Manos Unidas.- El viernes 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer; fecha instituida por Naciones Unidas en 1975 y que “hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
Sin embargo, habrá muchas, millones de mujeres, que no podrán reclamar sus derechos ni el 8 de marzo ni ningún día del año. Millones de mujeres que, en pleno siglo XXI, no serán, ni siquiera, conscientes de la existencia de esos derechos que las amparan y que les deberían garantizar, de manera efectiva, la independencia, la seguridad y la posibilidad de tener un papel relevante en sus familias y comunidades.
Manos Unidas, Organización fundada hace 60 años por mujeres, quiere aprovechar esta jornada para denunciar que la pobreza, que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, es la mayor causa de vulneración de derechos de la mujer. Una vulneración que comienza casi desde el momento del nacimiento y que se acrecienta ya desde la escuela. A partir de ahí, las mujeres comienzan a quedarse atrás en el camino del desarrollo, con las consecuencias de marginación y exclusión que la falta de educación y formación conllevan.
A lo largo de seis décadas de trabajo, Manos Unidas ha sido testigo de la discriminación que las mujeres sufren en todos los órdenes de la vida: leyes y políticas, creadas por hombres y ratificadas por gobiernos mayoritariamente masculinos, que les impiden acceder a la educación, a la salud, a las tierras, a la herencia o la vivienda en términos de igualdad con los hombres”. Pero también, Manos Unidas ha sido testigo de los importantes avances que se han producido en cuestiones de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en muchas comunidades y países del mundo en los que trabaja, teniendo muy presente que “el camino por recorrer todavía es muy largo porque, la desigualdad lleva a las mujeres a ser víctimas del hambre, el analfabetismo, la trata, el desempleo, el trabajo esclavo y la exclusión de la vida pública y del ejercicio del poder”.
Por eso, Manos Unidas apuesta sin fisuras por la mujer, porque hemos comprobado que los proyectos en los que hay mujeres involucradas tienen resultados más exitosos, posiblemente por todas las responsabilidades que, desde pequeñas, se ven obligadas a asumir.Podemos decir quelas mujeres son agentesfundamentales del desarrollo en sus comunidades,de ahí queel trabajo con las mujeres es un eje transversal en todas las iniciativas que lleva a cabo Manos Unidas en los países en los que está presente.
En 2018 apoyamos, directamente, a más de 800.000 mujeres en los proyectos aprobados.
