Las voces y versos de diez grandes poetas manchegos resonarán en la noche del lunes, 22 de julio, a las 22 horas, en la explanada del Palacio de Clavería.
Será con motivo del acto “Poesía en el Palacio”, bajo la coordinación de Luis Díaz-Cacho, declamarán sus propias composiciones Antonia Piqueras Jiménez, Juan José Guardia Polaino, Luis Romero de Ávila, Manuel Muñoz, Eugenio Arce, Natividad Cepeda, Nieves Fernández, María José López Lara, Teresa Sánchez Laguna y el propio Luis Díaz-Cacho.
Organizado por el Grupo ‘Oretania’ y su editorial Ediciones C&G, en colaboración en este caso con el Ayuntamiento de Aldea del Rey. En dicho acto, además de los poetas participantes, se contará con la presencia del alcalde de la localidad, José Luis Villanueva; el concejal de Cultura, Cándido Barba; el coordinador de los encuentros Oretania, Luis Díaz-Cacho y el editor Julio Criado.
Recital poético fruto del libro “Palabra de Poeta”, editado por Ediciones C&G, resultante del X Encuentro Oretania de Poetas, celebrado en Piedrabuena, en dicho encuentro participaron un total de 34 poetas de los más prestigiosos y reconocidos de la provincia. En esta ocasión diez de ellos son los que compartirán sus creaciones con el público asistente en la explanada del Palacio de Clavería, para darle forma y contenido al acto cultural ‘Poesía en el Palacio’, que se celebrará mañana lunes, día 22 de julio, a las 22 horas.
La prologuista, de ‘Palabra de Poeta’, Eloísa Pardo, nos dice sobre los poetas de estos encuentros que “después de regalarnos en anteriores ediciones con palabras de agua, de amor, de vino, palabras heridas, desnudas, de Quijote, palabras de Dios, ahora ahondan en el sentimiento literario para hablarnos de la Poesía, de las Musas, del chispazo que deslumbra al poeta, para descubrirnos, por fin, el lado oculto de la luna, para sanarnos, con sus versos, de esa enfermedad incurable que es la Poesía”.
Para ella el libro es un lujo donde Antonia Piqueras se “perfuma los sueños de futuro con esencia de poesía” y para Juan José Guardia Polaino, “los poemas son náufragos que arañan las nubes/ y luego se ocultan bajo las cuencas de los ojos/ Los poetas, ebrios dioses”.
El canto de Luis Romero de Ávila, su verso, la palabra “que intenta hacerse vida/ para cantar al mundo/ los sueños más hermosos” y Manuel Muñoz llora impotente ante la injusticia y pide inmolarse, “ser mecido por el viento ante tanta barbarie”.
Para Eugenio Arce, “la vida es una dulce melodía/ y el poeta ha de estar siempre en la brecha/ en busca de la llave que nos abra/ las puertas de una nueva creación”.
Natividad Cepeda, agradece y rescata a los poetas inmortales, “a todos los escucho dentro de mi silencio/ dentro de esta quietud que me da la poesía”.
Nieves Fernández, anima al poeta a luchar “contra todo el océano de la voz y la palabra/ así verás los brazos emerger a la luz, salvados de las aguas”. Mª José López Lara razona “cuando a la vida se le borra la palabra futuro/ es entonces cuando se buscan los poetas”.
A Teresa Sánchez Laguna, la palabra herida le llega “sigilosa a mis alféizares/ derramando resplandores en la noche/ con impaciente bravura/ esparcien-do tu néctar de ambrosía/ en el silente despertar de mis locuras” y el poeta Luis Díaz-Cacho quiere cambiar el mundo con la poesía, “que la vida sin alma acaso es nada/ que vivir en el verso es lo que quiero”.
Jerónimo Calero Calero
El recital, también, será un brindis a uno de los grandes poetas que participaron en esta antología, Jerónimo Calero, quien falleció el pasado mes de mayo en su ciudad, en Manzanares, Francisco Caro, ha tenido palabras de recuerdo para “el poeta Jerónimo Calero, amigo de las letras y de la vida. Un poeta de hondo gusto por la palabra cierta, con aroma de clásica armonía y profundamente humanista”.
Díaz-Cacho, recordaba que “no estamos todos. Jerónimo Calero, nos ha dejado, pero estará en nuestros corazones, como lo están Nicolás del Hierro y Fermín Fernández Belloso”.
También Natividad Cepeda tiene palabras de recuerdo para Jerónimo Calero “tenía el latir de la tristeza de la tierra, palabra sincera en el dialogo y la duda de la existencia para después de la vida; me lo dijo la última vez reunidos con los poetas de Oretania. Y su mirada era tan cierta como si en cueros vivos te mirara. Escribía para no dejar de vivir y así repartir en sus poemas desgarros y sueños de él mismo”.
