Manuel Valero.- No sé si en las elecciones generales del 28-A la gente acudirá a votar como si hubiera sido llamada a referéndum para desatascar el fregadero catalán y si en ese registro, y solo en ése, decidirá la nueva mayoría.
Sí, seguramente Cataluña pese mucho en abril pero habrá aligerado de peso en mayo: las elecciones locales, ya sean aquí, en Puertollano, o en Terrinches , son una buena dieta vitamínica contra el grasiento voto pasional. Más que nada porque el elector, aquí o en Terrinches suele tener más en cuenta los compromisos de los candidatos y sus equipos para gobernar la ciudad con un voto más práctico, tan práctico que no dilucida si el Mediterráneo será otra vez aragonés como lo fue en los tiempos del reino maño sino que se ciñe al ámbito vital de su entorno más inmediato y la suerte que este corra en unas manos o en otras.
Vota a quien cree mejor para gestionar lo de todos, a quien cree que administrará con mejor tino el pueblo o la ciudad. Poco le va a importar al mestanceño que ejerza su derecho democrático si el príncipe de Beukelaer paga religiosamente la pensión de Waterloo a cargo de la Hacienda pública, o no. Si algo filtra el conflicto condal sobre las urnas municipales, ya lo habrá hecho en abril. De sobra.
Siempre nos hemos preguntado entre los periodistas si en unas elecciones municipales influye más el candidato/a que el partido por el que se presenta. Había de todo, pero la opinión más común era que cuando se trata de elegir alcalde los vecinos afinan más por la persona que se propone que por la marca política que dispone. Y en realidad siempre ha sido así, si bien no hay que negar en este caso la ayuda que aporta el partido nacional a su candidato alcaldable en función de la coyuntura política, variable a tener muy en cuenta a la hora de considerar si la marca suma o resta.
A nadie se le escapa que si un partido está en un momento dulce suele recoger en todos los niveles pero también que un buen candidato en los malos tiempos puede parar el penalti.
Cuando analizábamos el resultado de las municipales solíamos identificar el pueblo con un partido o con otro, del lado socialdemócrata, del conservador o de una determinada agrupación electoral (que ya las había antes que Internet), porque el candidato/a le aseguraba otros cuatro años de prórroga a su partido. Y así mismo, claro. Sin embargo cuando tenías ocasión de hacer un estudio de campo y sondear a la gente detectabas enseguida el verdadero peso del candidato/a, su ascendente sobre el paisanaje, su campechanía, su ideoneidad… en fin. “Lo he votado no por ser del partido tal sino por que don menganito (siempre ponían el don por delante), es un buen hombre, honrado que quiere el bien para el pueblo”, te decían.
El ejemplo histórico más sonado, salvo que haya otro por ahí que desconozca, era el de Córdoba bajo el gobierno del comunista Julio Anguita, el califa rojo, y aquí en la provincia de Ciudad Real, el de Argamasilla de Alba gobernada por Cayo Lara, que también llegó a dirigir Izquierda Unida antes de que la federación de izquierdas, cayera desmayada ante el magnetismo de Pablo Iglesias, junior. ¿Eran Córdoba y Argamasilla falansterios comunistas cuando en el Estado tenían una influencia muy relativa, relativísima en relación a los nacionalistas? No, tenían buenos candidatos y buenos alcaldes porque repetían.
Algunas veces más que otras, la realidad demuestra que en municipales pesa el más el quien y el quiénes que de parte de quien vienen. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acertó con ganas o no, al convocar generales antes que las municipales y también que no las haya hecho coincidir. Si las municipales hubieran sido antes los alcaldables socialistas y presidenciables autonómicos hubieran sido la primera línea a batir, y si las hubiera hecho coincidir la ósmosis hubiera sido no un filtro de aburrido goteo sino una riada. La marca nacional se habría llevado consigo, para bien (gobierno) o para mal (oposición), al candidato local.
Ahora y a pesar de estos tiempos extraños de flacidez épica, de más liquidez histórica que en los bolsillos de los contribuyentes; ahora que el mapa político ha experimentado un ajuste impensable hace tan solo una década con la aparición de Podemos y Vox, más el primero en llegar Ciudadanos, que son el tridente contra los grandes, lo cual hace más incierto el resultado también en las municipales; ahora que miramos la televisión y oímos tertulias que se diría son un bucle de marmotas; ahora que a España ha llegado lo que hace años llegó a Francia, Italia, Reino Unido; ahora que asuntos extramuros como Venezuela viene a alimentar un ya de por sí cebado voto pasional con sobrepeso de amenazas de rupturas territoriales y hecatombes si las elecciones las gana el enemigo, el que sea… ahora, conviene sentarse a reflexionar cuando llegue mayo florido y hermoso que el voto local es el más inteligente, pragmático, el que primero se nota o se frustra, el que incide más directamente sobre nuestra vida cotidiana por nuestra condición de vecinos, el que nos pone en contacto con quienes nos gobiernan y toman las decisiones que afectan al alumbrado y limpieza de calles, a las tasas que pagamos, a la basura que se recoge, al tráfico, a las condiciones para la creación de empleo….
Cuanto más despejada tengamos la razón y vaciada la tripa, votaremos con mayor precisión. Y sabiamente. Y en libertad, total, of course.
Para mí lo ideal sería que en las municipales se presentaran solo asambleas de vecinos.
Los partidos no atraen a los mejores y su marca resta a todos los candidatos.
Y está la política local, la más concreta de todas como bien dices.
Me interesa mucho lo que pasará en Puertollano, si el PSOE se la pega ahí…la debacle será generalizada.
Pero eso no es la política local, eso es el final de liga, y está muy reñida.
Y muy de acuerdo, el asunto catalán será decisivo en las generales.
Siempre es recomendable no colocar en el mismo plano temas de naturaleza muy distinta y nuestra ‘derecha’ ha utilizado la cuestión catalana para reactivarse y como pretexto…..
Por cierto, Puertollano ya dispone de una candidata ganadora con un equipo ganador y todos forman parte del PSOE, que es un partido ganador. Así de natural como la ósmosis directa……
https://www.youtube.com/watch?v=MGO8U2eb3vQ
De una chaquetera como dios manda.
La cuestion catalana poco o nada ha afectado al hundimiento del PSOE en Puertollano y Ciudad Real si no mas bien otras cuestiones
¿Hundimiento? ¿Ha echado un vistazo a la evolución de la intención de voto en las últimas semanas? Ja, ja, ja……
Tezanos Corporation… jajajajaja
¿A que encuesta?¿A la cocinada que presentó el PSOE local antes de todos los escandalos?¿A la de la cocina de Tezanos?¿O a la de los encuestadores privados que se lo cocinan un poco?
Recuerde lo que pasó en Andalucía, que las encuestas decían una cosa y luego al final…
Por favor. La pastillita te la tienes k tomar cada 8 horas.
¿ En elecciones municipales se atiende más al candidato que a la marca o siglas? Sin ánimo de contradecir a Valero y a sus colegas de profesión, esa es una conclusión que no resiste un somero análisis. Y es que en todo tipo de elecciones la gente va detrás de unas siglas, sus siglas. Ya dijo un periodista puertollanero en reiteradas ocasiones que él votaría PSOE aunque presentarán como cabeza de lista a la mula Francis. Y, abundando en esa tesis, Alfonso Guerra , en su entrevista de hace una semana con Jordi Évole, afirmó que durante muchos años el elector pedía la papeleta de la rosita aunque encabezase el elenco el estrangulador de Boston.
Pero es que en Puertollano tenemos un claro ejemplo del poder magnético de las siglas. Y es que de las tropelías de Hermoso Murillo sabía casi toda la ciudad. Aún más, había periodistas que conocían con pelos y señales y pruebas de los hechos presuntamente delictivos de su alcalde. Pero como usted sabe, en 2011, volvió a ganar el Psoe unas enésimas elecciones. Con menos votos , pero volvió a ganar.
No, Valero, el mejor candidato casi nunca gana si no va arropado por las siglas de mayor tirón.
No, Valero,
Amén a tu texto. Además, hay un hecho incontestable que está relacionado con la maquinaria muy bien engrasada de las redes clientelares y enchufismo del que gobierna. Eso, y que el que gobierna tiene a su disposición gabinetes de prensa, páginas web y el control de funcionarios interinos. Si gobierna durante mucho tiempo, el control es absoluto. Porque gobernar debe ser fácil , se diga lo que se diga, y en la oposición debe hacer mucho frío.
Aunque la circunstancia ideal es que un partido, el que sea, y su candidato gocen de una coyuntura favorable y de la aprobación de la mayoría de la población (nada ni nadie suscita unanimidades), a mi juicio, a medida que se avanzó en la democracia, las municipales dieron paso al «peso vecinal» del candidato que al final pesó tanto como las siglas que representaba. No hablo de Puertollano, que efectivamente es una excepción, sino de los pueblos de la provincia que sondeé por mi profesión. Hubo cambios en muchos pueblos- Tomelloso, Valdepeñas, Ciudad Real-bien por la deflación del partido al que pertenecía el otro candidato o bien por el tirón vecinal del adversario, Carlos Cotillas, Jesús Martín, Lorenzo Selas. Obviamente un candidato no se puede disociar de unas siglas pero en lo tocante al pueblo ambas cosas pesan a la hora de votar. ¿Sabe lo que me dijo un día un colaborar estrecho de José Bono? Que el partido lo necesitaba a él pero que él no necesitaba al partido para ganar elecciones. En fin, al final, quien lleva razón es la gente. DE modo que no me sea Sánchez con su «no es no» y déjeme al menos una rendija a mi tesis que desde luego sigo defendiendo. Sobre todo en estos tiempos tan movedizos así…
No, si yo le dejo todas las rendijas y ventanas que usted quiera a su tesis, faltaría más. Pero el ejemplo de Bono no me sirve, porque don José triunfó en una comunidad , CLM, conservadora hasta las trancas. Y lo hizo porque su candidato también lo es. Bono es de los que comen carne y pescado y en cualquier partido se hubiera desenvuelto a la perfección.
Y desde luego, lo que no me vale es eso de que hubo muchos cambios en diferentes pueblos. Claro,jóvenes que entran de nuevo en un censo, hastío del tipo que está gobernando mucho tiempo. Por último, y pese a las muchas excepciones que confirmen la regla, lo que no me vale es la frase hecha, que se oye por todos lados, que en las locales se vota al candidato. No es no.
Si la gente vota a la sigla o sobre todo a la sigla como usted afirma está indicando implícitamente un cierto automatismo en el voto al margen de quien lidere.En cambio, tener en cuenta al candidato implica confianza no en un abstracto de siglas sino en una persona concreta y sobre todo en unas elecciones municipales, en una persona paisana a la que seguramente conocemos… para bien o sea para votarle o para mal, o sea para botarle. En este país,también, hay un porcentaje magro de electores que votan en contra de alguien más que a favor. Pronto lo sabremos…¿no o sí?
Implícitamente no ,lo afirmo expresamente. La gente, la mayoría del personal, vota una marca. Y claro que tener en cuenta al candidato sería lo deseable, quién lo niega. Pero los deseos no siempre coinciden con la realidad.
Por lo demás, quién conoce a los candidatos la primera vez que se presentan. Ahí tenenmos a nuestro omnipresente Charles en esta web, entonando su «laudatio» particular a la famosa Isabel Rodríguez, por ser del PSOE y por la vitola de ser diputada en el Congreso, es decir, famosa. Pero la pregunta del millón, ¿ garantizará el cursus honorum de la diputada una gestión impoluta en el ayuntamiento como alcaldesa en el supuesto de ser la elegida? Yo creo que ser alcalde debe entrañar mayor dificultad que ser un diputado raso. Total, como usted dice , pronto lo sabremos.
Un profesor nos definía la Historia como «la sucesiva sucesión de sucesos sucedidos sucesivamente». Y la Historia se repite cada cuatro años, más o menos. Y los políticos nos hacen caer cada vez que hay comicios en la misma trampa. El caso es que, desde hace demasiados años, Puertollano tiene un problema muy grave: su industria se está encogiendo. Esa industria que daba riqueza a éste lugar de la Mancha, pero que cada vez es más menguante. Los políticos locales no tienen el caché suficiente para convencer a los empresarios de la región o extranjeros para retomar el tejido industrial que tuvo Puertollano, e incluso la necesidad de reinventarse. Lo que tienen en la mente los habitantes de ésta ciudad, no es el problema de Cataluña (que lo es), no el que VOX haya surgido en la política, no el que Podemos sea un bluf, no que el PP tenga más o menos problemas de corrupción en algunos estamentos del país, no el que el PSOE haya sido el partido que ha dirigido el destino de la ciudad en los últimos 40 años y que también tenga lo suyo respecto a presuntas corruptelas….lo que A LA GENTE DE PUERTOLLANO LE INTERESA SABER ES QUÉ VAN A HACER LOS POLÍTICOS CERCANOS, la municipalidad, por su presente contínuo, que a la fin es el futuro, el suyo y el de sus hijos. Y no me refiero a tener asfaltadas las calles o a mantener el alumbrado de la ciudad, sino a cómo crear industrias o mantener y potenciar las existentes, nuevos negocios….. en fin, riqueza en una ciudad con todas las posibilidades (magníficos profesionales, excelentes técnicos, buenas comunicaciones….). ¿Qué contempla cada partido político en su programa electoral al respecto?
Buena pregunta. Pronto lo sabremos. Pero aunque resulte chocante, la limpieza, el asfaltado de calles, la iluminación son competencias estrictamente municipales. La creación de empleo no. Es de los empresarios o autónomos o emprendedores atraídos por la política del Ayuntamiento que es donde radica su éxito. Cuando hay que tirar de planes de empleos es que fuera (la economía) no llueve.
Completamente de acuerdo. Los empresarios son los que dinamizan un determinado país o región. Pero los políticos son los que pueden favorecer la creación de esas nuevas industrias y no dejar que las existentes desaparezcan (Elcogas, Eon, Solaria…), si no existen contraprestaciones, que deberían estar apoyadas por las instituciones autonómicas y centrales. No basta, cuando haya cierres de empresas, con hacer manifestaciones y aparecer en tv con una pancarta. Sino fomentar reuniones y tratar de llegar a acuerdos con los empresarios, las corporaciones que se hayan establecido o puedan establecerse en la ciudad. Pero en la forma win-win, es decir, si han recibido ayudas del Ayuntamiento, al marcharse de Puertollano deben de retribuirlas de alguna manera. Analizar y tener muy claros cuales son los puntos fuertes de la ciudad, saber venderla en otras regiones de la península. Ayudar a los empresarios y a emprendedores….Para mí eso es trabajo del político local…si no ¿para qué sirven?.
Lo firmo