Se equivocó la paloma

Corazón de Paloma Ciudad Real.– Si Alberti escribiera sobre palomas en el 2019 seguro no hablaría de ramas y orillas, sino que no tendría más remedio que hablar de jaulas-trampa, cámaras de gas, pinchos, redes, concejales y ayuntamientos.

Parece que la paloma, animal venerado durante milenios por el ser humano e inspiración de religiones y artistas, no tiene cabida en la vida moderna, al igual que la poesía y lo natural. A pesar de esto en Ciudad Real aún queda gente que ve las palomas con ojos amables, ojos “antiguos:”  abuelos que en la plaza les dan unas migas y que se las muestran a sus nietos, que se quedan fascinados ya que hoy en día a menudo es el único contacto que tienen con lo natural, con un animal de verdad. Quedan vecinos que dejan un poco de comida a escondidas por las noches porque, hoy en día, dar de comer a los pájaros es casi un crimen, no un gesto bondadoso.

En un lugar tan emblemático como la Plaza Mayor, los paseantes no sospechan que, en la azotea del anexo al ayuntamiento, visible desde el carrillón, tiene lugar algo que seguro no les dejaría indiferentes aunque no sientan mucha simpatía por las aves: palomas y tórtolas luchan, se agarran a los barrotes, sacan la cabeza desesperadas por escapar en una jaula-trampa del Ayuntamiento de Ciudad Real. Se trata de la trampa municipal más exitosa, la que más animales ha atrapado: más de dos mil desde hace cuatro años.

El ayuntamiento captura en varias azoteas desde hace años haga frío, calor, llueva, granice, todo el año, sin seguir un criterio claro, sin existir datos ni censos que demuestren sobrepoblación y, además, usando métodos de caza no selectivos que consisten en jaulas fabricadas por los mismos operarios en la sección de limpieza. Algunas miden varios metros como la jaula de Plaza Mayor y otras, como las usadas en la azotea del antiguo Colegio Ferroviario, son del tamaño de un cajón. Testimonios de los vecinos que ven las jaulas de la Ferroviaria desde sus balcones afirman que se hacinan animales durante días haga el tiempo que haga. Para colmo el Parque de Gasset es una zona verde con gran diversidad de aves como carboneros, verderones, torcaces, gorriones, mirlos y tórtolas. Cualquier ave de mediano tamaño corre el peligro de caer en las trampas aunque el objetivo sean las palomas comunes. El destino de los animales es el sacrificio en un núcleo zoológico cercano.

Las palomas y tórtolas, aves monógamas que se emparejan de por vida, caen en las trampas atraídas por la comida y sufren de gran estrés ya que están desesperadas por escapar. Tienen parejas y pichones esperando fuera, pichones que morirán de hambre en las azoteas lo que, además de suponer un método más que cuestionable, llevará a más quejas vecinales por atascos en bajantes y canalones.     

Curiosamente, a pesar de todo el dispositivo montado por el ayuntamiento, es común escuchar a algunos vecinos quejarse de las molestias que les causan las palomas y afirmar que “el ayuntamiento no hace nada,” lo que demuestra que los métodos empleados hasta ahora no funcionan. La solución a los problemas que las palomas puedan causar a los vecinos de Ciudad Real no es criminalizar a abuelos y amas de casa por darles de comer o tratar de capturar algunos ejemplares y permitir que el resto siga criando, sino atajar el problema de forma realmente efectiva evitando la cría.

Ya hemos hablado varias veces del pienso anticonceptivo con nicarbacina, ya usado en países como Italia donde hay gran preocupación por el patrimonio artístico. En nuestra península ya se usa en Castilla La Mancha (por ejemplo en Azuqueca de Henares, Guadalajara), en Barcelona, Valencia, Puerto Real y muchas más localidades grandes y pequeñas con una reducción de hasta el cincuenta por ciento del número de palomas en los primeros dos años.

El último ayuntamiento en sumarse ha sido Cádiz, hace escasos días. Sin embargo, los técnicos del Ayuntamiento de Ciudad Real se enrocan en usar métodos antiguos y obsoletos que, como está demostrado por biólogos y veterinarios, no reducen la población de palomas ni las quejas vecinales. Hay que cuestionar para mejorar y muchos lo están haciendo ya. Usemos métodos modernos y que funcionan porque las leyes protegen a todas las aves y porque la captura es cruel y supone tirar nuestro dinero. Dejar criar para luego matar no tiene sentido. Substituyamos jaulas en las azoteas y sufrimiento por gestión ética y dispensadores de pienso anticonceptivo.

Respeto para la fauna urbana y eficacia en la gestión de los problemas para los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.