Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava y LARARCM se alían para prevenir la creciente incidencia de la ludopatía

El Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava y la asociación LARARCM ponen en marcha una campaña para la prevención de las diferentes variantes que presenta la ludopatía, una enfermedad que tradicionalmente ha afectado a personas de mediana edad pero que, con la proliferación de casas de apuestas y aplicaciones móviles, está empezando a afectar desde edades más tempranas.

El colectivo, Ludópatas Asociados en Rehabilitación, de alcance regional y con presencia en la localidad rabanera, recibe así de nuevo respaldo a su “trabajo encomiable, de muchísimos años”. Afincada desde 2003, la Corporación municipal “siempre ha estado apoyándolos en todo lo que hemos podido y en otras campañas que se han realizado, pero evidentemente ahora queremos visualizar la necesidad de no jugar con la vida”.

Así lo refiere la regidora apelando a parte del eslogan de la campaña ‘Déjate de Juegos. No juegues con tu vida’, tal y como así aparece en cartelería y dípticos informativos que han sido presentados por Jacinta Monroy y el concejal de Bienestar Social, Sergio Gijón, a partícipes de este colectivo, como la psicóloga María Dolores Molina o José Carlos Sánchez.

La alcaldesa ha recalcado durante el encuentro que “esto es una enfermedad y es muy grave, que no solo afecta a quien la padece, sino a toda su familia”, motivo por el cual “nosotros lo queremos poner de manifiesto porque las instituciones están ya siendo conscientes de esta realidad y por eso invito a quienes, a nivel estatal, regional o donde competa, a establecer también normas, a que se tomen las medidas adecuadas”.

Y es que, para Monroy, la imposibilidad de las administraciones locales por impedir la instalación de salas de juego es un problema que confluye actualmente en otro tipo de anzuelos para que la población joven acabe viéndose afectada por esta enfermedad.

Los riesgos del juego ‘online’

“No debemos olvidar y conocer que el juego online actualmente es algo peligrosísimo porque tienen nuestros chicos y móvil y pensamos que están divirtiéndose cuando, en realidad, están creándose unas dependencias que son algo muy serio para su crecimiento y para la realidad en la que conviven”, advierte.

De ahí esta campaña conjunta que obedece al trabajo de apoyo social que caracteriza buena parte de la gestión municipal en Argamasilla de Calatrava y en la que, además de subrayar las realidades que confluyen para catalogar de enferma a una persona que cae en el juego, informa de la disponibilidad de ayuda en LARARCM en su sede de Plaza Santos Mártires de Argamasilla de Calatrava y en el teléfono 677 793 833.

La alcaldesa pone también el foco en la publicidad que incita al juego en casas de apuestas o webs, avalados por deportistas y grandes locutores que los protagonizan. “A mí resulta durísimo verlos hacer esos anuncios cuando están jugando con la salud de la gente y, la verdad, no puedo entender que puedan llegar a hacer esos anuncios por mucho dinero que les paguen, que ellos, evidentemente, no lo necesitan”, reconoce.

María Dolores Molina, que lleva desde el año 2000 trabajando con personas que tienen este tipo de problema, se congratulaba de este nuevo respaldo hacia un colectivo cuya andadura asociativa iniciaba en la población rabanera cuatro años más tarde aproximadamente y de la mano de Antonio Calso Moraleda, a quienes se rememora como un gran artífice en el apoyo a personas con ludopatía en toda la comarca.

Actualmente, señala la psicóloga, “nos reunimos una vez a la semana en terapias de autoayuda, no solamente para la persona que tiene un problema de control del juego patológico, sino también a los familiares, porque cuando hay una situación de este tipo se ve afectado todo el círculo familiar”.

Afecta a cualquier ámbito socioeconómico y cultural

Para considerar que una persona tiene un problema de juego patológico deben confluir varios factores, como “ser una situación continua en el tiempo, que haya perdido el control de la situación y que se vea también afectado el ámbito personal, el ámbito familiar, el laboral e, incluso en los chicos, el tema académico”. Cabe señalar que puede afectar a cualquier ámbito socioeconómico y cultural, a todos los estratos sociales.

El perfil del jugador ha cambiado. Antes era “fundamentalmente un varón, entre los 25 y los 50 años aproximadamente, y sobre todo en máquinas tragaperras, bingos y casinos, pero a raíz de las tecnologías de la información el perfil ha cambiado un poco, al de chicos un poco más jóvenes, también varones fundamentalmente, aunque también tenemos algunas chicas y señoras, a partir de 18 años en adelante”, enfatiza Molina.

Ante eso las terapias se fundamentan en la autoayuda y el convencimiento de que se está ante un problema que hay que resolver. “Cuando vienen a la asociación fundamentalmente lo hacen obligados por las familias cuando se ha tocado fondo, pero el acompañamiento que semanalmente los compañeros dan para entender el problema, porque entre ellos es como mejor se comprende, es lo que ayuda a salir del problema”.

Así llegó precisamente José Carlos Sánchez, como enfermo, hace quince años a la asociación en Argamasilla de Calatrava, aunque natural de Puertollano. “Vine de una oreja cuando estalla el problema a nivel familiar, una vez que da la cara el económico”. Y es que antes, “nos hemos estado un poco escondiendo, toreando, dando vueltas y engañando a unos y a otros y enredando a todos en el trabajo, a la familia, en lo social”.

Tras tres lustros, reconoce que en su caso el proceso ha sido satisfactorio y, si bien “nunca hay que confiarse”, él se siente ya muy capaz de monitorizar, de alguna forma, a quienes siguen llegando. Eso sí, “aquí no hay tratamientos, no hay pastillitas o inyección; una vez que se diagnostica y se reconoce el error no hay un tratamiento que puedas seguir y que, en quince días, un mes o tres meses, digas está resuelto; eso es imposible”.

Pero desde su experiencia personal y colectivamente, José Carlos testimonia que “han pasado por aquí cientos de personas, de diferentes edades y localidades en los últimos quince años y con resultados de bastante éxito”. El secreto es “tener conciencia” de la situación y, sobre todo, “abordarlo cuanto antes, como cuando los jóvenes se están iniciando ahora y no tienen experiencia de situaciones todavía más complicadas”.

Ésa es otra de las claves de la campaña, el trabajo por la prevención, a la que debieran sumarse, como apostilla la psicóloga, “centros escolares, ayuntamientos dando charlas y a través de las asociaciones de padres, ámbitos desde donde se puede hacer una labor muy importante, porque la cuestión no es demonizar el uso de las nuevas tecnologías porque tenemos que vivir con ellas y no podemos estar al margen, pero sí es importante que los chicos conozcan el riesgo que tienen”.

Un recurso de ayuda con alcance comarcal

Por lo pronto, ésta es la pretensión de una campaña que, según afirma Sergio Gijón, “más allá de lo que supone cederles instalaciones, lo que queremos es que puedan tener también material de difusión para que esta problemática se dé a conocer a la población, que pueda salir a flote y que muchas familias sepan dónde dirigirse”.

Porque, “a la dificultad de encontrar la calidez humana donde exponer la situación, se une el sentimiento de vergüenza de reconocer la situación que suele quedar en el seno de casa” y ante eso, abunda el edil, “pretendemos que, desde todos los centros sociales, centros de salud y la comarca en general, se sepa que tienen a su disposición una asociación que trabaja para ayudarles, a asesorarles porque son expertos”.

Desde el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava se constata que “hay ahora mismo problemas en muchas familias a consecuencia del juego, sobre todo entre la gente joven que es algo que nos preocupa, porque vemos que hay mucha afición”, reconoce el edil.

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