Manuel Valero.- El panorama preelectoral de Puertollano se va despejando. En un mismo día conocimos la lista completa de la candidata a la alcaldía por el PSOE, Isabel Rodríguez, la inesperada aparición en escena de un ciudadano, Orlando Porras, que opta a un escaño en el Congreso en las elecciones del 28A -o a presidir el Gobierno regional, ahí es nada- por la coalición Partido Demócrata Social Jubilados Europeos- Unidad de Centro, y la inscripción en el Ministerio del Interior como partido político de Vecinos de Puertollano, con vistas se supone a competir en las elecciones municipales del 26 M.
El primer hecho noticioso se ha producido según la rutina de los partidos veteranos: trabajo en sordina de la candidata para conformar su equipo, celebración de la asamblea local, aprobación de la única lista propuesta por Isabel Rodríguez, y traslado a la opinión pública a través de los medios de la identidad de los 21 candidatos. Lo mismo que han hecho o harán los partidos ya duchos en la brega del voto, tanto PP como IU o Ciudadanos… Y los demás , claro.
Los partidos expertos ya en la pugna electoral se han expuesto a un desgaste crónico en unos momentos delicados para la cultura política surgida de 1978. El desgaste en el ejercicio del poder, las contradicciones programáticas, los casos de corrupción generalmente relacionados con la financiación de los partidos, el problema territorial, ha supuesto un cambio cualitativo en el concepto democrático y ha propiciado un aparente despertar de la sociedad civil que ha sido inteligentemente capitalizado por nuevas organizaciones políticas: si hace una década fue Ciudadanos el partido que surgió de la contestación valiente, catalana no nacionalista, ante la antipática exclusión de los indepes con cara de vinagre, hace un lustro fue Podemos el que administró la energía social que liberó el 15 M. Y hace un par de años o poco más, ha sido otro partido, Vox, el que ha florecido en el humus nacional del descontento general . Todo aparentemente positivo según los teóricos de la democracia y según el sesgo con que se mire. La democracia significa participación, relevo, transparencia , inbricación ciudadana en la toma de decisiones o en la presión razonable, pero todo eso no significa que haya de ser una feria o un pase modelos en el que el mismo concepto de democracia corra el riesgo de una devaluación que convierta la seriedad de un compromiso político en un afán de rutilancia personal o un deseo casquivano de notoriedad. Por eso los nuevos suelen llevar tan mal las críticas: creen hablar desde la pureza política sin saber que desde ese puesto también se puede ser razonable o demagógico.
Los partidos tradicionales son más ortodoxos a la hora de cumplimentar el protocolo interno de los estatutos ( y la Ley) para presentar candidaturas, celebrar asambleas o primarias y mostrar a los electores al menos un marchamo democrático asumible: ya sabemos que en la práctica son los aparatos quienes ponen o apartan incluso en los nuevos que poco tardan en ajustar a su circunstancia el resabio de la vieja política.
Ha habido novedades esta semana, sí. Y sin embargo de los nuevos partidos a nivel local no sabemos nada. O casi nada. Virginales, dado que no hay nada que reprocharles por su inédita experiencia, adolecen por ello de cierta penumbra mediática quizá por falta de experiencia, a la hora de informar a los ciudadanos con la misma contundencia y claridad con que critican a los gobernantes y a los partidos tradicionales
Excepto los iberistas que han sido fieles a la puesta en escena y se han dejado ver para informar de sus proyectos a lo largo de los últimos meses, nada sabemos los ciudadanos, esto es, los electores, de las otras alternativas –VdP, PDSJ-UDEC y Vox. Sabemos que Vecinos de Puertollano, cuyo muro en Facebook administra Antonio Delgado se ha registrado en Interior con dos cargos que se supone son provisionales, el de presidente, el propio Antonio Delgado y el de secretario general, Pablo Antonio López Castilla. (Para formar un partido basta con tres personas físicas, no jurídicas). Si pretenden concurrir a las municipales, en su derecho están, tendrán que reunir una lista de 21 elegibles más los reservas, elaborar unos estatutos, tener una sede social, una cuenta bancaria y una organización interna democrática que avale con el voto de los afiliados la legitimidad de los cargos electos y los candidatos. El propio interesado se ha mostrado reacio a hablar al menos con este medio y no ha entrado en detalles. De cualquier manera es seguro que cumplirá con la legalidad como no puede ser de otro modo y una vez perfilado su organigrama, se elegirá a sus líderes y a los aspirantes a escaño local. Esperaremos noticias. Tiempo tiene.
El único partido que ha dado a conocer la lista completa ha sido el PSOE con cayos en las siglas por la tunda que recibe. Donde pongan el corte los ciudadanos, si en el número 3, 4, 5, 6 0 19… lo sabremos en su momento. Salvo los dos concejales que repiten, Isabel Rodríguez ha presentado una candidatura renovada. Tiempo habrá de analizarla. Tiene desde luego, una buena baliza trasera para darle lustre a la lista: Santiago Moreno. La aspirante a alcaldesa cierra la candidatura con una persona que ya lo fue. La pena es que también se fue.
Es cierto que los partidos nuevos no tienen la misma estructura consolidada ni los mismos recursos que los tradicionales, y consolidar una marca propia lleva tiempo. Aunque, tal vez, las dificultades sean poner rostros en todas las listas electorales…..
Creo que en Puertollano, juntamente con la Administración autonómica, hacen falta gestores (lamentablemente políticos) que sepan y puedan acceder a las empresas, multinacionales y, en fin, a organismos que sepan ver las posibilidades que tiene la zona para establecerse allí (buenas comunicaciones, mano de obra y técnicos con experiencia….). De lo contrario continuaremos asistiendo al ocaso de la región. Los partidos «clásicos» tienen alguna posibilidad; los locales, sin financiación, experiencia…ninguna.