Más de 130 personas procedentes de Almería, Madrid, Albacete o Valencia, así como de Ciudad Real, participaron el sábado pasado en la jornada de puertas abiertas en los principales yacimientos arqueológicos de Terrinches (Ciudad Real) con motivo de la finalización de la campaña de consolidación y conservación preventiva de los mosaicos de El Calvario.
Impulsada por el Ayuntamiento, la jornada resultó un completo éxito, tal y como resaltó el alcalde terrinchoso, Nicasio Peláez, que fue el encargado de dar la bienvenida a todos los asistentes: “Queremos agradecer el esfuerzo que han realizado todos ustedes para viajar tantos kilómetros y venir a nuestra tierra en la mañana de hoy, para ver nuestro legado cultural. Para nosotros es un orgullo poder mostrar con todo lujo de detalles algo que hace muy poco tiempo estaba oculto y en proceso de grave deterioro. Gracias a la labor del equipo técnico de Anthropos, s.l., dirigido por el profesor Luis Benítez de Lugo (UNED-UAM), y a la ayuda económica de la Asociación ‘Tierras de Libertad’, hoy los mosaicos que decoraban la casa de una familia rica romana que vivía aquí hace 1800 años pueden verse de nuevo”.
Peláez narró la historia de los diferentes estudios arqueológicos desarrollados en Terrinches a lo largo de varios lustros, durante su trabajo como alcalde. Así, recordó la restauración del retablo de la ermita de Nuestra Señora de Luciana y de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmán, del órgano barroco de la iglesia, del castillo y de los yacimientos arqueológicos que fueron visitados durante la jornada de puertas abiertas.
Y es que, los asistentes, además de visitar los mosaicos, pudieron visitar también las termas romanas de La Ontavia y los túmulos sagrados prehistóricos de Castillejo del Bonete, así como la Vía Augusta.
Esta jornada de puertas abiertas ha puesto el broche final a las intervenciones realizadas para la conservación preventiva del mosaico de la villa romana de El Calvario, donde han aparecido singulares escenas humanas, animales, vegetales y geométricas. Se trata de un mosaico figurativo policromado que se detectó en el año 2016 durante los primeros sondeos arqueológicos en el yacimiento de El Calvario, descubierto en el año 1999 por el profesor Luis Benítez de Lugo durante la realización de la Carta Arqueológica municipal.