Naciones Unidas, a través de su Oficina contra la Droga y el Delito, celebra el Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico de Drogas con el objetivo principal de concienciar a la población que el problema de la droga ilícita es un problema de todos, y que ningún individuo, familia o comunidad está a salvo de sus efectos nocivos sobre la salud de las personas, pero también sobre la salud social.
{mosgoogle}En estas dos décadas hemos consolidado una importante red sociosanitaria en materia de drogodependencia, que se está convirtiendo en una referencia para el conjunto de España, como lo demuestra la firma en enero de este año del convenio de colaboración entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, con la presencia de la Reina doña Sofía, con el objetivo de desarrollar seis programas preventivos en materia de drogodependencias: uno de ellos en el ámbito educativo, tres dirigidos a los jóvenes escolarizados y a las asociaciones juveniles, otro en el ámbito familiar, dirigido a los padres, y el último en Atención Primaria, dirigido a los profesionales sanitarios.
En la actualidad tenemos vigente el Plan Regional de Alcoholismo y otras Drogodependencias 2006-2010, que tienen una financiación de 78 millones, un 53 por ciento más que el anterior Plan, con 51 millones.
Con este esfuerzo presupuestario estamos adecuando las medidas preventivas, rehabilitadoras, asistenciales y de reinserción social al cambio en los patrones de consumo de drogas, con especial incidencia entre los más jóvenes. Además, abordamos de manera más específica la adicción al alcohol, al cannabis y a la cocaína, ya que en la actualidad existe una menor percepción social del riesgo y el daño que pueden producir estas sustancias.
Y con estos objetivos, todos los sectores sociales involucrados en la lucha contra la adicción a las drogas están abordado numerosas iniciativas que van directamente a ayudar al enfermo drogodependiente a formar e informar a las familias, principal baluarte para prevenir que nuestros hijos consuman cualquier tipo de droga, sea legal o ilegal.
Nuestros adolescentes deben saber qué son las drogas y los riesgos que conllevan, hablándoles directamente de ellas, pero incorporando en esa tarea a las familias, ya que es el núcleo familiar el que debe desempeñar un papel fundamental en las tareas de prevención.
Además, hemos potenciado los programas preventivos dirigidos a los jóvenes de la región “Alcazul”, en colaboración con los ayuntamientos y centros de enseñanza de la región; estamos fomentando los planes municipales de drogas; y reforzando los tratamientos de deshabituación que se llevan a cabo en las unidades de conductas adictivas, dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, en las comunidades terapéuticas o en los centros de día, así como los programas de reducción de daños, en colaboración con las oficinas de farmacia de la región o a través de los educadores de calle.
Por último, estamos trabajando para poner en marcha consultas monográficas de alcoholismo en cada unidad de salud mental, implicar más a los médicos de Atención Primaria en la detección de esta enfermedad, potenciar líneas de investigación y promover la integración social de los drogodependientes.
Hacer frente a la drogodependencia no es tarea de una administración concreta, ni de una asociación, ni de unos profesionales, por bien que estén preparados como los que desarrollan su labor en Castilla-La Mancha, es una tarea en la que debe involucrarse toda la sociedad, porque en su fuerza está la solución.