El pueblo de Carrión de Calatrava (Ciudad Real) volvió a vivir el rito de acompañar a su patrona la Virgen de la Encarnación con devoción, sentimiento y a paso ligero en el trayecto que va desde el municipio hasta su ermita. Miles de personas se dieron cita, tanto de vecinos de la localidad, como visitantes de otros lugares de la comarca.
Los carrioneros acompañaron desde primera hora a su Patrona, en la Misa en la Parroquia, donde ha permanecido la imagen de la Virgen de la Encarnación 40 días desde las pasadas fiestas patronales; para luego seguir con ella, como marca la tradición, a golpe de tambor paso ligero de regreso a su ermita.
Los romeros pararon, como es costumbre, en las inmediaciones de la ermita de San Antón, adosada al cementerio, donde, tras las palabras de despedida del párroco, Alejandro Molina Rodríguez, la figura de la Virgen emprendió su camino hacia el paraje del Santuario, volviendo a su ermita a hombros de sus devotos y devotas, ataviados con camiseta y pañuelo, marcando el paso a golpe de tambor, acompañada por multitud de gente.
Fueron muchos los que acompañaron en el camino de regreso a la Ermita, acelerándose el ritmo, especialmente, tras el paso por el Canto Blanco, a unos 500 metros del santuario, donde se gira la imagen hacia el pueblo como despedida hasta el próximo año antes de seguir su ruta hacia el paraje del Santuario.
El colofón a la romería, y principal momento emocionante del día, con la belleza primaveral del paisaje carrionero de fondo y de su impresionante fortaleza de Calatrava La Vieja, se vivió en el Santuario, donde cientos de personas alabaron a su Patrona, y gritaron “viva la Virgen de la Encarnación”, recibiéndola, un año más, con la emoción en los ojos y en el corazón, para después, una vez que entra la Virgen en el Patio, buscar todas las familias hacerse la foto de recuerdo con la Virgen, antes de colocarla en el interior de la Ermita para la Misa.
A partir de ese momento, fues tiempo de descansar y relajarse de la caminata, hasta la hora del aperitivo, cuando, como es tradición, la Hermandad de la Virgen de la Encarnación invitó al habitual aperitivo a los romeros, para, a continuación, celebrar la subasta de presentes a la Patrona.
Después, “hatos” o “corros” cobran más protagonismo, recintos habilitados muchos de ellos en la noche anterior, en los que los grupos de amigos y familiares pasaron un día de convivencia y reencuentro en sana armonía, compartiendo estos momentos con paseos por el recinto del Santuario, en un constante ir y venir de hato en hato, de paseos por el pequeño “mercadillo ambulante” y por las atracciones infantiles, puestos de feriantes, por el kiosco hostelero instalado en el recinto y por el chiringuito.
Ana María López, alcaldesa de Carrión en funciones, volvió a acompañar a la Patrona en el trayecto, y, a su término, junto a otros concejales, y felicitó “a todos y cada uno de los integrantes de la Cofradía con su presidente y mayordomo al frente por su esfuerzo y buen hacer, así como a la Agrupación Musical Calatrava La Vieja que acompañó a nuestra patrona desde primera hora de la mañana, todos contribuyeron a la grandeza, así como la devoción a nuestra Patrona, seña de identidad de nuestro pueblo, desarrollándose los actos de sábado y domingo con normalidad y tranquilidad”.
Destacar también el trabajo de los miembros de la Hermandad, para que todo saliera bien, así como del equipo de emergencias sanitarias, con una ambulancia, servicios de Protección Civil y un sinfín de voluntarios que hacen posible que todo salga según lo previsto.