Madres y padres de Fuencaliente rechazan la supresión de una plaza de maestro en Primaria

Madres y padres de la localidad de Fuencaliente han rechazado la supresión de una plaza de maestro de primaria en el colegio Nuestra Señora de los Baños. En un comunicado, el colectivo lamenta la situación que se podría crear y pide que se solucione cuanto antes. «Aquí no nos sobran maestros. Si acaso, faltan», subrayan.

Comunicado íntegro de padres y madres de Fuencaliente:

La vida en las zonas rurales es dura. Es cierto que suele ser algo más pausada que en las ciudades grandes, que el aire es más puro y el paisaje idílico, pero ahí acaba lo bonito. En Fuencaliente sobrevivimos unas 1.100 personas: pequeños olivares, algo de ganado, el huerto, la caza en invierno, el corcho en verano, alguna tienda, brigadas contra incendios… economía de subsistencia.

Y aún así, seguimos aquí, defendiéndonos como gato panza arriba. Vamos tirando. Además, manteniendo la natalidad en niveles que, de
momento, remedan el envejecimiento del pueblo: dense una vuelta cualquier tarde por la plaza, está llena de criaturas jugando. Entre infantil, primaria y secundaria, tenemos unos 100 niños y niñas, y algunos más entre 16 y 18 años.

Nos gusta vivir aquí, a pesar de ciertas dificultades e incomodidades. Cada dos por tres tenemos que coger el coche para conseguir cualquier cosa de las que no podemos encontrar en Fuencaliente: trámites administrativos,
médicos, compras, ocio… hasta Puertollano, son unos 130 km ida y vuelta, o unos 210 km si tenemos que acercarnos a Ciudad Real. La carretera tampoco está como para tirar cohetes, las nieblas en invierno… Y a pesar de todo, aquí seguimos, aquí queremos seguir, y aquí nos gustaría que
siguieran nuestros hijos.

Pero lo cierto es que la Administración regional tampoco nos facilita mucho el seguir habitando Fuencaliente: por ejemplo, desde hace un par de años, las revisiones de nuestros hijos las tenemos que hacer en nuestro centro de salud; vamos, que hay más de 100 menores sin pediatra. Por supuesto, ante cualquier problema, el médico de familia nos deriva a pediatría o donde haga falta, pero a priori no podemos llevar a nuestros hijos al pediatra.

Los niños de Puertollano, o Ciudad Real, sí. Pero los nuestros, no. Pues bien: ahora, alguien importante sentado en un despacho en Toledo, ha decidido que en el colegio de Fuencaliente sobra un maestro. Tal como se ha publicado, la plantilla de los centros educativos de Castilla-La Mancha para el curso 2019-2020 viene con una plaza de Primaria menos para el colegio «Nuestra Señora de los Baños». De 5 maestros, pasamos a 4. En un colegio donde ya van juntos 2° y 3°, compartiendo tutoría, además de dos clases de infantil; donde tenemos compartidos con otros centros los especialistas de inglés, audición y lenguaje, orientación, música y religión. Un maestro menos implicaría, por ejemplo, tener que juntar otros dos cursos, o no terminar los temarios establecidos en materias “importantes” (lengua,
matemáticas, sociales y naturales: para el resto ya tenemos al profesorado compartido…), o dar el temario deprisa y corriendo para cubrir el expediente, y que los alumnos no asimilen los contenidos. En el colegio de un pueblo a 60 km de la ciudad más cercana, Puertollano, lo que le valió la calificación de «colegio de difícil desempeño», aunque por lo
que parece no tiene mucha utilidad práctica.

Un pueblo sin academias de idiomas, sin posibilidades de refuerzo para el alumnado, con una pequeña biblioteca municipal que ejerce más como ludoteca que como lugar de estudio, y casi sin oferta de actividades extraescolares. Si tu hija va mal en matemáticas, la tienes que reforzar tú. Niños y niñas con unos padres, en muchos casos, con un nivel académico medio-bajo que no nos permite ayudar a nuestros hijos como nos gustaría.

Un pueblo donde la falta de motivación por el estudio y el futuro es preocupante, peor que en las ciudades, y donde no hay escuelas deportivas, ni gimnasios, ni clubes de ajedrez, ni artes marciales, ni escuelas de danza, ni piscina cubierta, ni pabellón, y donde la única oferta de ocio es, muchas veces, el bar y la baraja de cartas. Un pueblo donde un maestro más o menos puede ser determinante para el éxito, o el fracaso, de nuestros hijos. Puede que las clases tengan menos alumnos que en las ciudades, que el colegio sea pequeño, pero créanme: aquí cada niño y niña necesita más atención, si cabe, que los de cualquier colegio más grande, porque el fracaso escolar está más cerca, y el futuro es más negro.

Al gobierno de la región se le llena la boca con el desarrollo rural, el apoyo al campo, la ayuda a los que mantenemos vivos los pueblos… sin embargo, por lo que parece, en el colegio de Fuencaliente nos sobra un maestro.

Pero claro, la capacidad de reivindicación que tenemos es mínima: llegados a malas, ¿Cuántas madres y padres nos podríamos manifestar? ¿Sesenta o setenta personas, dando cacerolazos y pitadas frente a la Consejería de Educación?

Eso no es nada, la Junta tiene las espaldas harto anchas para aguantar eso y más. ¿De cuántos votos estamos hablando? Pocos, pocos, una pérdida de votos perfectamente asumible, mientras en la Junta siguen dándose golpes en el pecho con el apoyo a los desfavorecidos… Porque eso es lo que somos,
desfavorecidos.

O puede que se trate de un error. A lo mejor se le ha ido el dedo al administrativo que ha pasado a limpio la plantilla, tenía que darle al 6 y se ha equivocado y le ha dado al 4.

Confiamos en que sea eso, un error. Y que se subsane cuanto antes. Porque aquí no nos sobran maestros. Si acaso, faltan.