No ‘Para la Fiesta’ de algunos, sino con la Parafiesta de carácter general.
Una Parafiesta, que refleja, con el prefijo griego pará, la proximidad y la cercanía.
Pero no la coincidencia y la superposición.
Poniendo en valor la cultura del simulacro, o la estrategia del ersatz genuino.
Que ya se sabe que en alemán es la referencia de la mala copia, del símil, del sustituto, del repuesto y finalmente del simulacro.
Incluso para algunos, los más desencantados del juego festivo de las instituciones democráticas, será la combinación del ersatz y del kitsch.
En perfecto maridaje de vinos y espigas.
Maridaje del Pasado pesarosos y del Presente liquido.
Y liquidado.
Y ello, el recurso al prefijo Pará, ocurre con muchas voces que expresan esa cercanía y esa proximidad, pero no y nunca, la coincidencia de lo uno y de lo otro.
Así Parafarmacia que se aproxima a la Farmacia de siempre, que antes fue pura Botica, incluso Laboratorio.
Igual ocurre con la Parafamilia que se reivindica como Familia, sin serlo ni parecerlo.
Y que complica el repertorio de usos y abusos familiares.
Igual ocurre con la Pandorga como Parafiesta, frente a lo pensable como Fiesta estricta.
Y además ocurre con la Pandorga como con la Parafernalia.
Que algunos piensan como proximidad y cercanía al Infierno.
Aunque no sea ese su origen.
Que tiene que ver con el conjunto de bienes propios de la esposa que aporta al matrimonio y cuya propiedad mantiene, incluso en casos de disolución del vínculo matrimonial.
En la actualidad la Parafernalia, remite “al conjunto aparatoso de elementos rituales o decorativos que rodean a un acto o a una persona”.
Pura evidencia descriptiva de la Pandorga manchega y ciudadrealita.
Lejos ya de la dote matrimonial primigenia.
Igual pasa ahora con la Pandorga, tan alterada y tan alejada de sus orígenes agrarios y pastoriles.
Que resulta irreconocible.
Por más despliegue de recursos tradicionales puestos en juego, como una escenografía ilusoria del tiempo.
Y es que su uso, su representación y su visión se han alterado con el paso del tiempo, hasta extremos bien irreconocibles.
Lo que empezó siendo un ritual del ofertorio vegetal a la Patrona, casi como una dote simbólica, que se repite en los empeños, zaragozanos y valencianos, de crear montañas florales, cual mantos virginales.
Todo ello, el asunto floral y huertano ha devenido en un marasmo de alcohol, fuego nocturno, recreación histórica del pasado pastoril y cazurro del poblachón sudoroso.
Y concluye con la distinción de un rico hacendado fingido, como propietario de la campechanía local.
Pura mesocracia ganadera.
Y concluye con la elección de la bella del lugar.
Puro heteropatriacado
Estrictamente la Presencia del Pasado y el Pasado del Presente.
Y ahí lo dejo para antropólogos críticos.
El discurso de los antropólogos apesebrados resulta previsible.
Y se asemeja al discurso de los políticos del curso actual y de curso legal.
Casi un elogio de la obviedad
Ha devenido, estrictamente, todo el asunto festivo en una verdadera Parafernalia muy actualizada.
Por más que se verifiquen sanciones rituales y pleonasmos políticos.
Por más que se esfuercen es distintivos y apuestas de declaraciones de Interés Turístico Nacional, para 2020
Y esta es la parte más señalada y recomendable.
Junto al maridaje de Política con Fiesta.
La perfecta convivencia de la agenda política con un ocio programado no se sabe bien por quien.
Verlos en hermandad, prolonga la sospecha de cierta identidad de fondo.
No son tanto siglas y procedencias ideológicas, que acaban uniformadas y uniformizadas por el traje de propietario rural o del dueño del coto.
Incluso la persistencia del tiempo, como lo ya escrito en 2004 bajo el registro de Podre, para advertir que todo sigue siendo igual que antes.
“Y ese es el olor característico de ciertas tradiciones empolvadas, que salen a flote merced a una extraña combinación del Pasado ejercido como un hecho inventado y del Presente ahormado por otros valores polifónicos”.
“En años y épocas de construcción de identidades –reales o fingidas, propias o virtuales– hubo quien, interesadamente, estiró la silueta de la piel de la fiesta del ofertorio frutal y frugal anterior, en aras de definir un perfil ciudadano homologable a otros perfiles ciudadanos reconocibles del entorno próximo”.
“Con todo ello se daba a entender un abandono de lo mítico-mágico y de lo religioso en aras de un paseo por lo civil y lo popular, con un tufo de tesis antropológicas más que discutible, en brazos de una neomodernidad roma y rampante”.
“La velada pastoril se transmuta en un colapso humano indescifrable de jóvenes dipsómanos; los danzantes rústicos han cedido su lugar a una turbamulta beoda y dicharachera que dispara exabruptos y esputos a una velocidad de vértigo, como esencia moderna”.
“Todo ello con la bendición del poder local de concejales festeros y munícipes festivos y con otras muchas complicidades silenciosas pero efectivas. Donde había un olor nítido de pueblo regado al atardecer y camisas almidonadas, se ha pasado a una exhibición de todos los humores, píos e impíos, y de todas las secreciones, del cuerpo y del espíritu”.
Y así andamos.
José Rivero
Divagario
Una politización más de la sociedad civil…
Y la alcoholizacion el resultado de ello, o sea de degradar lo que era una bonita tradición que de niño me hacía marcar la cuenta atrás para la llegada de la feria, y rompía con la monotonía de las vacaciones escolares, salvo el irse al pueblo, en cuyo caso, lo prefería a todo.
La primera Pandorga que recuerdo fue en la que mi prima venía del pueblo a pasar unos días con nosotros y podía ese día vestirse con traje regional.
La última?? No me acuerdo, pero creo que traje a algún amigo para beber y bailar, alguno extranjero.
Y ya está.
Ni estoy esos días en Ciudad Real ni lo hecho de menos y no hay feria para llevar al niño.
Ahí se quedó para mí la Pandorga.
Aunque…visitar a la Virgen del Prado, a la que llevo y llevaré siempre desde el exilio buscado, para mí siempre es obligado cuando vuelvo.
Viva la Virgen del Prado.
Muy buena apreciación, una intromisión innecesaria y egoista de la política en la vida social de la ciudad.
La vida y la idiosincrasia de una ciudad no debe ser capitalizada por los intereses políticos.
Y cuando eso pasa qué poco espacio para la libertad y menos para la neutralidad de los espacios públicos y las tradiciones.
Como decía creo que Hegel: A la sociedad estudiala, analizala pero no se te ocurra tocarla.
Tristemente tenemos un ejemplo muy actual en Cataluña.
Como los intereses políticos han pervertido una sociedad.
Y es lo que genera, divisiones en vez de disfrutar lo que une.
Pues así es…
Cuando viví en Gerona en el 2006 y el 2007 había bien rollo… Muy pesaditos con lo suyo y el BarSa, pero la política no entraba en las familias ni en las amistades…
Se tocó a la familia Pujol desde los tribunales…y…lo que pasó después.
El resto lo hizo TV3 y el enorme aparato social subvencionado.
Olor a alcohol reseco, orina y basura.!!!Para la libertad.!!!..
Olor a alcohol reseco, orina y basura.
TE DOY LA RAZÓN
!!!Para la libertad.!!!..
AHÍ TE HAS PASADO…ESO NO ES LIBERTAD…
Pepe Rivero
¿Habla usted igual que escribe?
¿Porqué emplea palabras que usted supone que el común de sus lectores debe conocer?
¿Porqué es tan «enrevesado»?
Todo lo que comenta puede ser cierto y lo será, pero no somos «la biblioteca de Babilonia» para poder y saber descifrar algunos de sus comentarios…
No se lo tome a mal, pero le agradecería que «aterrizara» un poco a la hora de escribir y se olvidara de de palabras rimbombantes para que le entendamos mejor…
Un cordial saludo y que pase un buen día.
Ah, permítame una broma:
Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, también Theophrastus Bombast von Hohenheim, conocido como «Para»celso…
Para colmo… Comor…? Han faltado los Paramilitares y Paracelso y Para censo. Ni Chiquito de la Calzada iguala el estropicio de no ser enrevesado a la malagueña o Pararevés.
Yo leí Moby Dick con un diccionario al lado. Desde entonces me sé lo que es palo de mesana, el bauprés, la vela cangreja, el sotavento, el noray, los cabos, la cofa, la jarcia… y todo eso. Leer enseña y enriquece el vocabulaire. A mi pasa. Sigue con salud, Pepe
Cualquier cambio se produce sobre un fondo de continuidad y
cualquier permanencia incorpora variaciones. La tradición no consiste en la reproducción, o el calco prístino, del supuesto patrón original. La tradición se reactualiza y transforma continuamente…..
José Rivero,
Mi felicitación y aplauso por su «DIVAGARIO» dedicado a la celebración de la Pandorga/Botellón