La barriada Fraternidad de Puertollano ha cumplido con el ritual del fuego en la noche de San Juan con el encendido de una gran hoguera en el que los vecinos de las 630 soñaron deseos, purificaron el alma y quemaron los malos augurios.
La asociación de vecinos preparó para la ocasión una montaña de palés de madera que en pocos minutos ardieron y alrededor de las llamas se congregaron numerosos vecinos a compartir esta mágica noche.
Al calor del fuego la asociación distribuyó limonada y el tradicional puñado de garbanzos tostados entre las numerosas personas que acudieron a la luz del fuego.