Francisco José Sarrión.-Este sábado 18 de Mayo un grupo de personas de la plataforma NO a la MINA de Arroba y Fontanarejo realizamos una ruta reivindicativa e interpretativa por el camino que desde Arroba lleva a la sierra del Hontanar y termina en el puerto de Peñas Pardas donde se ubica un conjunto de milenarios megalitos milenarios carpetanos. Esta ruta forma parte de un sendero local señalizado del municipio que reivindicamos como ejemplo de fuente de empleo sostenible para estos pueblos.
La ruta ha partido de la misma plaza de Arroba de los Montes, donde se alza majestuosa la torre de la iglesia, una de las más antiguas de la provincia. Caminando por la calle que sale de la plaza vemos el objetivo de la ruta, la sierra del Hontanar, que delimita el horizonte arrobeño hacia el oeste. Es una pequeña sierra de singular orientación norte-sur, enclavada en el corazón del mar de sierras que vertebran este espacio natural salvaje que llamamos Carpetania, el más extenso de la Península Ibérica, a unos 10 km del Parque Nacional de Cabañeros, espacio que también queda englobado.
Por el camino de Piedrabuena disfrutamos de los paisajes con olivos ya florecidos, terrenos labrados y prados donde pastan las ovejas de algún ganadero que saludamos al pasar. Comprobamos los arroyos que nacen en sus faldas, y nos paramos en la charca ganadera ya naturalizada del arroyo principal, el raso del Portijuelo, hábitat de diversos anfibios y la bella orquídea Orchis coriophora. Justo enfrente tenemos el poyal de Casasola, también llamado por estos lugares revenío, que es un gran deslizamiento de tierras producido por las abundantes lluvias de los años 1995 y 96. Justo en este lugar está proyectada la gran escombrera de la mina de Arroba, que pretende traer materiales sobrantes de la corta minera de Valdecristo en Río Frío (Puebla de don Rodrigo) donde se extraería titanio, circón y tierras raras. El impacto paisajístico sería brutal, además de la afección a los nacederos de arroyos y el monte mediterráneo autóctono que lo tapiza hasta los peñascos de la cuerda (encina, alcornoque, enebro, labiérnago, madroño, torvisco, jara, cantueso, romero, etc., destacando grandes pies arbóreos de lentisco y cornicabra). Este valor ecológico no lo recoge el Estudio de Impacto ambiental del proyecto y tampoco tiene en cuenta que se asentaría en terreno deslizante, como se puede comprobar con una simple visita al lugar. La ubicación de este lugar como escombrera de la mina quizá sea porque los terrenos son municipales o comunales y se regalarían a la empresa promotora, aunque sea una aberración ambiental y paisajística.
La ruta continúa entre zonas de huertas y castaños y sube por la garganta de fuente Barcina hasta las Peñas Pardas, donde se ubica el lugar mágico del territorio, desde hace milenios. Entre jaras y brezos se alza una espectacular cabeza megalítica, un dolmen y un cíclope, en un alto que domina toda la hondonada de Arroba, divisándose también Navalpino y Fontanarejo. Al lado se ve el cerro donde iría otra mina a cielo abierto de fosfatos, acompañados de otros elementos pesados que no han sido evaluados como macabro premio que esperemos tampoco toque. Las sierras de Guadalupe y Cabañeros asoman por el horizonte al noroeste.
Un entorno de excepcional valor ambiental y arqueológico insuficientemente protegido, que solo desde una ceguera especulativa se podría devastar con dos minas a cielo abierto y sus respectivas escombreras, con la promesa de unos puestos de trabajo, inciertos y precarios, para evitar un despoblamiento que tiene otras causas más complejas.
Estamos a la espera de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto Arroba que solo puede ser por tercera vez negativa. Las alegaciones al proyecto son tan abrumadoras que estamos seguros que será así. En las mismas condiciones medioambientales está el proyecto de mina de Fontanarejo, pero el EIA lo dieron apresuradamente: positivo condicionado a varios estudios, como el hidrogeológico que no se ha presentado aún, siguiendo sin garantizarse que los acuíferos no se contaminarán y no dejarán sin agua al entorno de la corta, o que habrá agua suficiente para la planta de tratamiento del mineral.
La plataforma No a la Mina de Arroba y Fontanarejo seguiremos divulgando los valores ambientales y culturales del entorno, denunciando y tejiendo alianzas entre las personas de los pueblos para que estos despropósitos no devasten nuestro territorio y podamos seguir disfrutando de unos montes vivos por generaciones, como lo hicieron nuestros antepasados.
Anexos:
Fotos de la marcha
Videoruta
http://arrobamontes.blogspot.com/2010/07/megalitos-en-arroba-de-los-montes.html