El Antiguo Casino de Ciudad Real ha sido el escenario en el que los cofrades se han dado cita en esta tarde de viernes para escuchar el VI Pregón de la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, Tercio de los Siete Dolores, Santa Cruz en el Monte Calvario, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista, pronunciado por el ciudarrealeño don Jesús González Adánez.
Para este VI Pregón de la Hermandad de la Soledad y María Santísima de la Amargura fue elegido como pregonero don Jesús González Adánez, ciudarrealeño apasionado por la historia de Ciudad Real y sus tradiciones, especialmente las cofrades; un hombre de fe profunda, con un gran espíritu kerigmático, cuyo deleite principal ha sido ensalzar a la Madre de Dios, a la que se venera bajo tantas advocaciones en la ciudad, y que en esta ocasión se viste de Amargura y Soledad.
El acto comenzó con la presentación del cartel de la Hermandad para este año, realizado por la cofrade de la Hermandad doña Laura Arroyo Naranjo, tras la cual el pregonero ha sido presentado por el actual Hermano Mayor, don José-Luis Nieto Murillo.
La introducción al pregón la han protagonizado unos versos en los que González Adánez ha ido desgranando lo que significa personalmente para él la figura de la Virgen y ha recorrido las distintas advocaciones con las que es venerada en la capital, sin olvidar la importancia que tiene la pertenencia a la cofradía, en la que ha desgranado los hitos más importantes de su historia, que sin duda han configurado poco a poco gracias a la generosidad de todos sus cofrades el estado actual de la misma. También ha querido resaltar la generosidad con la que responde el grupo joven, verdadera esperanza como savia nueva de la misma, que en este año se plasma en el regalo que han hecho a la Virgen de una corona que estrenará en su estación de penitencia.
En el desarrollo ha tejido letanías piropeando a la Virgen con textos en los que ha compartido su experiencia espiritual durante cada estación de penitencia, invitando a los cofrades que participan activamente en ella y a cuantos la contemplan desde la calle a dejarse interpelar por la escena, no solo en ese momento del Sábado Santo, sino especialmente en los acontecimientos de la vida de cada uno en los que la soledad y la amargura nos invaden cuando la Cruz aparece:
“Y ahí estás Tú, Nuestra Señora de la Soledad, junto a sus soledades;
ahí estás Tú cuando los golpes de la vida obligan a nuestros hermanos a poner rodilla en tierra,
como viste hacerlo a tu Hijo en la pendiente del Gólgota,
y como lo harán a tu entrada nuestros costaleros.
Y siempre Tú, con tu cómplice mirada y tu eterna compañía estas ahí;
y porque estás ahí, puedo decirte: Así me tienes, buscando tu beso”.
Para concluir, no ha querido pasar por alto el centenario de presencia en la ciudad que este año han celebrado las Religiosas de María Inmaculada, dedicadas al servicio de la promoción de las mujeres, y a quienes ha querido homenajear dedicándoles una parte del pregón, anunciando esa parada especial que tendrá la estación de penitencia este año junto a su casa por este motivo.
El broche final del acto lo puso el profesor de música don Pedro-Pablo López Hervás, que deleitó a los asistentes con cuatro marchas cofrades a piano.
“Amargura y Soledad
Madre de las dos miradas
déjanos quitarte el llanto
que para eso están tus cofrades
Señora del Sábado Santo.”
