna de ellas repercute y deteriora el hábitat.
La invasión de especies foráneas – su presencia, desarrollo y evolución – provoca cambios en el medioambiente que resultan irreversibles en muchos casos. Con la cultura autóctona sucede exactamente igual. En el caso delfolklore musical manchego, estaríamos ante una especie en vías de extinción, porque la sociedad, en vez de mantenerlo, lo menosprecia, lo identifica como algo obsoleto, propio de una España agraria, rural y política que ha sido superada por los tiempos.Revertir los prejuicios para que el sustrato musical y la cultura tradicional afloren de nuevo,requiere un esfuerzo social que ponga en valor el folklore musical como muestra viva de dicha identidad cultural.
Es cierto que los usos y costumbres vinculados a la presencia de este repertorio han cambiado mucho o desaparecido(las canciones de laboreo, de vendimia, de cortejo,de cuna, de navidad, de ronda, de quintos, etc.). Tampoco es frecuente que la gente cante en las reuniones, y casi siempre se sustituye el canto mediante la reproducción de canciones por medios mecánicos (habitualmente canciones de otros estilos, a menudo en inglés).Desde los años 60 del pasado siglo, la música para baile tampoco responde a los cánones anteriores: los bailesya no son en pareja, nitienen coreografías; tampoco los ritmos son los tradicionales ritmos ternarios (como en la jota, el fandango o la seguidilla); la batería está en la base de la instrumentación… Creo que también hay que valorar cómo afecta el problema de la despoblación del territorio: La música tradicional siempre se ha mantenido más viva en poblaciones alejadas de los grandes núcleos urbanos; y con el envejecimiento de la población y el vaciamiento de los pueblos se desvanece parte del patrimonio inmaterial de su música. No obstante, en otras regiones de España, donde la situación es muy similar,la música tradicional se mantiene viva y coexiste con la música moderna. Es presente y es futuro, porque tiene presencia y arraigo entre la gente joven,cosa que no sucede en La Mancha.
Desgraciadamente, esta actitud de desconsideración y despecho por lo propio está demasiado arraigada en la mentalidad del pueblo manchego; y buena prueba de ello está en laspoblaciones, donde apenas quedan vestigios con encanto. Pero creo que,por acción u omisión, y a distinto nivel,la responsabilidad, recae tanto individualmente en músicos,como en colectivos e instituciones.
En primer lugar, me referiré a musicólogos y “eruditos”. Desde hace siglos y en todas partes, muchas personas se han interesado por la música popular autóctona, y (en el mejor de los casos) han llevado a cabo transcripciones, recopilaciones y análisis del repertorio. Al convertir la tradición oral en documentación escrita, la música local ha podido tener un alcance universal. Con la aparición y desarrollo de la tecnología y las grabaciones, ha mejorado la fidelidad de las transcripciones. También los criterios técnicos para estas transcripciones han evolucionado. Pero en las publicaciones y recopilaciones de repertorio musical manchego se encuentran con demasiada frecuencia transcripciones imprecisas, con errores “ortográficos”, falta de información fundamental (como no distinguir la parte instrumental de la vocal, o no poner los acordes que acompañan a la melodía), etc. El mero hecho de ser editadas, otorga a estas publicaciones una posición de verdad absoluta, cuando a menudo pecan de diletantismo, de voluntarismo hecho por aficionados, no por musicólogos formados. Apenas hay bibliografía o estudios que aporten conclusiones sobre aspectos técnicos musicales fundamentales de forma correcta.Como consecuencia, si este pilar no es fidedigno, el valor de este esfuerzo es relativo, y será necesario seguir recurriendo a la tradición oral para revisarlo.
En todo tiempo y lugar, en todos los estilos, siempre ha habido músicos que, con su participación, han contribuido al progreso musical; bien desarrollando la faceta vocal o instrumental, o bien recreando, adornando, desarrollando o rellenando otras piezas. O lo que es más importante, ampliando el repertorio musical (no únicamente el literario). En muchos casos,estos músicos han sido más o menos célebres, aunque en música popular son mayoritariamente anónimos. Da la sensación de que el folklore manchego ha sufrido un estancamiento, porque sus músicos no han querido o no han sabido adaptarse a los tiempos actuales. Por otra parte,muchos compositores han recurrido a la música popular como fuente de inspiración para sus obras, pero se trata simplemente de obras de concierto, que en la actualidad no realizan el recorrido de ida y vuelta del escenario a la calle, al suelo, sin micrófonos, que repercuta necesariamente en el progreso de la música popular, o en la actualización y ampliación de su repertorio – como sucedía en mucha música de zarzuela de temática diversa en el siglo XX.
La labor de las agrupaciones folklóricas que se extienden por toda la región, tiene su cara y su cruz. La sociedad manchega ha delegado en ellas la responsabilidad de mantener el repertorio musical y las danzas, en definitiva, el legado cultural. Pero la puesta en escena responde a un criterio de representación anacrónico y tradicionalista¡Ya nadie se llama Donato, Honorato, Torcuato o Renato!: los danzantes vistiendo trajes regionales corrientes en la época de nuestros tatarabuelos, poniendo más énfasis en la coreografía de las danzas que en la gracia del movimiento propio de cada uno; y la música de las rondallas muy simplificada, sin incorporar ningún tipo de novedad en los arreglos. Estas representaciones causan emoción a quienes evocan recuerdos de tiempos pasados al escucharla, pero no a las generaciones actuales, que asisten a una representación de una música arcaica, lo mismo que si vieran bailar valses del siglo XIX a un grupo de danzantes disfrazados de damas y lechuguinos. En consecuencia, no hay oferta musical de grupos de gente joven haciendo folklore manchego, como todavía ocurría hace ya 50 años (antes que eso, tocan la guitarra eléctrica) y tampoco se produce un relevo generacional suficiente que asegure la pervivencia, la propagación y el interés de la población por esta música.
Tampoco hay ningún plan de actuación en los centros docentes (especialmente en los colegios) por dar presencia continuada al repertorio de canciones y bailes folklóricos, que tanto podría aportar a los escolares y al futuro de la cultura popular en la sociedad. Y si hablo de plan, es porque la integración de estos contenidos en las programaciones didácticas y su adopción metodológica no pueden depender una vez más del esfuerzo, la voluntad o la capacidad de los profesores de forma individual, porque la normativa y los tiempos lectivos ya les condicionan notablemente su actividad docente en la actualidad.
El concurso de las instituciones es muy importante, pero tampoco basta con voluntarismo. Para que la música folklórica manchega se revitalice, es preciso contar con medios y personas suficientes con una preparación técnica adecuada; realizar un análisis previo del estado del folklore manchego, sin autocomplacencias; extraer conclusiones para plantear objetivos claros, a corto, medio y largo plazo; revisar, adaptar, publicar y difundir el repertorio; establecer estrategias educativas, que abarquen desde la escuela hasta los centros de formación superiores; favorecer aquellas propuestas que renueven el folklore; evaluar periódicamente los resultados de dicha acción para reconfigurar lo que sea necesario de cara a acciones futuras, etc. Cosas que solo están al alcance de las administraciones públicas.
Antonio Fernández Reymonde
Ruido Blanco
Es cierto que las Administraciones Públicas y los grupos folclóricos tienen que trabajar juntos en esa labor de conservar nuestras raíces…..
Ciudad Real 8/1/2021
Estoy totalmente de acuerdo: El folclore es parte de nuestra identidad, lo que nos hace diferentes, únicos; es muy importante que no se pierda y para ello hay que: Conocerlo,transmitirlo,fomentarlo y propagarlo.
Creo que el sitio idóneo, como muy bien dices, es la escuela, pero insertado este conocimiento desde la Administración; mira, en Asturias, los niños tienen una asignatura que se llama «Cultura Asturiana», donde, de manera pedagógica, los niños interiorizan todo lo que forma parte de sus tradiciones, costumbres, fiestas, danzas, canciones, vestuario, gastronomia, en fin, todo lo relacionado con el conocimiento de su cultura.Por supuesto dentro de la variada riqueza folclórica que posee nuestro pais :España, porque si no se conoce un pais , no se puede amar…
Desde luego, es tarea de todos…y del empeño que le pongamos en sacar adelante un proyecto de «Culturización manchega»; creo que va a ayudar el que por fin! se ponga en valor el folclore, con la fundación del «Museo del Folclore» en lo que fué «La Ferroviaria, con esa creación , será más facil la formacion de estos contenidos para los niños y también que se oferte la realización de
proyectos integradores a las asociaciones de coros y danzas dirigidos para los Colegios de Ciudad Real y Provincia…Saludos Virginia
Muy buen artículo, gracias por compartir