María Vela, psicóloga y terapeuta ocupacional.- El autismo oEl Trastorno del Espectro Autista (TEA) se enmarca dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo. El TEA es consecuencia de una configuración neuronal diferente a la media, que perdura a lo largo de toda la vida. El cerebro de las personas con TEA tiene un funcionamiento particular, que se traduce en un amplio rango de posibilidades (de ahí que sea denominado “espectro” del autismo).
Las personas con TEA suelen tener dificultades en el lenguaje y la comunicación, dificultades para comprender las normas implícitas de corte social, así como comportamientos repetitivos y rígidos. En los últimos años, se ha añadido a estas características intrínsecas las dificultades para procesar la información de los sentidos. Según los estudios publicados, entre el 80 y el 90% de las personas con trastorno del espectro autista, tienen alteraciones de procesamiento sensorial, también llamado trastorno de procesamiento sensorial (en adelante TPS). Este trastorno, también se puede dar en personas sin trastorno del espectro autista.
¿Qué es el trastorno de procesamiento sensorial o TPS? Es importante exponer que cuando hablamos de los sentidos, no sólo nos referimos a los que nos enseñan en la escuela: gusto, olfato, tacto, oído y vista. Además, debemos añadir otros tres, que afectan directamente tanto a la regulación como a la comprensión del entorno y de nosotros mismos. Estos son los sentidos propioceptivo, interoceptivo y vestibular. Un procesamiento de la información sensorial alterado, puede conllevar hiper o hiporreactividad en una o más modalidades sensoriales además de alteraciones perceptivas, que se traducen en conductas no adaptadas, entre otras dificultades.
Seguramente, cuando hablemos de autismo o TEA, tenemos en nuestra cabeza a un niño tapándose los oídos, andando de puntillas, o muy inquieto e incluso irascible, o por el contrario un niño/a impasible sin percatarse de su entorno,con dificultades para interactuar con el ambiente que le rodea. En lo que respecta a procesamiento cerebral de la información sensorial, las personas con alteración sensorial no procesan correctamente la información a la que están expuestos, bien por cantidad, tipo o intensidad del estímulo. Por ejemplo, puede que un sonido, que a priori no sea molesto para la mayoría de personas (una moto que pasa, la aspiradora, el sonido del ventilador,…), les moleste y estén más concentrados en ese sonido que en su realidad más directa. Por otro lado, también puede que algunas texturas les desagraden, dando dificultades o siendo más susceptibles a ciertas prendas de ropa, o a que les toquen otras personas, a algunos alimentos u otros materiales como la arena de la playa, el césped, etc…, que no siendo respuestas puntuales, sino crónicas, conducen a una gran frustración en la persona y su entorno social. También puede haber dificultades en el procesamiento de información proveniente de su propio cuerpo, y no sentir muy bien sus movimientos, ejerciendo demasiada fuerza o demasiada poca, tener poca destreza en sus manos y en sus movimientos, moverse mucho o moverse muy poco. En cuanto a la vista, suelen percibir de manera diferente los estímulos de su entorno. Los brillos, las luces, las personas en movimiento se procesan, en ocasiones, como información hostil o amenazante y en otras necesitan más información de este tipo para poder generar una respuesta adecuada.
Como se puede observar, tanto el TEA como el TPS son trastornos muy heterogéneos que se dan conjutamente en una alta frecuencia (80-90%). La alteración del procesamiento sensorial, independientemente de la modalidad o modalidades sensoriales disfuncionales, se traducen en dificultades en el día a día que tienen un impacto negativo en la conducta de la persona que en la mayoría de los casos no se entiendan por los familiares y entorno cercano. Procesar todos los estímulos del entorno se convierte en una tarea ardua y complicada, que sitúan en desventaja a las personas con TEA y a las personas con TPS.
¿Por qué dos horas sin ruido ni luces en la feria para los niños/as con autismo?
Ahora que entendemos que existen personas con alteración en el procesamiento de la información sensorial, nos hacemos una idea de porqué la mayoría de los niños y niñas con autismo no pueden acudir a la feria, a pesar de que a muchos de ellos les encanta. Las luces brillantes, incandescentes y parpadeantes; el tumulto de gente; y el sonido de cada atracción sonando de manera diferente, estridente y de poca calidad, suponen la evitación absoluta de una actividad que todos los niños y niñas están deseando que llegue a su ciudad para poder disfrutar en familia. Por eso, una manera de facilitarles el acceso y disfrute de las ferias a las personas con autismo es reduciendo la información a procesar del exterior, luces, sonidos o cantidad de personas. Así, las personas con autismo podrán disfrutar de las fiestas de su localidad, que además será de esta forma, más inclusiva.
La Feria de Ciudad Real se adapta a las necesidades de los niños autistas. Y de repente, se hará el silencio….
Me alegra saber que hoy el autismo será más visible a ojos de quien no conoce los retos a los que cada día se enfrentas las personas con TEA, y espero que de este paso vengan de la mano más cambios para que llegue el día en el que convivir con dificultades sensoriales sea algo normalizado, por que sólo con algunos cambios muchas de sus dificultades serían menores y su vida mucho más digna.
Me parece una buena idea, que además agradecerán no solo las personas autistas, sino en general, porque los decibelios a que llegan las atracciones de la Feria, es para volverse locos.
En Puertollano ya tuvieron la feria de mayo sin ruidos para niños con síndrome autista y con muy buena acogida y tengo entendido que también en esta feria de septiembre tienen su día. Sumando estas al resto de ciudades de España que cada vez son mas las que hacen de una feria sin ruidos una feria apetecible para todo el publico en general con problemas o sin problemas. También los peques y no tan peques les gusta una feria de vez en cuando sin ruidos.