El carbón del Carbonífero se inició hace unos 360 millones y acabó bruscamente hace 300. El geólogo y profesor Angel García Cáceres ha dado luz a aquel lejano escenario de nuestro entorno más cercano en una ruta urbana por el Paseo de San Gregorio con la que se ha abierto la Semana de la Movilidad de Puertollano.
El carbonífero se encontraba muy cerca de los trópicos, explica García Cáceres, y los asistentes a este itinerario han podido conocer su climatología,temperatura, humedad, la vegetación que se alzaba con arbolado de gran tamaño o la fauna marina, como pequeños tiburones, antrópodos y un grupo muy interesante de animales incluso de mayores dimensiones que el ser humano.
Los sedimentos vegetales que se aportaban en las zonas elevadas hacia la cuenca deprimida de Puertollano se enterraban y se transformaban en carbón. A finales del carbonífero, cuenta García Cáceres, se produce un efecto en bola de nieve, una radiación que comenzó a llegar como consecuencia de las múltiples erupciones volcánicas y que provocó la desaparición del 90% de los organismos que había en la Tierra.
Una ruta que también ha tenido su parte práctica, ya que el profesor del Instituto Juan de Távora ha mostrado diversos fósiles como ripples, ondulaciones marinas de ambiente acuático que se han podido ver y tocar.
Un carbonífero a poner en valor
El carbonífero de Puertollano ha despertado el interés de expertos universitarios que ya han realizado estudios monográficos sobre este lejano pasado. Un atractivo a conocer más a fondo y que ha derivado que Ayuntamiento y Gobierno de Castilla-La Mancha trabajen en la especial protección de estos espacios y su puesta en valor una vez que ha cesado la actividad de las distintas explotaciones mineras.