Acabamos de conocer los pésimos datos de empleo. La esperada crisis económica ya no llama a la puerta, está aquí; en realidad, nunca se había marchado. Los gobiernos jugaron al “esto no va conmigo”; veremos cómo nos afecta. Para mucha gente, este es el principal reto de España
Para Carmen Calvo es, sin embargo, lo que ella y los suyos llaman violencia de género. Claro que lo que diga esta mujer……..
Para los ecologistas, el gran problema estriba en el cambio climático. Para los científicos, la falta de una apuesta contundente por la investigación. Los animalistas pondrán el grito en el cielo por el maltrato animal……
Cada tribu, cada minoría con intereses más o menos parecidos responderían de manera diferente ante la pregunta de cuál es a su juicio el principal desafío de nuestro país.
A mi entender, el gran reto está en el fortalecimiento del Estado.
Sin un Estado fuerte todo lo demás podría saltar por los aires o, al menos, tambalearse a las primeras de cambio; y no es una metáfora.
El Estado son los cimientos y los pilares del edificio en dónde vivimos.
Las diferentes políticas (empleo, pensiones, etc.) son la distribución de los espacios interiores y su decoración. Sin un edificio sólido no habrá vivienda y, sin ella, nada que pintar, ni amueblar, ni decorar.
Los gobiernos centrales han actuado como si el Estado no existiera, salvo para asegurarse el cobro de las multas y los impuestos; también para aplicar el procedimiento sobre violencia de género.
Hablar de diálogo entre el Estado y los separatistas debería ser un supuesto imposible ¿Cómo un Estado podría aceptar dialogar sobre su ruptura?
Una segregación o se da o no; un Estado no puede dosificar su desmembración, a no ser que sus representantes sean una quinta columna, un caballo de Troya o un comando de infiltrados cuya meta sea dinamitar ese Estado al que representan.
Salvo traición, Estado y secesión son términos antitéticos, imposibles de conciliar.
Sólo la debilidad congénita puede lograr que un Estado negocie (dialogar es negociar) con quienes buscan su destrucción.
Únicamente la degeneración de aquél puede explicar que no utilice los recursos de que dispone para dejar claro ante los promotores del diálogo-trampa que hay cosas innegociables porque afectan a la naturaleza de las cosas.
Imaginemos que un brazo quisiera separarse del cuerpo que conforma. El cerebro del cuerpo nunca se avendría a algo así; tampoco a la separación por partes, dosificada: primero unos dedos, después los otros, luego la muñeca…
La debilidad del Estado repercute directamente en su poder geopolítico, en su posición en la escena internacional. Y un Estado debilitado internacionalmente caerá tarde o temprano en las garras de otros colegas más poderosos, siempre atentos a cualquier oportunidad de acrecentar su poderío global. Así funciona el mundo, nos guste o no. Y nuestras aves carroñeras no están en Asia; son nuestros principales aliados teóricos: los vecinos de al lado o de un poco más allá.
Un Estado de verdad no pierde el tiempo practicando yoga o taichí.
Está atento a las grietas que aparezcan en la cohesión de otros rivales (rivales lo son todos, incluso los aliados) para meter una cuña que convierta una diminuta grieta en algo capaz de socavar la estructura del edificio del amigo, aunque también rival.
Un Estado débil no es respetado por nadie. Y está al albur de las apetencias de todos.
Sorprende la escasa atención prestada a este asunto en las campañas electorales. O bien se debe al ínfimo nivel político de los partidos y sus candidatos o a una corrupción institucional que sólo mira por sus intereses gremiales y no por el bien común.
Todos actúan como si el Estado no existiese; mejor dicho, saben que existe, aunque lo utilizan en provecho propio.
El Estado liberal es una herramienta poderosísima; así lo reconocía el propio Lenin; le decía a Bakunin que en vez de destruirlo, había que apoderarse de él para utilizarlo en pos de la revolución.
El Estado debe ser el mayor garante de las libertades; y como decía el filósofo Pedro Insua en un reciente artículo en relación a Cataluña: hoy, la porra es mayor salvaguarda de las libertades democráticas que montones de urnas colocadas por los separatistas, que niegan la participación de 40 millones de españoles para los que Cataluña es tan suya como de quienes se la arrogan en exclusividad. No entender esto es empeñarse en desvirtuar lo que es una nación política, y hago hincapié en lo de política.
En una palabra, a ese brazo ansioso por separarse le importa un bledo que el resto del cuerpo se quede con un muñón y se vuelva minusválido de por vida; incluso que se desangre en el camino.
Que los cantos de sirena no nos confundan. Si los gobiernos españoles siguen debilitando al Estado, España acabará saltando por los aires. A ver entonces cómo se crea empleo, se aseguran unas pensiones mínimas o una sanidad universal.
La clave para elegir a quién votar mañana, 10-N, está en analizar, sin prejuicios que perturben el recto razonamiento, si hay algún partido que estaría dispuesto a enfrentar semejante desafío.
Suerte en la elección
Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
España no puede seguir en manos de un chulo, ignorante y revanchista con ansias desmedidas de poder.
Es cierto y lo analizas brillantemente.
Sin un Estado fuerte la economía salta por los aires y la Nación española se encuentra indefensa frente al caos que representa esa irracional y totalitaria forma de deformar la realidad…
Que la Realidad se reduce a la subjetividad…
O sea, que si yo me siento Superman, eso significa que ya puedo volar.
La realidad, y España lo es, existe porque es definible y clasificable.
La ideología de género, el ecologismo exacerbado, el animalismo, el independentismo, el feminismo radical y todos esos ismos que cuelgan de los delirios de una minorías irracionales y fundamentalistas…
Sencillamente son formas totalitarias porque surgen para imponerse a la racionalidad que desintegran la democracia que es un sistema racional tanto como el Estado.
O impera el sentido común o la racionalidad, o las emociones y el caos.
El Estado y la Nación no ha surgido del capricho o la imposición de nadie, surge como la respuesta racional y acertada contra la ley de la selva o la guerra entre tribus por el control de los recursos.
Aquí ya no se trata de aceptar y debatir sobre las distintas formas de entender qué es y qué debe ser España…
Aquí ya hay algo más profundo…
En qué realidad vivimos cada uno???
Porque da la sensación de que vivimos en distintas Españas, cuando en realidad vivimos en la misma España.
No se puede aceptar que Matrix, es decir, la imaginación, tome el poder.
Me importa un bledo y cada vez me sienta peor, que haya que transigir frente a los que pretenden que la realidad se ajuste a sus sentimientos.
Eso es puro chantaje, puro infantilismo y el que ceda un inepto.
La realidad es cosa seria.
Y esa la dictan no mis sentimientos sino mis NECESIDADES.
El pretender que los demás dejen de hacer su vida para atender a mis sentimientos me convierte sencillamente…en un tirano.
Es que yo me siento…yo me siento…
UN IMBÉCIL QUE SE CREE SUPERIOR A LOS DEMÁS…
Eso es en lo se traduce racionalmente esa subjetividad que pretende imponerse.
Y así no se puede ir a ninguna parte.
Así que el INFANTILISMO ES LO QUE ESTÁ AMENAZANDO A ESTE PAIS.
Una cosa es aceptar la diversidad y la pluralidad que tiene la realidad…
Y otra confundir la realidad con un delirio porque la realidad no me gusta.
Así surgen los tiranos, así surgen los totalitarismos.
El siglo XX nos ha enseñado mucho sobre las consecuencias de que estos se impongan.
Si la realidad no te gusta…acepta las reglas del juego para cambiar las cosas. Pero ten primero claro si lo que te mueve es un deseo de que mejore la realidad o que esta se amolde a tí.
Votaremos o no votaremos.
Pero la mayoría lo decidiremos con lo que entendemos que es mejor para nuestro país y para nuestros bolsillos.
Dos realidades que espantan las fantasías.
Pero también es una vergüenza hacerlo con tanta frecuencia porque unos incompetentes no sean capaces de pactar.
Así que entiendo también al que no vota.
Eres el notas más pesao y más cansino del planeta tierra.
O sea, que te fastidia.
No he nasío pá contentar a nadie que no ame.
Existe una prueba de fuego para calibrar la fortaleza de nuestro Estado y de nuestra democracia.
Mañana…
Y para quien decida ir a votar:
SE VA A GARANTIZAR QUE EN TODAS LAS REGIONES DE ESPAÑA SE PUEDA VOTAR CON LIBERTAD Y SIN PROBLEMAS LO QUE A CADA CUAL LE DE LA GANA Y QUE EL RECUENTO SERÁ TRANSPARENTE ????
Porque hay mucho demócrata solo de boquilla.
Y ya resulta preocupante comprobar de que el que más presume de serlo…en realidad no lo es.
Lo que me pregunto es si con esta división, casi paritaria, entre el bloque de la derecha (PP, C’s y vox) y el de Frankenstein (PSOE, Podem@s, +país, ERC, PDCAT, BILDU..) lo mejor será ganar las elecciones o por el contrario perderlas. Porque sin una mayoría clara de la derecha o de la izquierda, de más de 176 escaños, a quién recurren para lograr la investidura, llegar a acuerdos, lograr pactos o apoyar presupuestos? A nadie. En este caso, que parece ser el más probable, si yo fuera Sánchez o Casado, preferiría perder las elecciones, que el partido más votado fuera el contrario, y que el marrón se lo coman ellos.
Tiene miga la cosa.
Quien desconfía del Estado y quien ha puesto en tela de juicio su fortaleza y sus estructuras de poder ha sido usted con cada entrega (años ha) de este ejercicio ególatra, sojuzgando y prejuzgando desde al Rey o al Supremo hasta al último de sus súbditos y funcionarios. No ha dejado títere sin cabeza ni cabeza sin registrar que no se ajustará a las órdenes dictadas por su mano derecha. Si por despotricar, y como no salió el resultado que quería, puso en cuestión hasta el sistema de recuento de votos haciendo unas ridículas operaciones cabalísticas.
Menos lecciones de Estado de quienes asisten a la política como las barras bravas a los campos de fútbol.
Yo no lo hubiera dicho mejor. Ciertamente, las sandeces que dejó escritas sobre lo que el llamaba un pucherazo son dignas de una antología del disparate.
Los algoritmos no fallan.
Es la ciencia matemática.
Pero no controla todas las variables politicas.
Podemos era vetado por la UE y el IBEX y Pedro Sánchez quiere todo el poder para él.
Lo que los algoritmos han hecho en el recuento electrónico funciona del todo en países como Venezuela.
Esperemos que el diálogo sea fructífero y sepa alumbrar espacios de entendimiento donde todos nos sintamos razonablemente satisfechos. No se debe confundir con la debilidad….
Ni el diálogo con la cesión, porque la Constitución también marca límites salvo que se reforme.