CNT Ciudad Real.– Desde el comienzo de la revolución de Rojava, el estado turco, el régimen sirio y las potencias imperialistas lideradas por los EE. UU. y Rusia, han hecho todo lo que estaba en sus manos para eliminarla. Un año después del inicio de la guerra criminal contra el cantón de Afrin, el pueblo del noreste de Siria se enfrenta nuevamente a una agresión del estado fascista de Turquía y sus aliados islamistas de Daesh-Isis, que amenazan con atacar el área liberada del norte de Siria.
Las relaciones económicas y políticas que cualquier organización o estado mantiene con Turquía también son responsables de esta situación de una guerra venidera. Un solo ejemplo es el estado alemán que vende tanques a Turquía y mantiene una «buena diplomacia» con los fascistas. Todo esto ayuda a Turquía a continuar su tradición de colonizar y masacrar a las personas. Lo que hay en esta convulsa zona de Oriente Medio es nada menos que una Revolución. Un modelo de sociedad radicalmente diferente, según las líneas de una propuesta que se conoce como confederalismo democrático, con estructuras de autogobierno y autogestión que constituye una contribución por derecho propio al acervo de las ideas y prácticas libertarias y revolucionarias en general.
El confederalismo democrático se reconoce inspirado en una tradición de pensamiento revolucionario y anarquista, actualiza la propuesta anarquista, en la teoría y en la práctica, a la realidad de un planeta globalizado y al borde del colapso ecológico. Supone una alternativa consecuentemente revolucionaria y capaz, por eso expresamos nuestra admiración y manifestamos nuestra más absoluta solidaridad con quienes defienden el proyecto.
Desde CNT Ciudad Real queremos hacer visible esta situación, hacemos una llamada a organizarnos y comenzar a compartir y difundir las hermosas ideas que son la base de esta revolución. No es solo una defensa física sino también una defensa ideológica La revolución en Rojava y en el noreste de Siria se ha convertido en una fuente de esperanza para todas aquellas personas que buscamos una vida más allá del estado, el capital y el patriarcado. Es un faro que puede mostrar a la población oprimida y explotada de esta tierra la salida de la oscuridad de la modernidad capitalista, y ha demostrado que el «fin de la historia», proclamado por aquellos en el poder, no es más que una simple mentira.
Es el ejemplo vivo de que incluso hoy, en el siglo XXI, otro mundo es posible. Apoyamos a las personas que en el norte de Siria están creando las bases para una sociedad libre y comunitaria basada en la igualdad de género, la ecología y la democracia básica. Compartimos la lucha de los kurdos, árabes, asirios-siríacos, turcomanos y una gran diversidad de personas contra el patriarcado, el sistema estatal y el capitalismo. Exigimos el cumplimiento de la legislación internacional y con ella la completa retirada del ejército turco de todo territorio más allá de sus fronteras. ¡Contra el fascismo en Rojava, por la solidaridad entre los pueblos!