Jesús Millán Muñoz.– Se considera Urueña, la primera villa del Libro de España. Existe una organización mundial, que otorga este título. Además se considera uno de los pueblos más bonitos de la Piel de Toro.
Encerrada en la estepa castellana, en un lugar de Valladolid se encuentra este pueblo. Que ha sido capaz de diríamos tener estas dos titulaciones, villa del libro y pueblo más bonito. Además, de los diversos monumentos históricos que existen, que usted puede comprobar y ver imágenes en Internet, si creo que debemos reflexionar sobre algunos puntos:
– En la tesitura actual, ya hace décadas, que los pueblos y comarcas de gran parte de la Piel de Toro, se han ido deshabitando, porque la pequeña industria existente, la agricultura, y otros servicios han ido reduciéndose, y debido a otras circunstancias y causas, que se han interrelacionado, para ir dejando en el silencio los pueblos, pero este pequeño pueblo, ha sido capaz, de crear-criar una decena de librerías, y ser referente, en su especialidad a nivel mundial.
Ciertamente está cerca de la Autovía VI, pero también hay que indicar, que hay que acercarse adrede a este punto en lo alto de la meseta. De ser, un castillo en alto, para defender una comarca, ha pasado a ser un castillo en alto para hacer volar palabras y frases y libros e imágenes y cultura. Como un enorme faro de intento de entender y comprender lo real y la realidad, lo real interior y lo real exterior.
Un libro es un simple receptáculo de memoria, es diríamos, otra conciencia que se expresa, porque de momento, casi la inmensidad de libros, han sido de autoría individual, al menos, cada parte de ellos, incluso en las obras colectivas. El libro ha pasado por multitud de materiales, podríamos indicar, pinturas o grabados en cuevas, inscripciones en piedra, arcilla cocida, hojas de papiros, pieles de animales, papel, y ahora diversos sistemas informáticos.
Pero el libro, como sistema técnico, organismo en sí, artilugio podríamos denominarlo, intenta expresar una conciencia-mente-consciencia, en definitiva, un ser. Un libro, si está dentro de los cánones de la legalidad vigente, y de una moralidad mínima, inserta, ahora, al menos, en los Derechos Humanos de 1948, un libro es un nuevo aire-viento, que entra en lo más profundo del ser, y que fluye de lo más profundo de un ser o de un colectivo o de una sociedad.
– Por experiencia sabemos que no todos los libros, son buenos y dignos, buenos en todos los sentidos. Porque todo ser humano debe aspirar-desear, aunque se equivoque a la libertad-equidad-bondad-bien-verdad-veracidad y todos los demás grandes valores, e intentar interrelacionarlos de forma correcta y auténtica.
Este pueblo que no llega a doscientos habitantes, ha sido capaz de encontrar en los avatares del mundo actual, su lugar en el mundo. Todavía podemos seguir pensando, que la loca de la casa, la imaginación que nos diría Teresa de Jesús, que siglos atrás anduvo también por Tordesillas, cercana a este lugar, la imaginación-creación puede y nos puede servir, para ser y para estar mejor en nosotros y en el mundo.
– Y como dirían los griegos, que no sirve ninguna filosofía, que no intente curar algún mal. Yo reinterpreto, no sirve ningún pensamiento, ningún artículo, que además de analizar lo presente, no abra nuevas vías y horizontes al tema que se está tratando. Por lo cual, diría o aconsejaría que estudiasen los lugareños, lo siguiente, primero, ya que son la villa del libro, por qué no piensan en realizar, una colección, después un museo sobre libros de artista. Que podría completar y complementar todas las actividades que realizan, podrían empezar con una exposición.
También, hay que indicar, que no existen libros sin autores, es decir, personas que dedican una parte de su vivencia-experiencia-creatividad, a unir líneas o imágenes o palabras o ideas o conceptos. Es necesario en el mundo de hoy, en la Celtiberia de hoy, que existiese un Archivo o Centro Documental, ahora sería virtual o en Internet, dónde libremente, podrían existir un directorio, de miles o docenas de miles de autores. Una simple referencia, nombre y curriculum, y a lo sumo, quizás un pequeño texto. Estimo que esta sugerencia daría al pueblo más aún, una referencia mundial. Existen docenas de miles de autores, que apenas publican, que apenas tienen un lugar en el mundo de la cultura, y duermen sus días, en el silencio de una pequeña esperanza. Quizás, esta villa del libro, en este sentido, también se podría convertir en la primera Villa de los Autores. Para completar y complementar, todos los valores que ya encierra.
Como decíamos, no sirve ninguna filosofía, que no cure algún mal, según los griegos, bueno sería, que otras regiones-comarcas-pueblos aprendiesen y aprehendiesen de esta iniciativa, e hiciesen ellos también alguna villa del libro, bien haría la Mancha que como la otra Castilla, quizás lleve demasiado tiempo dormitando, que empiece a respirar y a renacer. Bien haría la Mancha estudiar esta iniciativa internacional, y buscar, alguna villa del libro, además teniendo tan cerca la gran capital, siendo atravesada por grandes autovías…
Los dos viajeros pasearon por estas piedras, por estas palabras en papel, por estas calles como ruedas que parecen un laberinto. Recobraron fuerzas con las viandas del lugar y marcharon desde una meseta a otra meseta, desde una Castilla hasta otra Castilla. Hasta su hogar.