El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha visitado esta mañana la exposición sobre la historia del vino en nuestro territorio que acoge el Museo Provincial promovida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, una muestra impulsada por la consejerías de Agricultura y Cultura que permanecerá abierta hasta el 9 de junio y que toma más importancia en estos días ante la proximidad de la décima edición de FENAVIN.
Caballero ha dicho que se trata de una exposición que es muy representativa de la realidad provincial. Y ha añadido que si los museos son la historia de los pueblos, el vino es la sangre que da vida a nuestra tierra, a Ciudad Real y a toda Castilla-La Mancha. No en vano, aglutinamos 460.000 hectáreas de viñedo, que supone el 49 por ciento de las que hay en España y el 7 por ciento de las existentes en el mundo. Somos por tanto, el mayor viñedo del planeta, según ha remarcado el presidente de la institución provincial.
Ha explicado, asimismo, que superamos las 40 variedades de uva, que contamos con nueve denominaciones de origen y con ocho indicaciones geográficas protegidas, así como con ocho pagos que dan lugar también a vinos de enorme calidad. Y ha añadido que la región y Ciudad Real es el territorio del vino, el espacio y hábitat natural del vino.
La exposición, por la que tienen previsto que pasen 30.000 personas, de las que 40 por ciento son escolares dado su carácter didáctico, según ha precisado la delegada de la Junta, Carmen Teresa Olmedo, constituye una de las actividades que vienen a complementar la Feria Nacional del Vino, organizada por la Diputación. Caballero ha indicado, a este respecto, que pretende que el vino empape e impregne la ciudad y la provincia.
Sobre todo porque el sector y las instituciones que se implican en impulsar el vino necesitan que la población no viva de espaldas a este producto, determinante en términos sociales y económicos. Porque en muchos pueblos la vida está ligada a la viña y al vino. Además, desde el punto de vista económico la mayor aportación que se hace a la economía de Castilla-La Mancha es a través del viñedo y de las exportaciones de vino. A ello hay que unir, atendiendo a las manifestaciones de Caballero, su contribución en materia medioambiental, ya que se hay períodos en el año en los que la única superficie verde que hay en la llanura manchega la proporcionan las viñas, unos cultivos que intervienen muy positivamente en el paisaje evitando la desamortización.
Ha afirmado, por otro lado, Caballero que la viña y el vino forma parte de nuestros gentes, de nuestros orígenes, de nuestro presente y de nuestro futuro. Por eso entiende que es tan importante la exposición que acoge el Museo Provincial, porque permite acercar el vino a la ciudadanía, entre los que figuran los jóvenes y las mujeres, dos colectivos que es preciso que entren en la cultura del vino y de su consumo moderado. “Nosotros intentamos hacer cultura en torno al mundo del vino para que más gente se acerque a este sector”, ha dicho.
El presidente de la Diputación confía en que la asistencia sea masiva durante la Feria Nacional del Vino y que vecinos y visitantes participen también en las actividades que está organizando el Ayuntamiento de Ciudad Real, con el objetivo de que FENAVIN sirva además de para hacer negocio para que adquiera un gran protagonismo el mundo del vino.
Hay que tener en cuenta, según ha destacado Caballero, que durante tres días de mayo Ciudad Real será referencia universal del vino, porque todos los operadores internacionales estarán pendientes de FENAVIN, será el centro de los informativos y de las redes sociales, porque es el único producto que vertebra a España y a todos los españoles, ya que hay vino en todos los territorios y su consumo traspasa todas las ideologías y es transversal en cuanto a los orígenes y territorios.
La exposición refleja la historia del vino en Castilla-La Mancha en toda España y hace una reflexión sobre la importancia de este producto desde los primeros tiempos de su implantación hasta la actualidad.