En el año 1900 Ciudad Real contaba con 15.000 habitantes y era como la mayoría de capitales de provincia de España una localidad predominantemente agrícola y ganadera, con Feria de ganado vacuno provincial en agosto, un instituto provincial de segunda enseñanza y un seminario.
El 27 de abril de 1905, llegaba a Ciudad Real Rey de España Alfonso XIII para inaugurar los actos por el III Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote inaugurando la calle Don Quijote y una exposición sobre Don Quijote en el Casino de Ciudad Real, de la cual se conserva este folleto.
Será en el primer tercio del siglo XX cuando Ciudad Real conozca un progreso económico y social sin parangón desde su fundación 600 años antes, surgiendo el Ciudad Real industrial, como el sector más fuerte estuvo el de la construcción; que dará a Ciudad Real grandes ejemplos de arquitectura moderna tales como la antigua estación de ferrocarril hoy museo ferroviario, el colegio ferroviario la “Ferroviaria”, el Gran Hotel hoy hotel Alfonso X o la remodelación de la Plaza Mayor añadiéndole en 1919 balcones a las viviendas.
En 1915 por iniciativa del Ayuntamiento será nombrada Monumento Nacional la Puerta de Toledo.
En 1919 surgía la idea entre intelectuales de Albacete y Ciudad Real un proyecto de unir sus intereses en la Región de La Mancha, para lo cual creaban una Bandera, un himno y un Estatuto, al que se unieron en los años 20 Cuenca y Toledo, pero que no llegó a fraguar por la Dictadura del General Primo de Rivera que prohibió las Autonomías.
En la década de los años 20 Ciudad Real vivirá un gran crecimiento urbano al hilo de la bonanza económica de toda España.
En una remodelación urbanística importante será estrenado el Parque de Gasset que ya existía desde 1915 pero que ahora se verá acabado y renovado con la fuente de “La Talaverana”.
En 1927 el escultor ciudadrealeño Felipe García Coronado realizó la estatua de Miguel de Cervantes, que tanta fama le daría.
También surgirá entre 1929 y 1931 la Ciudad Jardín, llamada entonces el barrio de “las Casas Limpias” o de “las Casas Baratas” por ser el primero barrio de Ciudad Real en el que algunas casas incorporaban sanitario y sistema de agua corriente, un barrio a las afueras de la ciudad, que en principio iba destinado a los ferroviarios y los ingenieros del ferrocarril, era un proyecto de barrio autosuficiente, dotado de su mercado y de un hotel para los ferroviarios.
También la Plaza Mayor notará esta bonanza viéndose remodelada con la colocación de medallones alegóricos en las fachadas de las casas de “Los Portales Tristes”. También fue construido el hospital provincial y sanatorio mental enfrente de la plaza de toros.
Pero unos hechos que sucederán al final de este período vendrán a empañar tanta bonanza y marcaran gran parte del siglo XX de Ciudad Real.
El 29 de enero de 1929 se sublevaba el Regimiento de Artillería de Ciudad Real luego de haberse puesto de acuerdo sus mandos con el Ministro de Defensa, el ciudadrealeño General Francisco Aguilera Egea y con los partidos políticos y sindicatos como la UGT y el PSOE para convocar elecciones después de la Sublevación y acabar así con el Directorio Militar del General Miguel Primo de Rivera.
La sublevación que debía haber sido nacional no tuvo éxito, sólo salieron a la calle los regimientos de Ciudad Real y Valencia, tras dos días de sublevación incruenta, el Regimiento de Ciudad Real se rendía a las tropas del General Orgaz que llegaban desde Madrid para arrestarlos y conducirlos a un penal.
Las consecuencias de la Sublevación del Regimiento fueron desastrosas para Ciudad Real; Ciudad Real fue declarada Ciudad Rebelde por el General Primo de Rivera y con eso varias inversiones en infraestructuras que estaban pendientes de ser ejecutadas en Ciudad Real, tales como carreteras y pantanos, quedaron postergadas a favor de otras localidades, el castigo desde el Gobierno del Directorio fue duro y ejemplarizante para toda España, prisión en castillo para los militares, incluidos algunos soldados de Reemplazo y pérdida del Regimiento para Ciudad Real que fue disuelto del Ejército y su Bandera llevada con un crespón negro signo de Traición al Museo del Ejército en Madrid del que no saldría hasta el año 1983 en que le fue devuelta la bandera , no la original que este autor pudo ver en 1997, al Regimiento Rail 61, su heredero, en un acto de desagravio presidido por el Capitán General de la 1 Región Militar en la Plaza Mayor de Ciudad Real.
La década de los treinta no sería mejor con la crisis internacional de 1929 y la crisis nacional de 1931 Ciudad Real intentó adaptarse pero sería una continuación de la carrera hacía la destrucción, serán demolidos los tramos de muralla que quedaban en buen estado con sus torres en la ronda del Carmen y el Parque de Gasset, por sólo la construcción de la Casa de la Radio, en la calle Alarcos. También comenzó en 1935 la Feria del Libro. Ese fue también el último año de la Romería de Alarcos en su formato tradicional.
Durante la Guerra Civil, Ciudad Real vivirá sus horas más bajas. Viendo incluso su nombre cambiado por el de Ciudad Libre por la CNT.
La Guerra comenzará en Ciudad Real con el tiroteo entre un grupo de Falangistas y un grupo de Socialistas en la Fábrica de Corchos de la calle Calatrava esquina con la calle Elisa Cendreros , con el resultado de varios muertos y heridos, tras esto vendría el largo rosario de asesinatos y fusilamientos durante el verano y el otoño del año 1936 y las represalias y juicios de la primavera de 1939 después de acabada la Guerra.
En lo militar, en octubre de 1936 se formaría en Ciudad Real cumpliendo las órdenes del Ministro de la Guerra, la 2 Brigada Mixta, una unidad militar de combate, formada por los ferroviarios de Ciudad Real, entonces de la empresa MZA, que fueron a luchar como infantería, junto con tropas de Madrid al frente de la Ciudad Universitaria de Madrid, en los alrededores del Cerro Garabitas y el Puente de los Franceses.
Ciudad Real perderá todo su tejido empresarial y socioeconómico, sufriendo la pérdida de más de 3.000 de sus habitantes de forma violenta, sin contar con las pérdidas en los Frentes de Combate que se estima en otros 3000; entre ellos la intelectualidad, así como gran parte de los empresarios y los trabajadores cualificados, quedando destruida la Vida Social de la ciudad por muchas décadas. Ciudad Real quedó diezmada de población.
Durante la Guerra, la población aumentó de forma desmesurada, pasando de 27.000 habitantes en 1936 a 40.000 habitantes en 1939, debido a las oleadas de refugiados de toda la provincia y también de la de Toledo, como por ejemplo la Zona de Combates de Talavera de la Reina, que fueron alojados en Ciudad Real por orden del Gobierno.
Para una ciudad que ya tenía problemas de vivienda y salubridad fue un duro golpe para sus infraestructuras y su urbanismo, pues entre los 4 bombardeosde la aviación italiana que sufrió por alojar el Ejército de Extremadura y 2 hospitales militares y el mal uso de algunos edificios, algunos de los cuales como el Colegio de San José o el Convento de las Adoratrices fueron Hospitales Militares. Algunos de estos edificios quedaron tan dañados hubieron de ser demolidos, otros los tuvieron que ser por los sabotajes y vandalismos sufridos durante el verano de 1936 por las milicias anarquistas.
También perdió Ciudad Real gran parte de los tesoros artísticos religiosos como el Portapaz del Uclés o varias tallas de la Semana Santa, además de la Imagen de la Patrona, la Virgen del Prado, que fue destruida por unos individuos de Miguelturra, 2 de los cuales se llevaron 2 arcas con los Tesoros de la Virgen y de la Catedral en un camión, o los inmensos destrozos artísticos que la Milicia Anarquista del Batallón Torres de Valdepeñas hizo en la iglesia de San Pedro, que llegó a usar de Garaje y secadero de Bacalao, destrozo el coro, la sillería, el altar y el retablo de alabastro de la Virgen de Loreto de la Capilla de Alonso Coca. Fueron robados y parcialmente reaparecidos muchos años después en los años 90 los libros registro del archivo de la parroquia de Santiago.
El final de la Guerra, no pudo ser más trágico ni más paradójico, por orden del Ministerio de la Guerra el General del Ejército de Extremadura Antonio Escobar Huertas ordenó un asalto combinado de batallones anarquistas y socialistas de dicho ejército, el 11 de marzo de 1939 tomaron al asalto el Palacio Episcopal, llamado “El Palacio Rojo” donde se habían hecho fuertes los comunistas, matando a su jefe Benigno Cardeñoso y fusilando en su huerto trasero a varios dirigentes según el relato de un testigo presencial, como sus odiadas hijas y un cuñado, el resto fueron detenidos y encarcelados en la Prisión de Ciudad Real.
Pocos días después, la mañana del día 26, en una acción por sorpresa y a traición detuvieron a todos los jefes militares del Ejército de Extremadura que habían sido convocados en El Pilar, mientras tanto el general Antonio Escobar, jefe del Ejército de Extremadura, con Cuartel General en el Casino de Ciudad Real, se rendía en secreto al general JuanYagüe jefe de la Legión detrás del Matadero Municipal de Ciudad Real en el camino de Sancho Rey. Poco después de la llegada de la Legión al mando del general Yagüe, salieron 20 camiones cargados desde el Banco de España, situado en El Pilar, hacia la carretera de Toledo.
La posguerra fue larga y dura, llena de represión, represalias y chivatazos durante parte de los años 40.
Será ya en la década de los años 60, cuando Ciudad Real experimente una gran expansión urbana que dejará despoblado el centro histórico, el ayuntamiento intentando contrarrestarlo prohibirá construir fuera de las rondas; en ésta época serán derribados los últimos tramos de muralla medieval cerca de la Puerta de Toledo, que estaban en muy mal estado de conservación, conservándose tan sólo un pequeño lienzo de la Cerca del siglo XIII reconstruido en el siglo XIX en la Ronda de la Mata en las cercanías del Torreón, gracias al empeño del periodista Cecilio López Pastor.
En esta etapa se vivirá una fiebre de construcción llamada Gigantismo, a imitación de Madrid y tambiénpor orden del Ministerio de la Vivienda, que llenará de bloques de pisos el centro histórico, destruyendo 7 de las 10 Casas Señoriales que existían en Ciudad Real desde la Edad Media, también desaparecerá el Barrio de la Morería. A cambio surgirán barrios como el de Pío XII y los Ángeles, barrios obreros que junto a los Polígonos Industriales de la carretera de Toledo y la de Carrión darán a Ciudad Real carácter industrial.
Con la llegada de la Democracia en 1975, se anuló en 1976 la prohibición de celebrar el Carnaval, y en 1980 se vuelve a celebrar la fiesta de la Pandorga.
A partir de los años 80 y sobre todo con la llegada de la Universidad y su Rectorado en 1985 y del AVE en 1992, Ciudad Real conocerá un gran crecimiento de población, económico y social, una especie de “Renacimiento” o “Refundación”.
Historia e Historias de Ciudad Real
Antonio José Martín de Consuegra Gómez
https://ciudadreal.wordpress.com/
Es el ir y venir de la historia. Y es que el tiempo pasa y va dejando huella de lo que ocurre en las personas y en las cosas…..
Al autor del relato:
Se le ha pasado, sin querer seguramente, la parte de la guerra civil que refiere a la checa del seminario…
Creo que tampoco hace referencia al ingente número de católicos asesinados de julio a octubre en ciudad real…. pero porque eran muy malos, eh!!! No porque el frente popular así quisiera….
Felizmente la historia de españa ya está suficientemente contada y no puede ocultarse. Y hay que contarla COM PLE TA
Bueno, todavía queda un puñado de nostálgicos franquistas en retirada, asumiendo la idea falsa y antiespañola que el franquismo creó de España…….
Qué guerra civil?.. Esa que inició el dios de los voxtrencos?