Brazatortas y parte de su ciudadanía se ha sumado a una acción de alcance peninsular en la que están tomando parte cientos de municipios de España y Portugal, un movimiento ciudadano que va más allá de un mero gesto en la lucha contra la crisis climática y para frenar la desertificación.
Bajo la denominación ‘La gran bellotada ibérica’, se organizaba en las redes sociales una iniciativa que persigue sus nobles objetivos a través de la recuperación los bosques autóctonos y característicos del clima mediterráneo en ambos países vecinos, a través en este caso de una familia vegetal que es muy propia de la dehesa del Valle de Alcudia.
Promovida por #Reforest-Acción y Red Ibérica de Guardianes del Bosque, este proyecto busca sembrar 25 millones de bellotas por toda la Península Ibérica hasta el 1 de marzo de 2020, alertando de que el 70% de su superficie “se encuentra en alto riesgo de exclusión”. En apenas dos meses se han plantado ya 1.192.129 bellotas.
Toñi Pulido ha sido la embajadora torteña de la propuesta. Muy de esta tierra, donde de hecho coordina el colectivo de senderismo ‘La Tierra’, esta vecina de Brazatortas y del Valle de Alcudia, territorio donde nació y se crio, no oculta su “pasión y amor por el campo”, que sigue transmitiendo a su familia y a demás aficionados por la naturaleza.
“Cuando hay este tipo de cosas, iniciativas así, me involucro y como en este caso además era algo sencillo, consideré que desde nuestro pueblo podíamos contribuir al medio ambiente y más cuando además tiene por añadidura la concienciación por el cambio climático, la deforestación, etcétera”, comenta.
Brazatortas, entre el millar de células en toda la Península
De ahí que ella fuera responsable de una de las más de un millar de células que se han inscrito en esta acción, cuya misión era doble. Por un lado, recoger las bellotas de los árboles donde brotan y posteriormente sembrarlas. De las encinas existentes en espacios y caminos públicos o lindes del municipio se echó mano en este caso.
Pulido explica que las bellotas son el fruto en diferentes familias de quercus y que los organizadores recomendaron, para cada zona de la Península Ibérica, elegir la más predominante y adaptada al territorio, de manera que si en otros puntos son quejigos, alcornoques o robles, aquí, como en otros espacios adehesados, ha sido la encina.
En el caso de la ‘bellotada’ torteña, fueron dos las ocasiones en las que salió a coger el fruto, siendo necesario seleccionar aquel que estuviese ya maduro, de manera que para eso ya habían salido en las semanas previas de noviembre. Y una vez recolectados los 8.000 kilos se han mantenido adecuadamente conservados hasta el día de sembrarlos.
La mentora de la Asociación de Senderismo ‘La Tierra’, se muestra muy agradecida por el respaldo recibido durante esta experiencia por los participantes en la misma y también por el Consistorio, de cuyo alcalde-presidente apunta que “sabía que le iba a gustar porque él está muy involucrado con el medio ambiente y la naturaleza”.
De antigua escombrera a pulmón verde
Así, el propio Pablo Toledano propuso los terrenos de la antigua escombrera, clausurada, para contribuir a su reforestación. Se trata de casi una hectárea, unos 8.700 metros cuadrados, que “desde el Ayuntamiento la alambramos y la restauramos, quitando plásticos y otros vertidos que allí había”, explica el regidor.
Asimismo, “se selló con tierra vegetal, siendo la última aportación la del servicio de Obras Públicas de la Diputación, aprovechando que este pasado verano limpió las cunetas de la carretera de Cabezarrubias”, abunda el regidor, que está comprometido con hacer de este enclave otro pulmón verde de Brazatortas.
Fue ahí donde este pasado festivo 6 de diciembre, día de la Constitución, familias enteras participaron en la plantación de esta ‘gran bellotada’. Se emplearon los 40 kilos de bellotas recolectadas al modo en que hacen los arrendajos, pájaros que “las cogen y las entierran, pero se les olvida dónde y van saliendo”, apunta Pulido.
Por eso simplemente con azadillas o palas se cavaron hoyos con una profundidad de entre dos y cuatro centímetros para taparlas y esperar ya que enraícen, broten y crezcan nuevas encinas. “Ésta es una semilla dura y que mejor se adapta a terrenos como el nuestro”, por lo que el objetivo de reforestar esta zona está ya en marcha.
Próximas acciones
En este sentido cabe apuntar que el grupo que coordina Toñi Pulido tiene entre sus planes seguir reforestándola con otras especies, en este caso arbustivas, añadiéndose acciones paralelas como las que también facilitará el Ayuntamiento al Colegio ‘Cervantes’ en materia de educación ambiental.
Pablo Toledano concreta que se solicitarán plantas a la Consejería de Desarrollo Sostenible de las que se crían en ‘El Chaparrillo’, de manera que con esto “se puedan llevar a cabo actividades formativas y medioambientales, con las que culminar la plantación en esta parcela”. También la firma Madrona Activa tiene planes al respecto.