Jesús Millán Muñoz.- El de Portoplano aquella mañana fue al lugar legal dónde las personas van en ropa interior de colores, dónde se exponen horizontalmente a trocitos de piedra machacado y dónde el sol les acaricia con sus besos durante horas enteras, y cuándo cansados de estar tendidos se ponen como árboles de pie, se van y mezclan sus cuerpos en el líquido ilimitado transparente…
– La enorme extensión o realidad del universo nos abruma. Nos muestra lo pequeños que somos en todo ese conjunto, pero también, lo grande que somos, porque algo de todo ello podemos entender o conocer que existe.
– Dios puede ser Uno y Único, pero las concepciones que de Dios tenemos los humano son muy diversas.
– Porchia y Pessoa y Dickinson y Kafka y Joyce y Proust y Faulkner y Borges y…
– Hay personas que te quitan la paz y el sosiego.
– No puedes expresar siempre tus conceptos, porque aunque sean verdaderos y bondadosos, quitan la paz a otros.
– Te hunden en la tristeza, y ya que estás hundido, en la circunstancias y existencias no correctas, después quieren levantarte…
– Un odio crea otro odio, ese odio otro a la vez. Un mal otro mal, ese mal otro…
– Cuánta niñez hay en cada vida de adulto.
– Cuánto crees que tienes que tener para que sonrías.
– Centrar el pensar y la conciencia, la batalla más grande del interior.
– Se crean circunstancias, por uno mismo o por los demás, y después, apareces en esas habitaciones sin conocer cómo ha sido dicha realidad.
– La equidad y la justicia en los senos familiares, que asignatura tan difícil.
– A tantas personas has estimado, a tantas, que después ellas te han desestimado.
– Un puente, puede durar dos mil años, y tú y yo, no llegamos a la centena…
– Llenan de ideas y deseos las cabezas de los hombres, y así después, los gestionan mejor.
– Lo que te puede ofrecer y reglar alguien, no lo quieres, y le exiges lo que no puede ni regalártelo, ni ofrecértelo.
– Ago sé, cuándo creo que no sé nada. Algo no sé, cuándo creo que sé algo.
– Hay deseos que nacen muy profundo de ti. Pueden ser buenos y verdaderos, o menos buenos y menos verdaderos. Pero quitárselos de sí mismo, tiene un enorme coste moral y psicológico.
– Sé que una frase puede ser más esencial que cien páginas. Pero hay que encontrar esa frase.
– Sé que soy un escritor-pensador que ha fracasado, pero no sé, por qué he fracasado.
– Conocer los hilos que dentro de ti y fuera de ti, te manejan y te controlan, eso es alcanzar la sabiduría.
– Sé, que siempre hay alguien más alto que yo, sé que siempre hay algo que es más bajo que yo.
– Pude ser muchas cosas, me dice mi interior, y me contesta, pero apenas has sido casi ninguna. Y la que quisiste ser, los demás nunca te admitieron en ese rebaño.
– Te preguntas frente al espejo de tu conciencia, debes volver sistemáticamente al humor gráfico, que hace tantas décadas empezaste.
¡No sabes la respuesta, ya no tienes gana de casi nada, tanto has producido culturalmente, que no ha servido de nada y para nada, ni a nadie, ni para nadie, que te dices, para qué otro modo de observar la realidad…!
– La fantasía y la imaginación rellenan los huecos de los hechos y datos y conceptos.
– Es triste, ver el espectáculo de un ser humano, encerrado en una desvirtud.
– Sabemos todos lo que es soportar un peso físico, pero no siempre conocemos lo que es aguantar un peso moral o un peso espiritual o un peso psicológico.
– Has querido alcanzar el reconocimiento cultural a través de la investigación y creación cultural, y solo he recibido el silencio.
– Ya tardas mas tiempo en recuperarte de alguna tristeza y, a veces, se acumulan varias, varias sucedidas en distinto tiempo y distinto tema.
– Ese alguien quiere reñir contigo, te tiene aversión-odio-inquina-rencor, y va buscando que tropieces.
– Estar acostado y no tener sueño, estar sentado y tener sueño.
– Ver demasiadas ideas, es percibir demasiados universos humanos posibles. Y esto crea un dolor profundo en el ser, porque crea una gran duda.
– Los mítines políticos de hoy, cada cinco minutos están aplaudiendo, no sabemos si al conferenciante o para ellos mismos convencerse de que llevan razón.
– Tuviste un gran sueño, el intentar ser un gran escritor-pintor-pensador-filósofo. Y ese sueño, no se ha cumplido.
Es lógico, ese sueño lo tienen muchas personas, no todas podrán materializar esa visión.
En el atardecer, después de las miradas al horizonte con arena y agua, el de Portoplano se preguntaba las mismas cuestiones de siempre, esas grandes entidades psicológicas que los humanos, unos afirman y otros dudan.