Creo de interés responder a alguno de los comentarios de los lectores a mi artículo anterior. La intención es aclarar posibles dudas o malinterpretaciones.
Es importante hacer hincapié por mi parte que el artículo, Sumisión cultural de la Hispanidad, no es un artículo de opinión al uso, salvo en su comienzo. La fuente de la que bebe es la del historiador colombiano Pablo Victoria Wilches, tal y como afirmé en uno de los primeros párrafos.
Victoria Wilches es uno de los más reputados historiadores de Hispanoamérica.
La cifra de 46 ajusticiados por la Inquisición en España es, sin duda, pequeña en comparación a las estimaciones de García Cárcel, Contreras o J. Pérez. Si bien entre estos últimos tampoco hay unanimidad.
Quizá podría ser conveniente tomar en consideración las conclusiones del Simposio Internacional celebrado en 1.998 por historiadores de diferentes nacionalidades y credo religioso. Sus conclusiones hacen referencia al período 1.540-1.700, sobre cuya documentación el Vaticano había levantado el secreto. En ellas de determinó que en dicha etapa hubo 44.674 juicios con 790 ejecuciones.
Más dispar que la cifra de Victoria Wilches -46- es la de J. Pérez -10.000-, según la cual en el siglo y medio sin documentar se habrían producido más de 9.210 ejecuciones, casi 12 veces más que en el siglo y medio documentado. Habría que preguntarse cómo llegó a esa conclusión siendo un período sin documentación alguna.
Por tanto, preguntarse –como hace el comentarista- quién miente, si el articulista, que “escribe artículos de opinión siempre muy subjetivos”, o historiadores que han estudiado el tema, es tendencioso, pues entre los historiadores estudiosos hay discrepancias; e, insisto, en mi artículo no hay ni un solo dato que no proceda de uno de esos estudiosos: el citado Victoria Wilches.
No obstante, creo que el nudo de la cuestión está en la extraordinaria conclusión aportada por los investigadores de la documentación antes secreta: Demoler la visión de la Inquisición española, como una institución inhumana, depravada, y casi salvaje, aireada durante siglos; primero por el protestantismo, después por la Ilustración y, más tarde por los hijos ideológicos de ésta. Recordemos que hubo autores que llegaron a afirmar que una de las causas de la despoblación de España estaba en la Inquisición (J. A. Llorente) Se llegó a decir que la Inquisición había causado más de un millón de muertos.
Hoy podemos afirmar que la Inquisición española fue mucho más humana y benévola que las instituciones protestantes equivalentes.
¿Leeremos algún día alguna novela de Pérez Reverte, o veremos alguna producción cinematográfica digna de tal nombre o serie televisiva dónde se reconozca?
Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
Paradójica y posiblemente la persecución religiosa emprendida por la Inquisición española se cobró menos víctimas a lo largo de sus tres siglos de vigencia efectiva que…
La persecución ANTI-religiosa emprendida por los liberales en el siglo XIX y especialmente por el Frente Popular en el GENOCIDIO CATÓLICO en los pocos años que duró el terror republicano.
Se cifran en torno a los 10.000 asesinatos de católicos por este solo motivo. Serán posiblemente muchos más, pues al hecho de no ser izquierdista las chekas añadian la condición de católico y exigían la apostasía.
No hay que olvidar que la fama se la lleva la Inquisición…pero los republicanos franceses exterminaron a más de 300.000 católicos en 1793 en la Vendée.
Los comunistas en la URSS asesinaron en torno a 12-20 millones de cristianos.
La religión cristiana sigue siendo con diferencia la que más persecuciones sufre en el siglo XX.
La CRISTIANO-FOBIA es un fenómeno creado por los materialismos filosóficos del siglo XX (nihilismo, marxismo, anarquismo, liberalismo, fascismo).
DETRÁS DE LA EXHUMACIÓN de los restos del dictador Franco, se esconde también la cristianofobia.
No buscan sólo sacar el cuerpo de Franco (cuestión que no es para mí el problema)…
Buscan demoler la gran Cruz del Valle.
La carga simbólica de esa Cruz en la Sierra de Madrid, es bastante más significativa que allí se encuentren los cuerpos de Franco y José Antonio al que visitaban cuatro.
Van a por la Cruz.
Va en la genética de quienes se apuntan a la Leyenda Negra sin someterla a juicio crítico, solo para atacar a la religión cristiana.
Charles es seguidor de lo del millón de muertos por la Inquisición. En fin… Pero si tratamos de expresar con datos reales -más o menos- lo sucedido hace cinco o seis siglos, parece claro que las ejecuciones de conversos después de la expulsión no alcanzaron cifras excesivamente altas.
Algo bien distinto es lo sucedido en España a finales del siglo XIV, con lo pogromos contra los judíos en Sevilla, Valencia, Zaragoza, Barcelona, etc. Allí no fueron los tribunales eclesiásticos, fue la plebe enaltecida por los discursos de los protonazis de la época, los fanáticos de la Iglesia, con el dominico valenciano Vicente Ferrer (un santo muy santo)a la cabeza.
Sin duda, los asesinatos obligaron a los judíos a convertirse -en falso- al catolicismo. Pero la llama del horror ya había prendido y los judíos, en su tradición errante, ya estaban preparados para la huida y lo que sin duda iba a venir.
Lástima, que en España salga muchas veces lo peor y se imponga a lo mejor. Dos valencianos Vicente Ferrer y Luis Vives. La revancha y la reconciliación frente por frente.
No se puede justificar la existencia y comportamiento de un tribunal que nunca debió existir, y que forma parte de las páginas más negras de la historia de la Iglesia…
Podías empezar por condenar las chekas. Esas funcionaban hace menos de un siglo y condenaron a miles de españoles a muerte sólo por sus opiniones políticas o creencias religiosas.
Pero es que las chekas, aparte de funcionar en época de guerra, lo que las pone en un contexto totalmente diferente, nadie duda de que fueron algo despreciable que no debió pasae, nadie las «maquilla», ni intenta minimizar su daño, ni se les intenta dar un halo de misticismo.
El artículo de este señor con respecto a la inquisición, fué una cagada, así de claro; fruto de su rabia nacionalista casposa.