La Alianza por el Clima congrega a cientos de personas en Ciudad Real: “Estamos ante una verdadera emergencia y hay que creérselo ya”

Cientos de personas se han concentrado esta tarde en la Plaza Mayor para reclamar medidas contra el cambio climático. El acto, convocado en la capital por la Alianza por el Clima de Ciudad Real, una plataforma que aglutina a una treintena de colectivos de la provincia, ha consistido en la lectura de varios manifiestos, animada por la actuación de una batucada, una performance y el colorido de decenas de carteles alusivos a las causas de la movilización.

Desde la Alianza por el Clima se reclama a la ciudadanía que asuma que es necesario “un cambio urgente y de calado”. Estamos, señalaba uno de sus portavoces, “ante una verdadera emergencia climática y hay que creérselo ya”.

Esta plataforma advierte de que “nos encontramos al borde de un punto de no retorno frente al cambio climático”, por lo que exige a los diferentes gobiernos estatales, autonómicos y locales para que asuman “la emergencia climática” y adopten “compromisos políticos reales y vinculantes, mucho más ambiciosos que los actuales, con la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis”. El colectivo demanda que se abandonen los combustibles fósiles “con un cambio de modelo energético sin falsas soluciones, y reducir a cero de manera urgente y prioritaria las emisiones netas de carbono lo antes posible”

Asimismo, remarca que la escala local juega un papel fundamental, “al poder convertirse en un pilar básico sobre el que se sustenten las medidas de freno justas y necesarias contra el calentamiento global”.

Esta acción reivindicativa tiene el objetivo de concienciar a la sociedad sobre las causas sociales y económicas que provocan el deterioro de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y, en consecuencia, el calentamiento global causante del cambio climático, según informó el colectivo en nota de prensa.

Por otro lado, la Alianza pretende impulsar acciones entre la ciudadanía que contribuyan a crear una sociedad que apoye con premura y firmeza una “implicación eficiente, comprometida y con criterios de justicia social y ambiental” de todas las instancias políticas que ponga “en el centro” la protección de la naturaleza.

Alianza por el Clima de Ciudad Real la integran ARBA Ecofeminista Ciudad Real, Ecologistas en Acción de Ciudad Real, Asociación Cultural Antitaurina (Ciudad Real), Colectivo Pacifistas de Ciudad Real, EQUO, COL (Ciudad Real), Grupo Impulso (Ciudad Real), Solidaridad Obrera (CLM), Unidas Podemos (Ciudad Real), IU (Ciudad Real), Asamblea Feminismos CR, Plataforma Abolicionista CR, Plataforma STOP Arboricidio (Daimiel), Comisión 0,7% (Daimiel), AMPARO LGTBI+ (Miguelturra), CCOO (Ciudad Real), Extinción o Rebelión (Ciudad Real), APedal (Ciudad Real), Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (Ciudad Real), Ciudad Real, Ciudad Refugio, Coordinadora de Ciudad Real en Defensa del Sistema Público de Pensiones, SOV CGT Alcázar de San Juan, Asociación Cultural Defensa Animal Daimiel, SOLMAN (Ciudad Real), Ecologistas Manchegos, ASMI i2 Asociacion, Asociación Marroquí de los Derechos de los inmigrantes (Puertollano), Colectivo CSA La Purga, STE-CLM, Plataforma no a la mina de Arroba de los Montes y Fontanarejo, Juventud Comunista (UJCE) Ciudad Real, Asociación de Periodistas de Información Ambiental y la Asociación Art-ivista «Humo de Colores».

Una protesta a nivel mundial

La huelga mundial por el clima del 27 de septiembre será el punto y final de una semana llena de reivindicaciones en ciudades de todo el mundo que comenzó el pasado viernes 20 de septiembre. Estas reivindicaciones también conectan con la iniciativa “Fridays for Future”, promovida por jóvenes estudiantes de todo el planeta para exigir a políticos y empresarios que no condenen el futuro de la juventud, al mismo tiempo que impulsan a la sociedad civil para lograr ese cambio cultural y social. 

Estas protestas ya están teniendo su efecto a nivel político. En España, el Congreso de los Diputados aprobó una moción para instar al gobierno a declarar la emergencia climática el pasado 17 de septiembre, contando con el apoyo casi unánime de la cámara con 311 votos a favor. El Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real también aprobó el pasado mes de marzo de 2019 una moción contra el cambio climático. Por otro lado, la ONU celebró el sábado 21 de septiembre en Nueva York la Cumbre de la Juventud sobre el Clima de la ONU, donde se escuchó la voz de jóvenes de todo el mundo, entre ellos la activista Greta Thunberg, inspiradora del movimiento Fridays for Future, para abordar el reto global del cambio climático.

A continuación reproducimos el manifiesto al que se ha dado lectura durante la concentración:

MANIFIESTO 27 DE SEPTIEMBRE -HUELGA MUNDIAL POR EL CLIMA

I) Los Recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES y sobre el calentamiento global de 1,5 ºC del IPCC alertan de un rumbo que lleva al deterioro de un gran número de ecosistemas, tanto terrestres como marinos, así como a la extinción de 1 millón de especies que se encuentran gravemente amenazadas por la actividad humana. Los datos señalan que en este momento nos encontramos al borde de un punto de no retorno frente al cambio climático y cómo las regiones mediterráneas son de las más vulnerables a dicho cambio. Una crisis climática que es consecuencia de un modelo de producción y consumo que ha demostrado ser inapropiado para satisfacer las necesidades de muchas personas, que pone en riesgo nuestra supervivencia e impacta de manera injusta especialmente a las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo. No responder con suficiente rapidez y contundencia a la emergencia ecológica y civilizatoria supondría la muerte de millones de personas, además de la extinción irreemplazable de especies imprescindibles para la vida en la Tierra, dadas las complejas interrelaciones ecosistémicas.

II) Es necesario destacar que en esta emergencia climática, que es fundamentalmente de lucha por la vida, es una lucha en la que vamos perdiendo las mujeres. Somos proveedoras en nuestras casas, la incidencia de enfermedades asociadas a la degradación del medio ambiente tienen mayor incidencia en nosotras, las tareas agrícolas en gran parte del mundo siguen siendo realizadas por mujeres, la búsqueda del agua potable, un bien cada vez más escaso. En episodios de catástrofes naturales somos las mujeres las que protegemos y alimentamos. Y a pesar de esto nuestra representación nos está vedada en organizaciones donde se hablan de los temas que nos competen, ya que la organización de los cuidados todavía no ha sido asumida por los hombres. Es necesaria por tanto una transformación de nuestro modelo de vida, de consumo y de trabajo, como se reclama desde hace tiempo por los movimientos feministas.

III) El deterioro ambiental de las condiciones de vida se sufre de forma desigual en función de la clase social, el sexo, la procedencia, o las capacidades. Defendemos que la transición ha de enfrentar estas jerarquías y defender y reconocer de forma especial a la población más vulnerable. Los países y territorios empobrecidos son los menos responsables de la degradación planetaria. Sin embargo, son los más vulnerables a las consecuencias de esta ruptura de los límites, como muestra, los procesos masivos migratorios, o la despoblación. La degradación planetaria y la creciente desigualdad tienen un origen común y se alimentan entre ellas. Aunque cada vez hay más inversiones en tecnologías para la transición energética, sigue habiendo muchos fondos que sostienen y financian a las grandes empresas del oligopolio energético y del extractivismo en su explotación del planeta, y cuyo resultado es el incremento de la pobreza, incluida la energética. Al tiempo, la invisibilización de los trabajos sobre los que se asienta la supervivencia y la vida buena, es una herramienta que utiliza tanto el patriarcado como este sistema económico capitalista. Los colectivos más desfavorecidos no pueden empeorar más su situación: la transición se tiene que realizar con justicia social. En el caso de los territorios y trabajadores y trabajadoras afectados, es preciso adoptar medidas para asegurar empleos alternativos en sectores sostenibles, afrontar la crisis energética, reducción de la jornada laboral, un mejor reparto del empleo y el desarrollo de otros mecanismos en torno a la Transición Justa que deben lograr que no se deje a nadie atrás.

IV) Por todo ello, y en defensa del presente y del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo interpelamos a los diferentes gobiernos estatales, autonómicos y locales con el fin de declarar la emergencia climática a través de asumir compromisos políticos reales y vinculantes, mucho más ambiciosos que los actuales, con la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis. Para ello demandamos abandonar los combustibles fósiles con un cambio de modelo energético sin falsas soluciones, y reducir a cero de manera urgente y prioritaria las emisiones netas de carbono lo antes posible. Por tanto, que los gobiernos analicen cómo lograr este objetivo y propongan los planes de actuación necesarios. Todo esto debe quedar reflejado en la Ley de Cambio Climático y Transición energética, en el Plan Nacional Integrado de Clima y Energía. Y en las leyes a escala autonómica y local pertinentes. Y sobre todo, llamamos a la participación a toda la sociedad en las acciones que se vayan convocando en el futuro. Porque la escala local juega un papel fundamental, al poder convertirse en un pilar básico sobre el que se sustenten las medidas de freno justas y necesarias contra el calentamiento global. Que sea un gran grito común y unitario en la lucha climática.