Escolares de tercero a sexto curso del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) ‘Maestro Juan de Ávila’ de Almodóvar del Campo, fueron testigos privilegiados el pasado viernes de la suelta de dos buitres leonados en pleno corazón del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
Las aves procedían del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Chaparrillo’, de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, donde han permanecido varios meses de cuidados y tratamientos de nutrición y recuperación, y a donde llegaron una vez fueron rescatados, en delicado estado, en el referido paraje medioambiental
La acción de puesta en libertad fue coordinada por los agentes medioambientales Koldo Zaballa y David Núñez, quienes previamente, en el centro docente, habían ofrecido una charla acerca del trascendental trabajo que hace este cuerpo de cuidadores públicos de la naturaleza, procurando prevenir también incendios forestales, entre otras actuaciones.
Núñez, que es jefe comarcal de la demarcación de Fuencaliente, explicaba ya en el lugar de la suelta a los curiosos alumnos, que al igual que sucede en “mayo o junio, cuando en las calles aparecen pollitos de gorrión, de avión o de golondrina, que se caen del nido y todavía no vuelan bien, con los buitres pasa algo un poco parecido”.
Sucede, en su caso, al final del verano, “que es cuando empiezan a volar y los pollos de buitre muchas veces se debilitan un poco, no encuentran comida y normalmente llegan a sitios donde ya no pueden volar y se quedan ahí quietecitos”, abundaba el agende. Cuando alguien localiza o recoge alguno, es llevado a ‘El Chaparrillo’, como fue el caso.
En este hospital donde se curan animales salvajes, los buitres protagonistas del gesto llegaron siendo pollitos hambrientos. Allí les dieron de comer conforme a lo que requiere también su crecimiento, fueron hidratados convenientemente y, recuperada su fortaleza, en su ya majestuosa envergadura demostraron sus muchas ganas de echar a volar.
La liberación de estos ejemplares en un hábitat que le es tan propio a su especie, supone desentenderse ya de ellos, si bien portan en una de sus patas, una anilla identificativa que, como explicaba David a su ilusionado auditorio, permitirá saber de qué ejemplar se trata.
“Si alguna vez alguno de estos animales tiene algún accidente, se rompe un ala o algo y vuelve a llegar a nuestras manos, vamos a saber qué animal es, porque esta anilla es como su carné de identidad y así vamos a saber el año en que nacieron, dónde nacieron y lo que ha pasado en su vida”.
Y tras la clase práctica de supervivencia, libertad y amor a la fauna y a la naturaleza, los escolares del ‘Maestro Juan de Ávila’ dieron buena cuenta de la merienda que llevaban de casa y, junto a los maestros que también les acompañaban, se cuidaron muy mucho de no dejar ningún resto que fuera testigo de cargo de su paso por ‘Los Ojuelos’.
Juan Carlos Tello, director del colegio almodovareño, se mostraba muy agradecido por el desarrollo de una actividad que, para el claustro de profesores, “es muy importante por lo que supone de fomentar el amor a la naturaleza y poner en valor el trabajo que hacen los agentes medioambientales que tenemos tan próximos, en ‘El Chaparrillo”.
De ahí que agradeciera a estos profesionales y a los responsables del cuerpo que así lo valoraron, la posibilidad de ofrecer la charla previa y “el magnífico colofón que hemos tenido en este paraje hacer la suelta de estas aves recuperadas”, en un día que, además, resultó con las condiciones meteorológicas ideales para estas fechas del año.